En el mundo existen personas con la capacidad de tener una gran fuerza y regeneración cuando se enojan o se enfurecen. Pero al enfurecerse pierden la cordura y pueden llegar a matar. A estas personas les llaman "almas sangrientas" o "rojos" por que...
Nadie sabe cómo empezó todo, tampoco quién fue el primer hombre con esta característica. Muchos piensan que fue por un virus, otros creen que fue obra alienígena.
Desde hace 20 años existen personas con una capacidad que les permite desatar toda su ira y tengan un gran aumento de su fuerza, estás personas son conocidas como "almas sangrientas" o también llamados "Los Rojos", por que una de sus características cuando se transforman es que sus ojos se tornan en un color rojo escarlata.
Por eso la pregunta "¿cómo empezó todo?". No tengo tiempo para pensar en una respuesta por que estoy siendo perseguido por un grupo de personas que eliminan a los rojos, a estás personas les dicen "peónes" por que siguen órdenes del "rey". El rey es la persona encargada de eliminar a todos los rojos.
Llevo la mitad de mi vida escapando de ellos. Al principio era muy difícil, pero ahora ya se ha vuelto un hábito. Por si se lo preguntan, Soy uno de los rojos.
En este momento me encuentro en una habitación de un hotel ubicado en Nueva York, Estados Unidos. Es un bonito lugar pero los peónes siempre encuentran mi ubicación.
La primera vez que se presentó está capacidad en mi, fue cuando tenía 8 años, de pequeño asistía a la escuela. Yo era un niño un poco tímido y no tenía ninguna clase de amigos, pero un día llegó alguien a sentarse al lado mío.
-¿qué quieres?
-¿qué quiero? Mmm... Que seamos amigos- respondio.
Él solo me levanto y me vio al rostro. Él tenía puesto lentes.
-mi nombre es Robbie, ¿cuál es el tuyo?- dijo el niño.
-mi nombre es... Nathan.
Después de eso nos hicimos amigos, jugabamos todos los días y compartíamos nuestros almuerzos. Un día chicos molestos se acercaron a nosotros y empujaron a Robbie.
-hola cuatro ojos- le dijo uno de los agresores burlándose de sus lentes.
-no me molesten- respondio.
-¿qué vas a hacer?- preguntó el agresor.
Uno de ellos lanzó un golpe hacia Robbie y el cayó al suelo llorando.
-jajaja ¡perdedor!- se burlaban de Robbie.
-¡déjenlo!- grité muy furioso.
Un aura oscura me rodeaba, mis venas saltaban de la ira y mis ojos cambiaron de color a rojo escarlata.
Esa fue la primera vez que me transforme en uno de los rojos, todos me vieron asustados, los agresores intentaron correr pero yo detuve al que golpeó a Robbie.
-¿ahora quién es el perdedor?.
El niño llorando gritaba- ¡yo!, ¡yo soy el perdedor!, ¡no me hagas daño! Por favor.
-...
Luego lo solté y regresé a la normalidad. Yo observé como me veían con terror y miedo, pero no le dí mucha atención pues yo me había convertido en uno de los rojos.
En ese tiempo no tenía muchas preocupaciones pero ahora que estoy en este hotel observó que no tengo nada de comida. Agarro dinero y me colocó mi suéter.
De camino al centro comercial observó un callejón y miro a vagabundos viviendo en cajas. las personas nos tienen miedo a nosotros los rojos por que hacemos daño, pero ellos también cometen lo mismo. Le quitan el hogar a otras personas y las dejan viviendo en la calle, después de todo los rojos y los humanos no somos tan diferentes.
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Sigo avanzando, cruzó la calle y paso adelante de una joyería. luego miró a un hombre nervioso, sus manos tiemblan y sus latidos son tan rápidos y fuerte que logro escucharlos. El hombre acerca su mano a su cintura y tiene un objeto en su pantalón, observo ese objeto detenidamente y logro apreciar que es un arma, luego saque la conclusión de que el hombre entraría a la joyería a robar, pero no esta muy convencido de hacerlo. Yo me acerco despacio para convencerlo de que no haga algo tonto.
