1.En el corazón del bosque

15 1 2
                                    

La abuela me estaba preparando su mítica receta de cacao a la taza.

-El truco está en hacerlo a fuego muy lento y cuando todo esté bien derretido incluyes una cucharilla de ron y vainilla. Ahora coge una taza de esas grandes-agarró un cucharón fino hecho completamente de madera y la rellenó de aquel liquido humeante- ahora es cuando se le añade el toque final : las nubecitas.

-Abuela- dije mientras me entregaba la taza

-Dime, cariño

-¿sois felices viviendo aquí? No es que tengáis muchas cosas. El medico, las tiendas, todo esta lejos

Ella me cogió por los hombros y me llevó hacia la ventana. Allí me senté

-¿ ves todo esto que nos rodea?. No necesitamos nada más. La paz que este lugar nos proporciona vale mucho más que cualquier otra cosa. Es verdad que requiere un esfuerzo desplazarte tanto para llegar al pueblo pero por esto merece la pena.

- A Vera le habría encantado

La abuela se sentó frente a mi al pie del ventanal y me cogió las manos para estrechármelas

-Estoy segura de que si – sus ojos brillaban con la luz que atravesaba la cristalera. Su pesar alimentaba mi tristeza pero también me aliviaba. Vera ya no estaba entre nosotros pero allá donde estuviese esperaba que pudiera ser feliz.

El abuelo, un hombre menudito pero de constitución fuerte pisaba con energía la tarima de la casa. Acercó una silla a nosotras y se sentó, con el periódico doblado bajo el brazo. La loción que se echaba después de afeitarse olía a hierbabuena.

-¿te gusta el bosque se secuoyas Megan? Mañana temprano voy a ir a recoger leña y unas cuantas plantas medicinales. Si te apetece puedes venir conmigo así me das un poco de compañía. Es incluso más bonito visto desde dentro.

Tenia un buen presentimiento. Quizás aquel lugar era el cambio que necesitaba.

Tardamos unos 20 minutos hasta que nos adentramos en el bosque lo suficiente para perder de vista el camino por el que habíamos entrado.

-Guau, estos es alucinante – gire sobre mis pies mirando al cielo.

-Se llama bosque rojo. Por la tonalidad de su tierra. Coge un poco. Estas tierras siempre están sueltas y húmedas. Ah y ten cuidado por donde pisas hay musgo por todas partes y te puedes resbalar.

Antes de que hubiera terminado la frase ya me había puesto de rodillas y estaba enterrando las manos en la tierra. Era agradable su tacto suave, húmedo y a la vez cálido. Cogí un gran puñado y cuando abrí el puño para dejarla caer poco a poco. Cerré los ojos para escuchar el cantico del bosque. Aire agitando las hojas de las secuoyas, crujidos de madera fresca, un alegre alboroto de piares y de fondo lo que parecía agua en movimiento. Era tan relajante.

-¿hay un arroyo cerca abuelo?

-efectivamente. Tenía pensado ir más tarde porque tengo que recoger unas plantas por la zona pero si quieres vamos ahora. Pronto va a ser hora del bocadillo de media mañana.

- ahora que hablas de bocadillo es posible que tenga un poco de hambre jajajaja

-Bien- contestó el con una brusca carcajada pues me había rugido el estómago- agarra esa bolsa de tela y vámonos.Te voy a dar un consejo. Estos bosques son enormes y al final todo se ve igual así que es fácil desorientarse. SI tienes la grandísima suerte de que haya un arroyo sigue el sonido y cuando llegues a él avanza pegada a la orilla , asi no corres el riesgo de acabar andando en círculos. El arroyo tarde o temprano tendrá un fin donde acabe uniéndose a una vertiente más grande. Ya sea el lado del bosque por donde quieras o no salir al menos habrás conseguido salir de él.

-Esto parece enorme. ¿Cómo haces tú para no perderte cada día? ¿Sigues el arroyo?

-Son muchos años ya. Me conozco el bosque. De todas maneras he marcado zonas con pequeños banderines para orientarme mejor. ¡ ah mira! Ya esta aquí mismo

El murmullo del agua era mucho más fuerte, la temperatura más fría y la luz mucho más intensa, Cuando salimos al claro el sol me deslumbró confundiéndome por completo

-¿qué pasa Megan?

-¿has visto eso?

-¿el qué?

- Había un chico allí- señale hacia el otro lado del arroyo- justo detrás de ese árbol

-Debes haber visto mal. Aquí no se adentra nadie excepto un par de hombres como yo que recogen madera y no son precisamente jóvenes

-Pero juraría que...

-toma- me tendió un bocadillo y se sentó en el suelo cerca de mi – hay leyendas que se cuentan sobre este bosque...

-¿qué tipo de leyendas?- él se rascó la nuca

-leyendas mágicas. Algunas hablan sobre luces que flotan en el aire y que te llevan a sitios. Otras de seres que protegen el bosque. Almas de personas que entraron y jamás consiguieron salir de él. Árboles que se desplazan por el bosque y cambian de sitio y forma a su antojo. Animales que hablan... - le miré llena de curiosidad y él se encogió de hombros- quizás viste algún espíritu quien sabe.

-¿crees que sean ciertas esas historias?

- No lo sé pero tampoco me extrañaría. Llevo muchos años viniendo a él y siento que no es un bosque como otro cualquiera.

Aquí, en el corazón del bosque fue donde todo comenzó

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 30, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bite my skin ♦ Suga [PAUSADA HASTA PROX AVISO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora