Al día siguiente los mismos cinco amanecieron con Eric en el hospital. Él estaba harto de verlos, y se alegró cuando sus padres llegaron y sus amigos se fueron al fin.
Sus padres le explicaron que ellos no podían quedarse toda la noche en el hospital como lo hacían sus amigos, porque trabajaban todos los días, en cambio ellos cinco sí que podían hacerlo ya que eran vacaciones de verano y no tenían otra cosa que hacer.
Durante los siguientes dos días la gente iba y venía, gente que él no sabía que conocía lo saludaba y le deseaba una buena recuperación. Lo único que Eric realmente deseaba era que todo fuese como en las películas; haber podido despertar por completo aquella vez, cinco días atrás, levantarse de su cama y andar por el mundo como lo había hecho antes.
En cuanto por fin se le consideró lo suficientemente recuperado como para salir del hospital por un tiempo sus amigos lo sacaron y lo metieron en el coche de Marilyn.
Aunque la radio iba casi a todo volumen lo único que se escuchaba eran los alaridos de los cinco amigos. Todos cantaban mucho más alto de lo necesario y hacían caso omiso de él, que se encontraba embarrado contra el vidrio.
Marilyn se estacionó frente a una taquería y Eric los siguió al interior de mala gana.
Se sentaron en una mesa doble y una mujer les pasó el menú.
-Hola, Eric -lo saludó esta -. Ya tiene tiempo que vienen ellos solos sin ti, yo que tú los golpearía.
Eric le mostró una sonrisa fugaz y bajó su mirada al menú.
-Eric estaba enfermo -lo excusó Daniel y le dirigió una sonrisa a la mesera, ella asintió y se fue.
-Ok, ¿alguien me explica quiénes son y por qué me junto con ustedes? -pidió Eric -a ti te conozco, obviamente -dijo señalando a Marilyn -, a ti también. Eres Fernando ¿cierto? De las clases de guitarra.
Fernando asintió, tomó un limón, le puso sal y se lo metió a la boca. Eric le dirigió un gesto de asco.
Aunque Fernando seguía siendo guapo, era menos atractivo que los otros dos. Era el único con el pelo corto, aunque aun así se distinguía perfectamente cuan chino era su cabello, sus ojos eran de un café oscuro, tenía la nariz un tanto alargada y los labios finos.
¡¿Por qué se estaba juntando con Marilyn y Fernando, precisamente?! Los odiaba a los dos, ambos eran muy pesados.
Fernando era del tipo de persona que te citaba afuera de la academia de música y te golpeaba por cualquier estupidez, de esa gente que siempre quiere tener la razón, también todos los solos y papeles principales. Había solo una cosa que a Eric admiraba de Fernando; él era abiertamente gay, había sido lo suficientemente valiente como para decirlo, y, de alguna manera, nadie se metía con él por serlo, todas las personas que Eric había conocido, las que conocían a Fernando, lo respetaban.
Eric lo era también. No valiente, ni respetado, mucho menos abierto; solo gay. Él tenía previsto decirlo algún día, pero pensaba esperar a estar enamorado de una persona que le correspondiera, eso era lo que se había dicho siempre.
-No te agrado -afirmó Frenando sacándose el limón de la boca. Eric negó -. Porque te pegué poco después de que entraras a la academia -volvió a adivinar.
-No, no es por... Espera ¡¿Qué?!
Daniel fue el único que no se burló. Tenía la nariz metida en el menú, fingiendo que leía las órdenes disponibles; no seguía las palabras con la mirada y levantaba la vista hacia Eric bastante seguido.
-Eso ya debe tener cerca de un año -comentó Fernando - ¿No te acuerdas?
Eric negó molesto.
- ¿Y tú qué? -le preguntó a Carlos, sin notar la brusquedad en su tono de voz.
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Amnesia ~Gay~
RomanceAyer Eric era un chico de Estados Unidos que se acababa de mudar a México con su familia. Un chico malhumorado, antisocial y sin amigos. Un chico bastante deseado, pero que sólo él mismo se sabía gay. Hoy Eric despierta en la sala de un hospital, ha...