Mi sueño se vio interrumpido por una voz que conocía de toda la vida.
-Despierta, muerta –Eric me movía de un lado a otro en mi cama intentado despertarme. Yo sólo me quejé, gruñí y me tapé con las sábanas-. ¡¡Que despiertes, cadáver!! –Me dio con una almohada en la cabeza. Reproché y lentamente me senté en el colchón.
-¡Mierda! ¡¿Qué no tienes respeto por los muertos?! –le recriminé, sobando mi parte atacada con una mano y tallándome los ojos con la otra. Él rió y yo le seguí.
-Vamos a conocer la ciudad.
-¿Madre y padre te llevan? –bostecé.
-No, mamá y papá dieron permiso. Yo te llevo a ti –sonrió cuando abrí los ojos y le miré. Claro, mis padres jamás me llevarían a mí, sólo a su niño adorado-. ¡Anda, que se nos hace tarde!
Y salió corriendo de mi habitación.
-Ya me cansé de caminar –lloriqueó Eric después de poco tiempo, recargando su peso contra mí y empujándome al lado contrario al que él se encontraba.
-Llevamos quince minutos caminando, ¿cómo puede ser posible?
-Cárgame, ______ (T/N).
-¿Estás de broma? ¡Pesas demasiado! Deja de ser quejica. Además, ésta fue tu idea.
-¡Pero no pensé que sería una ciudad tan grande!
Bueno, ¿y qué esperaba de Vancouver?
Seguimos caminando por poco tiempo más, llegando a una plaza que se encontraba fuera de un centro comercial. Ahí había unas bancas en las que Eric me rogó que nos sentásemos, prácticamente empujándome hasta que llegamos a ellas y él se desplomó sobre una, arrastrándome consigo.
-Eres insufrible –sonreí y dije con tono de burla, incorporándome y empujando el cuerpo de mi hermano para que dejase de apoyarse sobre mí, aplastándome con su peso.
-Y yo tanto que te quiero. No merezco tu maltrato –él dramatizó, una vez más dejando caer su cabeza sobre mi hombro y extendiendo sus piernas sobre el suelo, causando que un extraño que iba pasando se tropezara con uno de sus pies. Eric rápidamente se enderezó en su asiento y en un estado casi de pánico habló:- ¡Lo siento mucho!
El desconocido, con una gorra sobre su cabeza que escondía gran parte de su rostro, sólo le miró por unos segundos antes de sonreír ligeramente.
-No te preocupes. Ten más cuidado –dijo con voz profunda, al parecer no molesto, y prosiguió con su camino sin mirar atrás con las manos metidas en sus bolsillos.
-Además de fastidioso, despistado –bromeé de nuevo, riendo ligero y volteando a ver a Eric una vez el desconocido estuvo fuera de mi campo de visión. Mi sonrisa desapareció cuando mis ojos se posaron en el rostro de mi hermano, pálido como no lo había visto nunca y con los ojos abiertos de par en par, de vez en cuando mirando hacia donde había ido el desconocido aunque sin mover su cabeza-. ¿Estás bien?
Asintió con la cabeza rápidamente y noté que todo su cuerpo se había tensado. Yo sabía que a Eric no se le daba bien el tratar con gente extraña por primera vez, pero esta situación, en la que no habían ni siquiera entablado una conversación como tal, no me pareció que entrara en la categoría de "cosas que ponen a Eric nervioso".
-Oye...
-Creo que ya descansé. ¿Podemos ir adentro? Apuesto a que la tienda de videojuegos es enorme –sonrió nervioso, señalando hacia el centro comercial frente a nosotros con su mano ligeramente temblorosa.
ESTÁS LEYENDO
Fuego.
Fanfiction{Jeff the Killer x _______ (T/N)} Muerte y destrucción, vida y salvación. Conozco personas que son como el fuego. ¿Qué nos sucederá si yo soy el agua y el viento?