Clothing, Makeup and Amnesia || Larry Stylinson

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— ¿Aún no estás listo? — Los dulces y tiernos ojos azules de el amigo de Harry, Niall, se asomaron precavidos por la puerta de la habitación de el ojiverde. Observó a este sentado en una orilla de la cama y solo tenía puestos sus jeans negros ajustados y sus calcetines. Su torso estaba desnudo, y no se le veían ganas de seguir vistiéndose.

— No lo entiendo.—Rió sin gracia.— ¿Por qué tenemos que ir a su funeral, si su cuerpo ni siquiera está presente? ¿Dónde está él?— Lo miró con cierto dolor. Haciendo que el ojiazul entrara, cerrando la puerta detrás de él. 

— La policía dijo que lo más posible es que su cuerpo haya salido del auto por las ventanas rotas y haya llegado al mar, en ese punto ya no podrían encontrarlo porque aquel ya no es su territorio. Y aun así, tal vez a él le hubiera gustado que fuéramos a despedirnos.— Camino lentamente hacia él, sentándose a un lado suyo en la cama.— Vamos, vístete. Este o no físicamente, necesita que le demos un último adiós, y se lo daremos, se lo merece.— Le dio una sonrisa tranquilizadora y le entregó su camisa negra abotonada. Este se levantó de su lugar y se la puso.

— El hecho de saber que estoy vistiéndome para asistir al funeral de mi novio me da una sensación de repugnancia, de asco. Soy un asco.— Negó con una sonrisa triste.— Nunca debimos pelear, de lo contrario ahora mismo estaríamos felices haciendo cualquier tontería, como la mayor parte del tiempo en el que estábamos juntos.

— Harry, debes dejar de lamentarte por su muerte, no fue tu culpa.

—¿Qué no fue mi culpa?—Contestó un tanto alarmado mirando en su dirección, alzando una ceja, incrédulo.— Tú no lo sabes. Tu no estuviste ahí.

—No estuve. Si, tienes razón. Pero te puedo asegurar que tú no fuiste el culpable, tú no lo obligaste a entrar en ese río ¿O sí?

—Prácticamente huyó de mí ese día. Si nunca lo hubiera dejado ir, nada de esto estuviera pasando ahora mismo.

—Louis escogió irse ¿Se lo habrías negado?— El rizado negó.

— Nunca le negaría nada.

— Y por favor, es Louis. El pequeño Louis de buen corazón. ¿Crees que te esté guardando rencor ahora mismo?— Negó de nuevo.— Bien, ahora que te he ayudado a reflexionar un poco, tal vez quieras terminar de ponerte tus zapatos.— Le dio una ligera palmada en la espalda y se retiró de la habitación, dejando de nuevo a Harry completamente solo.

Después de un largo y pesado suspiro, se colocó sus botines negros de tacón bajo.《Los favoritos de Louis.》 Se puso su sombrero favorito, que escondía parte de su cabello, dejando pequeños rizos rebeldes fuera y tomó unos lentes de sol para tapar sus ojos rojos e hinchados por las largas noches de desvelo que se pasó llorando.

¿Quién dijo que las personas sólo lloraban dos días a los muertos?

Harry se la pasaba llorando, encerrado en su cuarto, sin comer, sin hacer absolutamente nada. Solo acostado, mirando hacia cualquier lado, pensando en lo jodida que estaba su vida sin Louis.

Se convirtió en su rutina diaria desde que la policía lo llamó, avisando que habían encontrado el coche de su amado a orillas del río completamente destrozado. Hace una semana aproximadamente.

Y las semanas que le faltaban.

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— No estoy preparado para esto, Zayn.— Susurró al moreno a su lado cuando cruzaron las enormes puertas del cementerio y llegaron hacia el lugar donde rendirán homenaje a Louis. Había varias personas presentes y no conocía a la mayoría de ellos. Harry sonrió inconscientemente al recordar lo sociable que era Louis con todos.