Prólogo

1.3K 153 21
                                    

2 0 1 6

Su mirada viajó hacia el reloj sobre la pared y desde allí hacia la puerta. Eunhyuk comenzó a morder su labio inferior, se removió sobre su silla antes de que sus ojos eventualmente se dirigieran hacia el reloj una vez más. Luego frotó su rostro con ambas manos, suspiró y no pudo mantener sus piernas quietas. Había una horrible sensación dentro de su pecho mientras seguía sentado allí y con cada minuto que pasaba empeoraba. Eunhyuk estaba nervioso - y estaba terriblemente nervioso.

Había tenido esa escena incontables veces dentro de su cabeza, había observado fijamente el techo durante incluso más noches ya que no había sido capaz de dormir. Hasta todos sus intentos por encontrar las palabras correctas mientras escuchaba diferentes sinfonías habían sido tan inútiles como pedir ayuda a su hermana. Eunhyuk era del tipo espontáneo; no podía lidiar con tanta preparación. Así que quizás debería simplemente hacerlo. Y si cambiaba de opinión repentinamente y decidía que ese día no era el correcto, nadie lo sabría. Qué tan cobarde podría ser eso, horas de preparación para nada. Y tal vez incluso entonces resultaría terrible porque era tan perfeccionista que enfermaba a las personas.

No. Solo lo haría, sin pensarlo demasiado.

Hablando honestamente, estaría contento si su cerebro finalmente dejara de pensar. Seguramente no habían escenarios que su cabeza no lo había hecho soportar y aunque solo una pequeña parte de ellos terminaban mal: ya no quería eso. Tenía que suceder y tenía que suceder lo más rápidamente posible, hoy en el mejor de los casos.

Ahora o nunca.

Oyó a alguien introduciendo el código de la puerta e inmediatamente se sentó derecho.

'Ahora' ocurrió demasiado rápido y muy repentinamente, pensó. Sus ojos abiertos de par en par se dirigieron a la puerta - y ésta se abrió. Un Donghae que lucía agotado apareció en su campo de visión y Eunhyuk sintió su corazón en la boca.

—Hola Hyukkie.

Donghae se quitó sus zapatos y le sonrió con cansancio mientras caminaba hacia él. Eunhyuk hizo su mejor esfuerzo para permanecer tranquilo y el gentil beso que el castaño dejó caer sobre sus labios fue más tranquilizador de lo que su voz interior podría ser.

—Hola... —murmuró y estaba un poco estupefacto como siempre lo estaba cuando Donghae llegaba a casa luego de un largo día de trabajo.

El menor sonrió dulcemente y deslizó sus dedos a través del cabello de Eunhyuk.

—¿Cómo estás?

—B-Bien. Estoy bien.

—¿En serio? —Donghae rió y jugó con su cabello—. Para mí pareces algo nervioso.

—No lo e-estoy —bajó su mirada para que Donghae no pudiera ver que estaba mintiendo. La mano del castaño continuó frotando su cabeza, lo acarició y pronto sus ojos se cerraron. Donghae era tan amable, tan cariñoso... Eunhyuk casi olvidó que había planeado grandes cosas para ese día—. ¿Cómo estuvo tu día? —casi ronroneó.

—Agotador —suspiró Donghae, haciendo que los ojos del mayor se abrieran de nuevo, su mano todavía estaba sobre su cabeza—. Había una escena que tuvimos que hacerla una y otra vez y en cada vez alguien olvidaba sus líneas. Al menos esta vez no fui yo...

—¿Por qué deberías ser tú? —preguntó Eunhyuk en voz baja y levantó su vista hacia él—. Sé que eres muy bueno en las filmaciones.

Donghae rió muy silenciosamente y lo recompensó con un beso, presionándolo muy suavemente sobre su frente.

—¿Cómo lo sabes? No me viste en el set.

—Pero te visito lo suficientemente seguido. Y sé que lo estás haciendo bien porque todas las personas en el set te adoran y te elogian.

JoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora