IV-Buenas intenciones.

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Capitulo cuatro: Buenas intenciones.

Había llegado a clases más temprano de lo común por lo que ya me encontraba sentada en mi asiento esperando a que todos mis compañeros se dignaran a entrar. Ryan no se encontraba a mi lado por lo que el asiento aun estaba vacío. Claro, hasta que llego el castaño alias nuevo, alias Sawyer.

-Hey mi nombre es…-Otra vez queriendo presentarse y otra vez yo interrumpiéndolo.

-Lo se, Sawyer Thompson.-Dije sin siquiera mirarlo con voz indiferente.

-Ese soy yo. ¿Y tu eres?-Pregunto. Como si no le hubieran hablado ya de mi.

-Ya sabes quién soy Sawyer.-Le dije girándome para mirarlo a los ojos.

-No,-Dijo el y yo lo mire fríamente.- Me han contado cosas sobre ti pero no se que es verdad y que no. Es por eso que preferí venir contigo, presentarme y quizás hacer que me cuentes tú tu historia.-Dijo con una sonrisa de Adonis. Cerré por un segundo mis ojos y suspiré.

-Sawyer, en serio, no deberías si quiera hablarme.-Le dije con tono de rudeza pero al parecer al nuevo ni le importo lo que le decía.

-Oh, ¿me vas a decir que eres muy mala y que no debería acercarme a ti por eso?-Dijo exactamente lo que estaba pensando. Me hubiera enojado con el por esa frase si no fuera por su tono bromista e inocente. Ese chico era dulce, lo presentía.- Por favor, nadie es demasiado bueno en este mundo. Todos tenemos secretos oscuros.-Dice y yo gruño levemente.

-¿Y crees que yo tengo algún secreto?-Pregunto enarcando una ceja. Sawyer ríe y luego besa mi mejilla saltando de su silla antes de que yo si quiera pueda reaccionar.

-Se nota que tienes un oscuro secreto, Savannah.-Y se fue. ¿Qué había sido eso? ¿El nuevo había depositado un beso en mi mejilla? ¿Por qué no le había pegado una patada en su zona intima?

-Idiota.-Murmuré hacia Sawyer aunque no pude contener una sonrisita. ¿Qué me hacia ese chico? Volví a mi postura fría y distante cuando Ryan se sentó junto a mí y la profesora de Matemáticas empezó la lección del día. Realmente presentía que sería un largo día. 

******

Como había imaginado el día realmente paso lento, bueno la mañana había pasado lenta. Los profesores hablaron de temas aburridos, los alumnos no hicieron ningún lio que valga la pena contar y nadie se peleo con nadie: aburrido.

Todavía tenía la esperanza de que en el almuerzo pasara algo interesante para que mi día se alegrara o al menos algo que me entretuviera durante un instante.

Caminé por el pasillo al igual que siempre y me senté en la misma mesa que siempre. Rutina de siempre. Pero esta vez su mesa no estaba vacía.

-¿Qué mierda?-Gruñí al ver a Sawyer Thompson ocupando uno de los pocos asientos que rodeaban MI mesa. Me acerqué a él y le toque violentamente el hombro.-¿Qué demonios crees que…-No pude terminar la frase porque se giró y al ver sus ojos quede hipnotizada.

-¡Hey!-Dijo Sawyer felizmente.-Siéntate.-Y como tarada me senté a su lado.

-¿Sabes que aunque hablamos dos segundos seguimos sin ser amigos ni nada por el estilo no?-Pregunte confusa. Nunca nadie se había animado a sentarse junto a mi.

-Ya lo sé, pero simplemente te veías solitaria ayer y quise hacerte compañía hoy.-Dijo con una voz tan dulce que casi lloro de ternura. ¿Qué coño dices Savannah? Me reproche.- ¿Te he molestado?

-Solo un poco.-Respondí sarcástica.-Pero da igual, no soy dueña de la mesa.-Dije pues de verdad no me apetecía que él se levantara. Vi como sonreía y casi le sonreí devuelta pero…

-Sawyer.-Chilló la voz de Annabelle a dos metros de distancia mío. Ag.-Ven aquí.-Dijo y me miró con asco. La fulminé con la mirada y ella rápidamente se da vuelta.

-Eso ha sido raro.-Murmuró el castaño.-¿Es que todos te tienen miedo?-Preguntó y yo no hice mas que levantar los hombros y morder la manzana que acababa de sacar de mi mochila.

-Supongo que los intimido.-Le susurré.-¿Es que a ti no te intimido en lo más mínimo?-Pregunté curiosa y el lanzó una carcajada.

-Supongo que el primer día cuando entraste a clases con varios minutos de tardanza me asustaste o más bien impresionaste, pero luego el miedo se convirtió en ganas de averiguar sobre ti. Eres misteriosa Savannah.-Dijo y yo lo mire fijamente a los ojos. Sin decir nada mas tomé mi mochila y me levanté de la silla pero no pude dar más de cinco pasos pues un fuerte brazo me detuvo.

-No te vayas.-Dijo el nuevo seriamente. Lo miré a los ojos. No podía hacerle esto, no podía meterlo en mi catastrófica vida.

-No lo hagas Sawyer, de verdad, no soy buena. No es bueno para ti meterte en mi vida.-Dije y ágilmente solté mi brazo de su agarre y sale a paso firme de la cafetería. 

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2014 ⏰

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