Día 1

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Respira profundo quitando uno de sus mechones dorados del rostro.

Él la exaspera.

De nuevo Mayu se encontraba en una situación que más que darle vergüenza, le daba pena ajena el muchacho que se le insinuaba indiscretamente en clase.

-¿Por qué no quieres ir por un helado?-hace una mueca de disgusto el amable rubio, al que aparte de desesperarle por tanta "bondesa", era el crush de su mejor amiga, un idiota en clases, era mayor que ella y... ¿Ya mencione que ella odia a los rubios?

-Ya te eh dicho... ¿Len? ¿Verdad? No me gustan-trago saliva Mayu nerviosa.

-A quien no le gustan los helados por dios-rio el rubio insistiendo de nuevo.

-A mí, soy intolerante a la lactosa-dice esperando que logre entender las indirectas.

-Oh no te preocupes, hay deslactosados-sonríe ampliamente mientras Mayu se pregunta si realmente es tan idiota como para no entender que no quiere ir con él o solo disimula no entender. Ambas opciones son molestas.

-Señorita Mayu-le llama la profesora.

Mayu aliviada por salvarla de tan ridícula situación con Len, le entrega el trabajo en una carpeta rojiza decorada con líneas blancas y negras simulando las hermosas teclas de un piano.

Mayu es una alumna prodigio. Tiene dos años menos que todos sus compañeros, pero es mucho más madura que todos ellos, e incluso, más inteligente que los mismos profesores del colegio. Nadie puede superarla, y si lo tratan, ella se da cuenta.

Nota cada detalle de su falda larga hasta la rodilla con los mismos colores de su carpeta, un piano. Lo único normal para una chica de quince, que está en último de preparatoria y es la "cerebrito" llamada así por algunos de sus compañeros desgraciadamente es poder contar con la música. Es lo único, que puede calmar sus deseos internos. Sus demonios.

La profesora con un gesto dejo ir a Mayu, ya que ese no era su grupo (y se alegraba al no tener a Len como compañero de aula), su grupo ya estaba en la clase de física sin ella.

Maldijo por dentro y toco la puerta metálica del salón L1. Ella nunca llega tarde y menos en el primer día del nuevo profesor o profesora, para su primera unidad del semestre no contaban con uno, pero ahora les mandaron un interino, para que por lo menos les calificaran la materia con algo.

-Adelante-dijo una voz masculina y ella entro sin siquiera verlo. Su mirada se centraba solo en buscar a su mejor y única amiga, o por lo menos algún asiento vacío.

-Mayu-susurro Galaco haciendo gestos llamativos con los brazos y quito una mochila de un asiento a su lado. Mayu sonrió.

Al sacar un cuaderno de su mochila para anotar lo que decía el profesor, dejo caer una nota escrita en un pedazo de papel rayado arrugado.

"Podríamos digo, quieres venir a la salida conmigo? – Len :3"

Arrugo el papel antes de que su amiga lo viera. Sinceramente lo odia tanto, más que a su gemela Rin. Aparte quien rayos invita a alguien a la salida... simplemente nunca entendería a los adolescentes.

-Mayu pon atención, el profe nos está mirando...-murmuro su amiga alarmada.

Levanto la vista para ver ese profesor nuevo, y realmente le sorprendió lo que vio. Rara vez ella tenía esa emoción. Nada le sorprendía.

Un profesor joven como de unos veintidós años a lo mucho, castaño y de ojos oscuros de mirada profunda. Pero daba una sensación agradable, se veía simpático pero reservado a la vez, como la persona con la que puedes contarle algo sin miedo de que al día siguiente este el chisme al otro lado del mundo.

Sonrió a todos.

-Me llamo Kyo, y seré su profesor de física... por el momento.

Atrapada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora