Poema eres tú

La danza de los tristes (II voz)

   Los suspiros de dolor callaron tan solo una noche,
los cuerpos de alma y empatía cayeron sobre nuestra lengua,
nosotros los expulsamos y rechazamos,
ellos; sin importar su condición afrontan la vida con quien les toco.

   Ellos dijeron que lo abandonaron, se les olvidó llorar,
llorar y llover tristeza para guardar felicidad,
ellos solo prejuiciaron la vida y sus fantasmas
levantan de orgullo y optimismo el miedo que hay dentro de ellos.

   El tango saca sus ramas y abraza a su reina con mucha disculpa,
el flamenco levanta el arena y -somos tú y yo-,
mirad la pollera, cómo mueven la vida estando muerto,
mirad esos dos, que no bailan y se mueven con un amor arcaico.

   Cada uno baila su danza distinta,
cada uno acata lo que el otro es,
cada uno acepta sin prejuicios al otro,
la danza del triste no se trata de ver la vida melodramáticamente,
consiste en danzar tu vida y expresar el error.

   Somos uno, dos, millones
que vivimos la danza de falacias y calumnias,
de mentes malas y cabizbajas,
de ángeles y demonios,
pero solo una donde nacemos y morimos, esa danza es esta.

   Juro nunca mas abrir una garrafa de vino,
juro nunca mas abrirte la caja de joyas,
juro nunca mas obligarte a ser feliz,
juro nunca mas amarte y respetarte,
juro nunca mas eclipsarme mientras estás llorando.

   Claro, danza conmigo,
danza con él,
danza con el sueño,
danza con la realidad,
danza con la cotidianidad,
danza ahora y no leas esto.

   Estoy triste, voy a danzar,
me voy a danzar y mis lágrimas son simplemente la verdad,
qué torpe soy al no calumniar la vida,
pero que inteligente soy porque se que soy yo.

   Ya muchos vuelven a sus tumbas,
la honestidad les hizo pensar,
quedamos tú y yo,
¿qué hacer?, ¿besarnos?.
No. Bailar, ser honesto y después mentir.

   ¿Por qué nadie más acepta la realidad?,
¿por qué nadie más acepta su pareja?,
¿por qué yo acepto a mi mujer?,
claro, una danza es una danza, la vida es una danza.