Capítulo 02: Hyukjae

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Parece que, después de todo, sí podré llevar a cabo mi grandiosa idea. Abro la puerta trasera del auto, me subo y entonces miro al torpe de Donghae. Abre los ojos asustado cuando separo las piernas y le hago señas para que se siente allí, pero por supuesto que lo ignoro y lo jalo de la mano para obligarlo a subir. Lo hago sentarse allí y le rodeo la cintura para inmovilizarlo.

Pensé que sería divertido incomodarlo, pero obviamente fue una mala idea. No tanto porque el chico esté muy tenso y atemorizado -como si fuera a violarlo o algo por el estilo-, si no porque lo tengo entre las malditas piernas y como el jodido adolescente que soy, no dejo de pensar en idioteces. Siento su calor corporal, y su cabello me hace cosquillas en la cara y el huele a vainilla. Vainilla. Un chico adolescente oliendo a vainilla.

No sé... un adolescente normalmente olería al desodorante, a algún perfume barato, a crema de afeitar o algo así. Demonios, olerían a sudor o a días de no bañarse, no a vainilla. Es ridículo y hasta insólito, pero es delicioso y de alguna manera encaja en él. Con esa apariencia tan suave que tiene.

-¿Qué? -Es la respuesta de Jongwoon cuando Heechul les informa que no iremos a la fiesta-. ¡Ryeowook me está esperando!

-Pues entonces ve tú solo -es la respuesta de Heechul.

-Aish! -exclama Jongwoon.

-¿Están seguros de esto? -suspira Siwon, dirigiéndose a Heechul y a mí.

-Sí, tú solo conduce. Y para ti está bien, ¿no? Estabas diciendo que no querías ir a ninguna fiesta.

Siwon suspira y sacude la cabeza.

-No puedo creer esto -masculla Jongwoon y entonces me da una de sus raras miradas fijas.

-No me mires a mí. Esto fue idea de Heechul, no mía -le espeto.

Veinte minutos después, nos encontramos en un parque solitario, pero seguro. Está cerca de donde vivo junto con Heechul. No está tan mal, traigo una botella y unas cervezas que robé de la fiestesucha esa.

-En serio no puedo creer esto -repite Jongwoon una vez más, pateando la grava del suelo-. ¿Qué se supone que hacemos aquí?

-Nada. Y puedes irte con tu noviecito, nadie te detiene -le espeto, poniendo los ojos en blanco. Estoy sentado en uno de los columpios, Heechul se columpia como si nada en el otro columpio de al lado y Donghae... solo se comporta como Donghae a mi otro lado. No hay nada interesante que decir sobre él.

-¡Siwon! ¿Qué hacemos aquí? Ya vámonos -le dice Jongwoon a Siwon, que solo nos mira con las manos en los bolsillos.

-Alguien tiene que quedarse de niñera -responde suspirando.

-Oh, muchas gracias. Ya me siento seguro -respondo, abriendo una cerveza. Le doy un delicioso trago y se la ofrezco a Donghae, que me mira como si me hubiera crecido una segunda cabeza y luego sacude la cabeza como si le ofreciera un vaso con escupitajos-. Anda, no seas grosero, tomala -le digo más bruscamente.

-N-Noc-creoques-sea... -tartamudea, mirando asustado hacia todos lados, como si esperara que alguien viniera a arrestarlo en este mismo momento.

-No pasa nada, venimos aquí todo el tiempo. Tómala, ahora. -Lo miro fijamente hasta que el peso de mi mirada lo hace tomarla-. Buen chico -le digo mientras comienzo a abrir otra.

-Aish... -vuelve a quejarse Jongwoon, pateando piedrecitas hacia donde estoy.

-Jongwoon, si vuelves a decir otra maldita cosa... -mascullo, pellizcándome el puente de la nariz. El me mira indiferente y se encoje de hombros. Después de unos minutos en los que nadie lo escucha, suspira, me arrebata la cerveza y se deja caer rendido en una pequeña acera que rodea los columpios.

Pececito  [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora