Selena comenzó a reír divertida al igual que Emma. Dejamos de hablar y nos giramos a verlas. Cor se puso de pie.
— ¿Qué sucede? — preguntó mientras se acercaba a ellas. Jar y yo lo seguimos.
— Me parece chicos que Ashley acaba de arruinar nuestra cena — dijo selena sin dejar de reír. La miré divertido... se estaba descostillando de la risa.
— ¡No es divertido! — se quejó la rubia. Emma se restregó los ojos, mientras calmada su risa.
— No les hagas caso a estas brujas, linda — dijo Jar y se acercó a Ash, quien apoyó su cabeza sobre su hombro cuando él estiró sus brazos.
— Aaaay, me dijo bruja — se quejó selena.
Me acerqué a ella y la abracé por la espalda, apoyando mi mentón en su hombro. Mi boca quedó cerca de su oído. Ella colocó sus brazos sobre los míos que estaban sobre su vientre.
— Y sí, algo de eso debes ser... porque me tienes hechizado. No puedo dejar de verte, no puedo dejar de pensar en ti, en tus besos, en tu cuerpo — le susurré.
Sonrió levemente y mordió su labio. Giró un poco la cabeza y me miró.
— No puedes con tu genio, ¿verdad? — preguntó.
— Te lo aseguro... apenas se vayan todos, tú no te salvas de mí — besé su mejilla y volví mi vista a los demás, pero sin dejar de abrazar a selena — Entonces ¿Qué vamos a comer?
— Pidamos unas pizzas — dijo Corbin.
— Perfecto — aseguré y me alejé de selena para ir en busca del número del delivery. Pero detuve mi paso al recordar aquello, me giré a verlos a todos — No podemos.
— ¿Por qué? — dijo confundido Jared.
— selena, no come pizzas — dije.
Ella sonrió y se acercó a mí, para acomodar un poco mi cabello.
— Eres un dulce de leche — aseguró.
— Y tú eres mi envase — murmuré y me incliné para besarla cortamente.
— Pero no se preocupen por mí... pidan la pizza, yo no tengo hambre — les dijo a los chicos.
Ellos volvieron a sus charlas y le lancé a Jar la tarjeta con el número para que llamara. Volví mi vista a selena. Me senté en el sillón y le hice un gesto para que se sentara sobre mis piernas.
— Es mentira que no tienes hambre. Hace un rato estabas que matabas por un poco de comida.
— No te preocupes, comeré un poco de fruta — me dijo.
— No, ¿sabes qué? Vas a comer una porción de pizza o dejo de llamarme Justin 'el sexy' Bieber.
— ¿El sexy? — dijo divertida — Más bien 'el calentón'.
— Muy graciosa — bufé — Pero la única calentona aquí eres tú...
— Sí, y me encanta serlo — dijo en descarado coqueteo.
— No me seduzcas aquí... tenemos invitados, amor mío. No querrás que haga cosas inapropiadas delante de ellos ¿o sí?
— No te atreverías — dijo entre divertida y nerviosa.
— ¿Quieres averiguarlo? — pregunté.
— No, Justin, ni se te ocurra — se estaba por poner de pie, pero no la dejé. Me miró fijo a los ojos.
— ¿A dónde crees que vas?
— A... a estar con las chicas.
— Con ellas puedes estar otro día, ahora estas conmigo — le robé un breve beso.
Ella sonrió y se acurrucó contra mi pecho. Mi corazón latió rápido bajo su oreja, y la escuché sonreír. Se alejó de mí y me miró a los ojos.
— La primera vez que me besaste en la clase, ¿recuerdas?
— Cómo olvidarlo, amor, luego te pusiste como loca y eso fue lo que más me cautivó de ti.
Rió levemente y levantó su mano para acariciar mi mejilla.
— Mi corazón latió muy rápido cuando hiciste eso — me contó. La miré algo sorprendido.
— Entonces ¿Por qué me hiciste sufrir tanto por ti? — le pregunté.
Ella mordió su labio inferior y levantando la mirada encontró la mía.
— Porque yo no quería ser una más para ti, Justin.
— Y no lo eres... definitivamente no lo eres.
— Justin, yo... te...
Sentí un presión en mi pecho ante lo que mis oídos y, principalmente, mi corazón estaban esperando escuchar.
- ¡Llegó la pizza! – gritó Jared entrando al departamento.
