38 8 0
                                    



Eran las 5 de la tarde y el sol estaba cayendo, llegué puntual a la casa de Jongin, él ya se encontraba afuera sentado en las escaleras de la entrada. Lo saludé con un gesto y respondió de vuelta.

Bueno, necesito que me ayudes con esa caja de allá — señaló a una caja mediana que estaba sellada — No es muy pesada, pero necesito mover lo que falta rápido, así que yo llevaré ésta.

Asentí, me acerqué a la caja y la levante sin dificultad decidido a caminar y entonces recordé que no me había dicho hacia dónde debía llevarla. No dijo nada y comenzó a andar así que solo lo seguí. El camino me parecía conocido pero el sol no me permitía ver con claridad hasta que tomamos una vereda donde había pinos y el clima se sentía más fresco.

Solo fueron 10 minutos de camino. Al bajar la caja cuando habíamos llegado, entendí por qué me era tan familiar. Estábamos frente al lago con una vista preciosa, había olvidado por completo lo bonito que era. Se había conservado debido a que ya casi nadie acudía a este sitio. Estaba tan perdido en lo bello que lucía, que tardé en escuchar la voz de Jongin hablándome.

Parece que no reconoces este lugar.

Hace mucho tiempo que no venía aquí, es incluso más grande de lo que recordaba.

Bueno, debemos dejar las cajas por ahí — señaló algo parecido a una cabaña y afuera de ésta se encontraban las cajas que Jongin había traído anteriormente — solo colócala ahí y regresaremos por las faltantes.

Hice caso a lo que dijo y regresamos a su casa a traer las cajas que faltaban. Era incómodo, pero reconfortante estar solo así, sin hablar. Porque Jongin era alguien que a pesar de que cuando hablaba decía mucho, no tenía interés en hablar todo el tiempo. Quería preguntar sobre él, sobre su vida, porque la curiosidad me mataba, pero no parecía correcto en ningún momento.

•••

Luego de 2 horas y media yendo y viniendo, decidió que era todo por el día y que debíamos descansar, así que nos sentamos frente a la cabaña con las cajas alrededor viendo al lago mientras el sol se metía. Hubo un silencio que más que incomodo era tranquilizante, hasta que habló.

Mañana cuando terminemos te pagaré — dijo mientras veía más allá del lago.

No es necesario que me pagues, es lo que los vecinos hacen por sus vecinos — dije con inseguridad esperando que lo tomara de buena manera y solo asintió.

Parece que estuviera solo ¿no es así? — habló con voz suave y aún más seria de lo normal, luego hizo una pequeña mueca parecida a una sonrisa — No estoy tan solo, tengo estas cajas y tú estás aquí... - continuó sin siquiera voltear la mirada que seguía fija en el lago.

Y no supe qué decir, sus palabras oprimían mi pecho por alguna extraña razón y mis ojos se sentían como a punto de llorar, pero contuve todo e intenté hablar lo mejor posible.

Claro, estoy aquí — dije casi para mí mismo — si necesitas algo aquí estaré.

Otro silencio largo comenzó, el cielo ya estaba oscuro y las horas habían pasado demasiado rápido. Me armé de valor y hablé yo primero esta vez.

La noche siempre me ha gustado sabes, pero justo ahora luce perfecta con la luna ahí.

Por primera vez Jongin volteó y contempló mi cara por casi un minuto, todo mi ser se removió, mi cara se tornó roja y caliente, sin embargo la obscuridad impedía que lo notara. Volteé por curiosidad como era costumbre en mí y me encontré con sus ojos viéndome fijamente, su mirada reflejaba tristeza y deseo, todo en uno solo, mi estómago se revolvió y quedé paralizado.

Solo segundos pasaron cuando sentí sus labios sobre los míos, emanaban tanto calor que me dejé llevar al instante. Nuestros labios encajaban a la perfección, sentía el deseo puro, haciendo que el beso se tornara más pasional de lo que esperaba. Todo se borró de mi mente y solo estaba concentrado en él, en la noche y nuestras bocas. El beso parecía infinito e interminable, lo tomé por el cuello y lo acerqué más a mí sin perder el ritmo y Jongin me atrajo con sus brazos.

Su cuerpo cercano al mío se sentía tan familiar, como si ya hubiera experimentado nuestro calor junto. El deseo pasional nos carcomía, coloque mi mano bajo su playera y acaricie su espalda, la acción me dio punzadas por todo el cuerpo al sentir su suave piel.

Jongin detuvo el beso para levantarse y luego levantarme, me dio un beso corto, tomó mi mano y me dirigió hacia la cabaña. No sabía cómo todo había llegado tan lejos así de rápido, estaba besando a alguien que acababa de conocer, alguien a quien había visto de lejos por años y que jamás se había acercado a mí, alguien de quien solo sabía su nombre, que tenía montones de cajas con quien sabe qué cosas dentro y que no estaba solo, que yo estaba ahí.

•••

BAD BLOOD ~ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora