I

4 1 0
                                    


El viento hacía ondear su pelo. No le importó.

Tomó una bocanada de aire y sintió como el viento se acercaba a sus palabras. Si no las decía en ese momento se encerrarían con las demás, volviéndola nuevamente esclava del silencio.

Exhaló, dejó que el viento se llevara sus palabras. Imaginó que las palabras arrastradas por el viento, casi convertidas en historias, volaban y surcaban los cielos con gracia.

Imaginar es algo que hacía siempre. Y observar. También observaba.

Miró una última vez a sus palabras antes de marcharse a paso precipitado del lugar. Quería despedirse de ellas porque sabía que estaban en el camino del olvido, para reunirse con sus otras palabras.

Las otras...Ya casi no las recordaba, las echaba de menos.

No podía recordar ninguna.

Pero eso no importaba ya, porque el viento las recordaría por ella, y eso era suficiente.

Notó como el cielo la observaba caminar, ansioso de poder robarle algunas imágenes triviales de su mente. Ella se lo permitió.

Ya estaba acostumbrada a estos intercambios de palabras y recuerdos, aunque no se deberían llamar así, porque como sus palabras, acababan en el olvido. El trueque consistía solamente en entregar sus palabras y recuerdos a cambio de que estos nunca serían olvidados.

Ella sabía que todas las personas en ese lugar hacían lo mismo, pero de alguna forma se sentía diferente. Porque lo era, ella había sido la única persona suficientemente ingenua para pensar que el viento solo se llevaría las palabras que ella quisiese y no todo lo que este fuera capaz de arrastrar.

Ella dijo su nombre. Un nombre que el viento repetía en cada esquina, para burlarse de ella.

Pero a ella no le importaba, de todas formas antes nunca lo usaba, ¿de qué le iba a servir ahora?

Caminó hasta que el sol se cansó de robarle su vida, hasta que salió la luna. Oh, la maravillosa luna, inspiradora y hermosa luna. La luna era como ella, observaba y entendía, no robaba nada ni a nadie.

Pacifista luna, que diferente era del avaricioso sol, ella era paciente y tranquila, relajante y amorosa. Parecía entender y admirar las maravillas del mundo sin darse cuenta que ella también era una de esas maravillas que tanto apreciaba.

Ella era otra de esas maravillas, pero estaba cegada por su melancolía.

* * * * * * * * * *

Caminaba solitaria, buscando una rendija en el alfeizar para encerrar sus sentimientos en lo más profundo del edificio abandonado que habitaba junto con otros vagabundos.

Pensó en saltar al vacío. La sensación del viento en su piel, incapaz de deternerla. Imparable viaje hacia la muerte.

¿Sentiría tristeza, se arrepentiría, otros se arrepentirían? Quizá.

Solo había una forma de comprobarlo.

Miró hacia la acera que le esperaba, impaciente. Giró su cabeza hacia el cielo estrellado y observó a la luna.

Le pidió un último consejo.

Como siempre, la luna no le contestó. Pero le dedicó una sonrisa y prometió brillar más para ella al día siguiente.

Así que esperó un día más. Solo para ver la luna más brillante que nunca.

La luna mostró todo su esplendor, y ella se lo agradeció.

Cuando se disponía a moverse la luna le prometió verse más espectacular la noche siguiente, y le pidió que la observaba un día más.

Le aseguró a la luna que la observaría en su momento más espectacular.

* * * * * * * * *

La luna cumplió su promesa una noche tras otra y ella estaba encantada.

La belleza de la luna no dejaba de sorprenderla. Para describirla, ella dejó de entregarle palabras al viento y se las guardó a la luna durante el día para entregárselas cada noche.

La luna se las devolvía cada noche, "tú te las mereces más", le decía desprendiendo un una sensación agradable, y ella le sonreía sin decir nada más.

Había olvidado qué contestar.

Pero estaba bien.

A la luna no le importaba, sabía que ella lo intentaba con todas sus fuerzas.

Y así, ella y la luna se volvieron una sola alma, unida por la belleza de las palabras que las describían. Dos obras de arte cuyo esplendor sólo podía observarse en la oscuridad de la noche.

Fin.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 14, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Historias Cortas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora