(¿Piensas seguir guardando esos sentimientos que tienes hacía él?)
Un silencio inundaba la habitación del castaño.
Su segunda personalidad "Fredd" había tratado de convencerlo de renunciar al ridículo plan de ayudar al pelirrojo a declararse, fue ignorado completamente.
(Esta bien, no me escuches, pero recuerda no eres el único que esta enamorado de Foxy, y yo no pienso guardarme mis sentimientos y ver como va y se le declara a alguien más)
El pelinegro estaba enojado, al castaño no pareció importarle en lo más mínimo así que ignorando los gritos que daba el de ojos oscuros dentro de su cabeza se dirigió al cajón del mueble que estaba junto a su cama. Abrió el cajón y saco un frasco con pastillas, tomo dos de ellas y las trago con ayuda de una botella de agua.
Los gritos se fueron...
No había más regaños...
Lentamente se deslizo por el suelo ocultando su rostro entre sus rodillas, dejando escapar una que otra lagrima.
-Perdóname Fredd, se que tienes razón, pero si te dejo el control algo saldrá mal...quiero a Foxy...por eso quiero que sea feliz...quiero verlo sonreír...quiero estar a su lado- limpio las lagrimas con su manga -por eso lo ayudo para que este con Chica...ella lo hará feliz-
Él jamás sera feliz a mi lado...
No quiero perderle...
Lo amo demasiado....
Deseo verlo sonreír...
Aunque su sonrisa no esta dedicada a mi...
A la mañana siguiente el castaño llego a la escuela sin muchos ánimos, había llorado toda la noche pensando en el pelirrojo.
¿Tan patético era?
Si, esa era la respuesta que él mismo se daba.
Al entrar al salón de clases noto como sus amigos lo llamaban, fue hacía ellos una vez que dejo sus cosas.
-Buenos días Freddy- dijo energéticamente la rubia
-Hola- el pelimorado lo saludo sonriendo - wou Freddy luces más horrible que de costumbre-
-¿gracias?-
-¿Te paso algo Freddy? Puedes contarnos lo que sea- decía el de ojos plata colocando su mano en el hombro de Freddy en señal de apoyo.
-No es nada importante, pero gracias por preocuparse chicos- sonrío a sus amigos
La rubia y el pelimorado siguieron hablando en sus asientos dejando al oji-plata y al castaño.
-Entonces...¿qué paso Freddy?-
-Ya te dije que no ocurría nada Golden- odiaba tanto que el rubio fuera tan observador como para no creerse sus mentiras
-Freddy, soy tu mejor amigo, se cuando mientes- dijo cruzándose de brazos esperando la explicación del castaño.
-....si me conoces bien entonces deberías saber que me pasa-
-¿Acaso Fredd te metió en problemas?-
-no-
-entonces...oh claro, fue él - dijo el rubio mirando a su amigo el cual solo mantenía su mirada fija en el suelo -Freddy, si te sientes así ¿por qué sigues ayudándolo?-
-Por que lo amo- dijo en un susurro bajando la mirada
-Pero Foxy jamás se dará cuenta si no se lo dices-
-¿Decirme qué?-
La voz del pelirrojo sorprendió a ambos chicos, los cuales se miraron entre si para tratar de buscar una excusa creíble.
-Entonces...- el pelirrojo estaba esperando una explicación
-bueno...- el rubio fue el que se atrevió a hablar -que...se cancelara el martes de pudin..- dijo dudoso jugueteando con sus dedos esperando a que el oji-ámbar le creyera.
-¿¡QUÉ?! ESO NO PUEDE SER POSIBLE- se tiro al piso llorando
En ese momento ambos chicos agradecían que el pelirrojo era algo tonto.
Freddy seguía caminando por los pasillos de la escuela, buscando a cierto pelirrojo para ir a casa juntos, hasta que una voz lo hizo salir de sus pensamientos.
-Te estado llamando desde hace rato- una chica de coletas con cabello azul se paro frente a él parecía molesta y Freddy solo trataba de averiguar quien era. -¿por qué pones esa cara de idiota?
-eh?? Lo siento es sólo que yo....no te conozco- dijo tratando de calmar a la chica, lo cual no dio resultado y termino recibiendo una cachetada de parte de la asiatica que se fue molesta.
-wau, pero mira como te ha dejado la cara- dijo el pelirrojo acercándose al castaño -parece que tienes problemas con las chicas-
-yo...yo de verdad no la conocía- dijo masajeando su mejilla -que día más extraño-
-bueno vamonos, el ensayo sera en mi casa- dijo caminando junto al castaño
-estas seguro foxy- el castaño tenía un notorio sonrojo, tal vez la casa del de ojos ámbar no era la más bonita, era tenebrosa, y aún seguía traumado por su mascota.
-¿acaso no quieres ir a mi casa? Además estaremos solos- esto hizo que el castaño se sonrojara aún más -y podrás ver a Salchica III-
-¿No era salchicha II?-
-Digamos que hubo un accidente mientras lavaba la ropa...-
-Lo lamento-
-Tranquilo, vámonos de una vez- tomo su brazo llevándose al castaño más rápido.
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