Maldije para mi mismo a Jared ya que selena se puso de pie y se acercó a la mesa dejándome con la duda latiendo.
¿Qué era lo que iba a decirme?
Sacudí la cabeza y me puse de pie. Preparamos las cosas y nos sentamos a comer.
—Ven aquí mi amor —le dije a ella. Negó levemente con la cabeza —Que vengas aquí, ahora.
Mordiendo levemente su labio se acercó a mí. La tomé de la cintura y la senté sobre mis rodillas. Tomé una porción de pizza y la acerqué a su boca.
—No, Justin, no quiero comer pizza —dijo corriendo la cara hacia el otro lado.
—Pero vas a hacerlo. ¿O prefieres que eche a los chicos y tú y yo tengamos una seria 'Charla'?
Me miró fijo a los ojos, tratando de saber si sería capaz de hacerlo o si solo estaba bromeando. Soltando un leve suspiro tomó la porción de pizza. Frunció el ceño con bastante asco y lo acercó a su boca. Con cuidado dio el primer mordisco. Comenzó a masticar y de a poco la cara de repulsión se fue convirtiendo en un gesto de agrado. Me miró mientras comía y sonreí mostrándole una sonrisa de satisfacción.
—Diablos selena, ya te esta manejando. Estas comiendo cosas que 'supuestamente' no tienes que comer o mejor dicho que 'juraste' no comer. Que mal te veo amiga —dijo Ashley.
—Es el amor Ash —dijo Emma divertida. selena sonrió y volvió a comer.
—¿Esta rico? —le pregunté.
—Hace tanto que no comía esto. Ya casi me había olvidado lo bien que sabía —dijo y volvió a morder su porción.
—¿Viste mi amor? Lo mismo va a pasar con la carne. Es solo cuestión de volver a probarlo.
—Jamás —aseguró con la boca llena. Reí por lo bajo – Nunca más voy a comer carne.
—No estés tan segura de eso —susurré y le guiñé un ojo. Ella sonrió y miró al frente.
—¿Y en dónde estuvieron todo el día? —preguntó mi prima. Salí de mi encantó, mirando a selena, y la miré a Ash.
—¿Qué? —le pregunté. Ella suspiró.
—¿Acaso voy a tener que repetirte las cosas dos veces porque vas a estar atontado mirando a selena? —dijo.
—Creo... que si —dije asintiendo. Todos reímos.
—Bueno, como te decía ¿Dónde estuvieron?
—Por ahí —dije.
Mi mirada se cruzó con la profunda mirada de selena, y con ese simple gesto ella entendió que yo no quería contarles, todavía, que había encontrado a mamá.
—¿Haciendo qué? —prosiguió mi prima.
La miré y sonreí. Ella y su curiosidad algún día van a matarme.
—¿Quieres que te lo cuente con detalles? —dije irónico.
—Tonto —dijo por lo bajo Ash. selena sonrió y volvió a agarrar otra porción de pizza.
—Paseamos un poco por la cuidad, tomamos un helado y luego fuimos a caminar un poco por ahí —dijo como si fuera totalmente cierto.
—Si, seguro —dijo Jared. Todos volvimos a reír.
La cena transcurrió entre risas y recuerdos. Luego de terminar las chicas se dirigieron a lavar y acomodar, mientras que los chicos y yo volvimos a apoyar nuestros traseros en los sillones.
—Se los voy a pedir de buena manera muchachos, llévense a sus queridas novias, amantes, o amigas con derecho y déjenme a solas con mi morenita —les dije.
Ambos me miraron con desaprobación.
—Eres tan sucio —aseguró el afro —¿Acaso no te has puesto a pensar qué tal vez selena no quiera tener relaciones hoy? No tienes consideración. Mírala, es pequeña Justin y tú eres un oso al lado de ella.
—Ella no se queja de ello. Y créeme que lo disfruta y mucho —le aseguré.
—Definitivamente eres un pervertido —dijo Jar poniéndose de pie —Vamos Cor, dejemos a este par de tórtolos con su pasión.
Reí por lo bajo y me puse de pie. Nos acercamos a ellas.
—Emma, mi vida, nos vamos —le habló a su novia.
—¿Ya? —reprochó ella.
—Si, Justin nos ha echado —le contó.
—¡Justin! —me retó selena.
—¡Mentira, amor, yo nunca los eché!
