Capítulo I: Todo Comenzó

3 0 0
                                    

Bajo las escaleras y el engendro maligno (Mi hermano) baja junto a mí con una sonrisa malvada... Algo hizo este enano me digo a mi misma.

Subo rápidamente hacia mi habitación, si le hizo algo a mis cosas seguro que lo ahorco... Reviso desde el armario hasta bajo la cama, pero no encuentro nada, simplemente me empiezo a asustar, estoy segura de que Alex está tramando algo.

Iba a bajar tranquilamente, cuando de pronto escuche a Alex hablando con alguien, me asomo por el cerrojo de la puerta, y está hablando con la nada, y yo que pensaba que ya era raro.

Confundida me dirijo de nuevo a mi habitación, cierro la puerta y conecto mi IPod al parlante.

En pocos segundos, We Don't Talk Anymore está inundando mis oídos, me dejo llevar y comienzo a subir el volumen... Estaba muy relajada, pero de repente escucho un golpe fuerte en la puerta, pienso que es el enano fastidioso de mi hermano y no presto atención, luego fueron dos golpes pero un poco más tenues, al rato tres... Ya me había cansado así que decidí abrir la puerta, para mi sorpresa del otro lado no había nadie...

- Este pequeño y sus bromas - Digo fastidiada.

Camino hacia su habitación pero no está, algo llama mi atención en el patio trasero, miro por la ventana y no puedo creerlo allí esta Alex...

Dejo de lado la situación y me encamino hacia mi habitación nuevamente, entonces algo me detuvo, un frio que erizo mi piel, hizo que mirara hacia atrás, allí perdí la cordura. Note como una sombra negra se escondía en la habitación de Alex, como en ese momento me sentía investigadora del F.B.I simplemente quise ''Analizar la situación''.

Pero no halle nada, de verdad estaba volviéndome loca...

De nuevo lo olvido todo, bajo por algo de tomar, y en eso veo la misma sombra, decidida tomo un cuchillo del estante de la cocina, camino hacia la sombra y nuevamente se pierde. Y yo que sentía la adrenalina al 100%.

Salí a jugar con Alex, necesitaba despejarme, cuando lo llame, vino corriendo aliviado, me abrazo y me dijo:

- Lucia, gracias a Goku estas aquí.

- ¿Qué paso, enano? – Digo riendo y alborotando su cabello.

- Hay una sombra que me sigue – Dice señalando el suelo.

Comienzo a reír como psicópata.

- Alex – Digo comprensiva – Es tu sombra, tarado.

- Lo siento – Dice avergonzado.

Tras eso, me dispuse a jugar con él. En un par de horas estaba nadando en sudor y no sentía las piernas.

Aburrida entro a casa y de nuevo veo la sombra.

- Alex, ya sé que eres tú y no me asustas.

Cuando noto que nadie me responde. Salgo disparada hacia mi habitación.

Imaginario... A veces puede ser real.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora