La Razón

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Ale había despertado más que mojada, empapada en sudor, sin importar el aire que su hermana cariñosamente le había proporcionado, su cuerpo había transpirado cada una de sus preocupaciones, y por alguna razón durante unos segundos no pudo respirar. Su cerebro maquinaba a toda potencia para poder poner sitio a la situación. Todo había sido un sueño, Miryam seguía muerta, y ella no estaba junto a aquel hombre. Nada de ese intenso dolor era real, pero algo si era real, ella ya no veía una razón para seguir viva, el dolor que sintió en sus manos por los cortes hechos el día anterior realmente no le importaba, e incluso pensaba que se lo merecía. Una chica que había hecho lo que ella había hecho, se merecía todo lo malo y horrible que le ocurriera, o bueno, eso es lo que ella opinaba de un "sucio ser" como ella se refería a sí misma en su diario.

Dado un rato de muchas incógnitas, Ale se sentó en la orilla de su cama, y pensó en pararse. La misma lucha de las mañanas ¿para qué levantarse? ¿Levantarse a sufrir, o levantarse para recordar su pecado? Uno diría que ver a su familia le podría ayudar, pero ella cada vez que les veía empezaba a llorar por dentro "No los merezco" se decía cada vez. Después de un buen rato de conflicto interno, al fin puso sus pies en el suelo.

No se quería bañar, ya tenía mucho tiempo sin hacerlo, no lo veía necesario, ya no le veía sentido a nada, nada servía, nada la podía ayudar, todo era circunstancial, todo se podía perder en cuestión de segundos. Salió de su cuarto con la misma ropa del día anterior, aún sudada, y bajó las escaleras. No había nadie, mejor, así podría sacar algo de comer y volver a subir sin ser vista. Se acercó a la nevera, y le echó un vistazo. Estaba llena, ayer su madre había hecho las compras, podía tomar lo que quisiera y en las cantidades que quisiera, pero veía cada alimento y le surgía un asco inexplicable. Decidió no comer, solo tomo un vaso de agua y regresó arriba.

Empezó a subir con lentitud como si tuviera de grilletes en todo el cuerpo, porque sentía que los tenía. Le costaba levantar una pierna y aún más impulsar su cuerpo hacia arriba, hasta que escucho una puerta crujir, la de sus padres, entonces se apresuró a subir, no la podían ver, o más bien ella no los podía ver a ellos. Alcanzó el pomo y rápidamente abrió, entro, cerro y puso seguro. En ese instante se escucharon los delicados pasos de su madre que pasaban por la puerta de su cuarto.

Ale volvió a su cama, estaba inquieta, sentía que si veía a sus papás ellos le preguntarían el porqué tenía el aspecto de un fantasma, y ella no quería contestar. Para su suerte tenía unos padres trabajadores: Su padre de 9 de la mañana a 7 de la noche,  por lo cual no había mucha necesidad de evadirlo, solo a su madre, que en las mañanas estaba en su oficina de bienes raíces, pero en las tardes estaba en casa por ratos, ya que también salía a a verse con clientes que no podían en verle en la mañana o querían ver una casa, también era su misión comprar la despensa y a hacer "mandados" que nunca decía a nadie lo que eran. Todo esto hacia que la misión auto puesta de Ale, de evadirla, fuera más fácil.

Se empezó a quedar dormida, sentía que poco a poco sus músculos se empezaban a destensar, su respiración bajo de intensidad y sus ojos se empezaron a cerrar. Después de muy poco tiempo quedo completamente sumida en sus sueños, bueno mejor dicho pesadillas.

*******

Ale se encontraba en la secundaria con sus compañeras del salón, estaban platicando sobre un acontecimiento por el cual todas habían pasado, todas menos una de ellas, y esa una era Ale. Una de las chicas estaba comentando que a Ale le quedaba poco para cumplir su promesa, pero no había mucho de que preocuparse pues un chavo no le quitaba los ojos de encima. Ale se extrañó, bueno podía ser que sucediera, pero de todos modos no quería, ella nunca había tenido novio, ni siquiera había dado su primer beso. Una de sus compañeras señaló con un movimiento de cara a Daniel, el chico del quien hablaban. Ale volteó y lo observó, estaba con sus amigos, y estaba sonriente, el chico reía hacía varias direcciones hasta que su mirada cayó en Ale. Todo desapareció. Daniel estaba de pie y aun sonriente, caminó hacia la chica, Ale no sabía qué hacer. Daniel era guapo, pero también sabía que tenía fama de engañar y solo querer a las chicas por sexo, ¿qué era lo que le iba a decir? Desvió la mirada hacia sus brazos. Escuchaba los pasos del chico cada vez más cercanos, y se ponía cada vez más nerviosa. Agarro fuerzas y  volteando hacia el chico dijo: Hola Dani... Se aterrorizó, el delgado cuerpo del joven había sido remplazado por un rostro maduro sobre un cuerpo atlético y trabajado, la imagen más aterradora que a Ale se le había presentado, el hombre tenía un golpe en su ojo izquierdo, o bueno, mejor dicho donde antes estaba su ojo, salía sangre fresca, abrió su boca que estaba ausente de dientes pues era solo un vacío negro, y susurró: Tu eres mía.

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⏰ Last updated: May 12, 2017 ⏰

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AleWhere stories live. Discover now