-no lo hagas, te arrepentirás- le susurré y seguí mi camino.
El hombre después de escucharme y de pensarlo se retiró de la joyería.
El centro comercial está a 8 cuadras del hotel, hubiese ido en taxi pero en este lugar nada es seguro. Un día subí a un taxi, el hombre del taxi me vió y yo observé en su mirada la maldad que el había provocado. Ese hombre asesinó a sangre fría a toda su familia. Días después el hombre se suicido.
Llego al centro comercial y entro, compro lo necesario como; cereal, leche, huevos y bebidas. Después voy hacia la caja y coloco las cosas en el mostrador, el hombre encargado de la caja me dice el precio total, pero es incorrecta la cantidad que me dice, el precio que el dió era el doble del total correcto.
-esto es el doble de todo.
-ese es el precio- dijo el hombre.
Me acerqué al hombre intentando intimidarlo. -¿intentas estafarme?.
-no... yo no haría eso- respondio nervioso.
-suenas nervioso, ¿acaso mientes?.
Me da un poco de coraje que el hombre haga esta clase de cosas, pero debo controlar mi ira sino perderé el control y no se sabe que podría llegar a hacer.
-vuelve a revisar el precio.
El hombre lo reviso. En su mirada se mira muy preocupado, creo que me he pasado.
-oh valla, usted tenía razón- dijo el.
¿Realmente pensó que podría engañarme?, se notaba en la mirada del hombre y también su tono de voz que intentaba engañarme pero no le doy vueltas al asunto.
Luego de pagar me retiro del centro comercial. Camino 3 cuadras y siento esa típica sensación de ser observado, volteo mi mirada pero no encuentro nada sospechoso.
Sigo avanzando y falta muy poco para llegar al hotel, pero por accidente tropiezo con una chica rubia, ojos celestes, piel blanca y lleva una mochila. Se caen las compras que había hecho y a ella se le caen sus libros. Recojo uno de sus libros para ayudarla y observó una identificación en el libro.
Su nombre era Stephanie Elena, estudia en la "Academia Aguilar" y su libro es de matemática.
Luego de recoger todo, ella pregunta- ¿estas bien?
-si, y ¿tu?
-si- respondio ella.
Miro atrás de la chica y observó a dos hombres que se dirigen hacia nosotros. Iban vestidos formalmente y cargaban un objeto en sus manos, era un arma, pero no cualquier arma sino un revolver bulldog, un arma muy potente que mataría al instante a una persona. A los rojos no los mataría pero si les causaría gran daño. Esos hombres eran de los peónes y parecían buscarme. Yo me alejo de la chica y comienzo a correr, ambos hombres también corren y me siguen.
Subo a la azotea de un edificio y ellos me persiguen. Sigo corriendo y saltando de edificio en edificio hasta llegar al hotel, llevo mucha ventaja sobre ellos así que logro despistarlos y ellos dejan de seguirme.
Entro a mi habitación muy cansado y me acuesto en el sillón, enciendo la televisión y veo el noticiero.
En el noticiero hablan de una mujer que ha asesinando a otras personas. También que esa persona esta siendo buscada. Luego muestran la imagen de la sospechosa pero es muy borrosa, dicen que aún teniendo su foto no la logran identificarla. Yo al ver la imagen de la sospechosa quede petrificado, esa chica era la misma con la que choque en la calle.
Se escucha que alguien llama a la puerta, voy a abrir y veo a la chica de antes. No tenía miedo de que me asesinara por que soy un rojo, pero me quede sorprendido.
-¿cómo me encontraste?
-cuando tropezamos se te calló tu identificación- respondio.
Ella acercó su mano hacia mí y me dió mi identificación.
-muchas gracias
Ella mira la televisión de mi habitación y se dió cuenta que hablaban de ella y que la buscaban.
Se acerca a mí y yo retrosedo poco a poco, luego ella se lanza contra mi, yo no logro esquivarla y...
-ayúdame, ¡por favor!- dijo ella con los ojos sollozando.