—Eres el peor —aseguró mi prima —Gracias a dios y no me quedaré aquí.
Arqueé una ceja y miré a Jared. Al instante la rubia adquirió un color rojo que la tiñó por completo.
—Bueno selena nos vemos mañana, amiga —dijo Emma y se acercó a ella para abrazarla.
—Perdona a Justin... es un tonto —le dijo y me miró mal —Pero ya va a ver. Lo voy a castigar y donde más le duele.
—Uuuh no me gustaría estar en tus pantalones, Bieber —dijo Corbin.
—Ni a mí —agregó Jared mientras tomaba su abrigo.
selena se acercó a Ash y le dijo algo en voz baja. La rubia asintió y ambas me miraron. Sentí miedo, mucho miedo.
—Bueno, vamos —dijo Cor.
Todos nos acercamos a la puerta. selena y yo los despedimos y vimos como desaparecían por el pasillo. El departamento quedó en un total silencio. Giré para mirar a selena, pero ella ya no estaba a mi lado. Levanté la vista y estaba terminando de acomodar las cosas en la mesada. Con cuidado me acerqué a ella.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—Eres el peor amigo del mundo —dijo sin mirarme. Me acerqué un poco más a donde estaba y cuando estuve lo bastante cerca estiré mi mano y tomé su mentón. Hice que me mirara.
—No, no soy un mal amigo —le dije. Ella asintió.
—Si, si lo eres.
—Todo el tiempo estamos con ellos. ¿Acaso no entiendes que estoy asumiendo lo que siento por ti y lo único que quiero es estar contigo? —pregunté.
Sus ojos se clavaron penetrantes en los míos.
—¿Y qué sientes por mí? —preguntó. Sonreí de costado.
—¿Bailamos? —le dije.
Ella frunció el ceño. Me alejé y me acerqué a la radio. La prendí y para mi suerte una canción lenta sonaba. Estiré mi mano hacia ella. Me miró confundida y asentí para que se acercara. Se acercó y tomó mi mano.
La jalé hacia mí y la pegué a mi cuerpo. Coloqué mis manos en su espalda y escondí mi rostro en su cabello, mientras ella colocaba sus brazos alrededor de mi cuello. Respiré profundamente su dulce aroma. Llenó mi corazón.
-selena lo que yo siento por ti es algo tan extraño para mí. Nunca, pero nunca lo sentí por nadie... Y me hace sentir tantas cosas. Inclusive miedo... mucho miedo.
—¿Miedo? ¿De qué?
—De perderte, amor —musité y la apreté más a mí.
—¿Estas seguro Justin? Tal vez... no sea tan así, y estés confundido. Yo no sé si podré soportar que esto pase así como si nada.
—Claro que estoy seguro selena. Ahora que te tengo, que eres mía... no puedo vivir sin ti. Te necesito cerca, muy cerca.
Levantó su cabeza y me miró a los ojos. Recorrí su bello rostro, hasta posar mi mirada en sus labios. Una suave sonrisa se curvó en ellos.
—¿Quieres besarme? —preguntó.
—Ajá —asentí.
—Pues... ¿Qué estas esperando?
Bajé mi cabeza y me topé con ellos. Mi corazón comenzó a latir desaforado. Estoy completamente seguro que se escucha con perfecta claridad. Me alejé apenas de su boca.
—Juro que si Ashley llega a entrar por esa puerta es Ashley muerta —dije y atrapé su labio inferior suavemente.
—Malo —susurró y me acercó más a ella. Dándome pequeños besos fue soltando mi boca. Apoyé mi frente sobre la de ella y abrí los ojos. Ella aun los tenía cerrados. La música seguía sonando suave —¿Qué pasó con Jeremy?
Eso fue como un balde de agua fría, que verdaderamente arruinó uno de los momentos más románticos de mi vida. Lentamente me alejé de ella.
—Realmente tú eres la peor de los dos —dije y me senté en el sillón. Ella abrió un poco la boca para hablar, pero no dijo nada. Se sentó a mi lado y tomó mis manos con las de ella
—Lo siento amor, pero estuve toda la tarde pensando en eso. Me preocupa
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DANGEROUS OBSESSION- Terminada
Teen FictionESTA NOVELA NO ES MIA,ES ADAPTADA , Y LA AMO! ESPERO QUE LES GUSTE Y SÍGANME EN MI TWITTER @coffegxld