- capítulo 2

7 1 0
                                    

Ezra

— ¡Ezra, apresúrate! ¡Que vamos tarde a la escuela!
— ¡Mamá, te dije que me iba en bus!
La mamá de Ezra entró con la cara desfigurada mientras su hermano menor Jakov corría por toda la casa con el uniforme a medio poner.
— ¿¡Es en serio!? ¡Apresúrate, jovencito!
— Sí, mamá, ya voy. — rodó los ojos con frustración, la mamá de Ezra salió persiguiendo a su hermanito.

Terminó de arreglarse y salió de la casa comiéndose una manzana para comenzar a caminar hacia la parada del autobús. Cuando llegó a la parada, quince minutos después llegó el autobús, se subió y se sentó al fondo, sacó de su mochila un libro de poemas selectos de Ezra Pound –que nadie le dijera que le habían llamado Ezra por el poeta– y se puso a leerlo.
El camino a la escuela no resultó para nada tedioso, era uno de esos días que eran frescos y nublados, y no te importaría pasar horas caminando porque sabes que para esto es que existen esos días, para caminar y sentir el viento impactar en tu rostro, y es una sensación de vida que no se le podría comparar a ninguna otra cosa.
Sacó su horario y lo revisó.

Ezra Lavrov. Primer grado de preparatoria.
Martes 7:50 – Literatura y Lengua.

Sonrió de lado marcando su hoyuelo derecho y caminó hasta el salón que supuso sería el aula de literatura.
Y joder.
Ahí estaba ella.
Ahí estaba Yekaterina.
Y de nada más mirarle, Ezra supo que la chica le traería problemas.

1945.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora