Aida y Jacky llevaban dos días sin hablarse y para ambas era un infierno, las dos tenían cosas que contarse pero preferían darse un tiempo antes de volver a hacerlo.
Aida caminaba a la cafetería para tomar algo. Andar llevando papelería para el siguiente semestre era en lo que ella solía ser exigente y que no podía olvidar hacerlo o eso le costaría un semestre perdido. Tomo asiento con una malteada de vainilla y movía las rodillas de manera rápida mientras recordaba lo de hace unos días. En Gerard y su extraña desaparición de su casa. Un momento estaba ahí y al otro ya no. Se había ido sin despedirse. ¿Acaso esperaba a que ella despertara y le dijera ya me voy, gracias por la hospitalidad?
-Aidita. –dijo Shellby tomando asiento frente a ella con esa estúpida sonrisa. Aida rodeo los ojos y se negó a mirarla- ¿Entregando papelería? –le pregunto al ver su carpeta-
-¿Y ahora con que chisme o cuestionario vienes? –Dio un sorbo por el popote que tenía la malteada, levanto la vista y miro los ojos de Shellby que estaban detrás del cristal de sus lentes –
-Ya me conoces. –levanta las cejas en un movimiento rápido y pone las manos sobre la mesa junto a unas fotografías- Vengo para que me digas quienes son esas chicas o me aportes algo que me dé con su paradero. –Aida toma las fotografías y las mira una por una, era ella y Jacky con las pelucas y los antifaces, las dos con los chicos- Como no conocemos sus nombres les decimos Sin rostro. Nunca se quitaron las máscaras. –Aida paso a la siguiente fotografía y sintió que su sangre hervía como si estuviera en un caldero del mismísimo infierno, pero sobretodo traicionada de muchas maneras. Era Jacky besando a Gerard, estaba sobre él y lo besaba- ¿Pasa algo? –Shellby miro la foto y sonrió para devolver la mirada a Aida- ¿Acaso te duele ver eso? –no espero su respuesta pero aun así continuo- La rubia beso a unos cuantos. Beso hasta su amiga. –Aida paso la foto y confirmo ese beso lésbico entre ellas. Sintió nauseas o algo parecido. –
Nota mental, no más drogas y no abusar del alcohol para olvidar problemas.
-No las conozco, lo siento. –le devolvió las fotografías y volvió a beber su malteada-
-Bueno, pero gracias a Gerard Way y a un amigo mío (que enserio le estoy agradecida por compartirme su trabajo) –dijo mientras buscaba en su bolso otras fotografías- Supimos dónde estaba el día que desapareció misteriosamente después del concierto que dieron. –puso sobre la mesa las fotografías y Aida las tomo. Era Gerard fuera de su casa y después otra donde ella estaba sentada junto a él, la siguiente era donde ella le ponía la manta sobre los hombros y la última donde ambos entraban a su casa- ¿Te es familiar la manta? –le pregunto Shellby-
-No. –negó todo y le devolvió las fotos- No sé quién pueda ser ella.
-Yo creo que sí. –se inclina sobre la mesa- ¿Por qué lo dejaste pasar? –su mirada era fiera pero Aida no se dejaría intimidar- ¿Acaso ahora eres su amante? ¿Su puta mientras él está aquí?
-No me llames así. –Aida se enojó- No soy yo. –lo negó-
-Aidita, Aidita, Aidita. –se recargo sobre la silla y se cruzó de brazos mirándola inferior- ¿Acaso jamás te paso por la cabeza que nadie te seguía de regreso a casa? –Aida abrió los ojos asustada pero intento difuminarlo con su furia- ¿Qué nadie te seguía a casa de tu amiga? ¿Cuándo Jacky fue a tu casa y que después saliste con un cabello distinto y la cara cubierta por esa ridícula mascara? –Shellby sonreía maliciosa-
-Eres una maldita acosadora. –escupió furiosa y asustada-
-No cariño, soy una maldita fan y una maldita reportera, y también una chica que tiene que estar al día dando noticias de espectáculo. –Shellby se defendió- Ahora que sabes todo esto, me interesa venderte las fotos. –sonrió de forma amigable y su tono igual- ¿Qué te parece? –Ladeo un poco la cabeza-
