Thinking About Perfect Love (Camren) Parte 2

Capítulo 40- Dolor

****Os faltan tres votos, pero como no soy (Tan) mala os actualizo ya :)****

POV LUCY

Cuando llegué al hospital entré corriendo en la sala donde Vero se encontraba, estaba comenzando a despertar, el doctor le puso anestesia para que volviera a dormir y así poder hacerle una cesárea, Vero no podía pujar y para colmo, el bebé traía el cordón umbilical enredado en el cuello, por lo que necesitaban hacer la operación lo antes posible

La situación era muy tensa, había alrededor de cinco médicos en la sala tratando de salvar la vida de ambos, todos hacían movimientos rápidos mientras yo lloraba inconscientemente

En estos momentos la vida de ambos estaba en peligro

-¿Es usted la señorita Vives?- me preguntó el doctor y yo asentí limpiando mis lágrimas –Debe responderme a una pregunta bastante importante en esta situación- dijo de nuevo el doctor

-Claro- dije con algo de nerviosismo en la voz

-En caso de que las cosas se compliquen más, y solo podamos salvar la vida de uno... ¿A quién quiere que salvemos? ¿Al bebé o a la señorita Iglesias?- preguntó y tragué seco

A quien salvo, ¿Al bebé por el que tanto luchó Vero... a mi hijo...? ¿O al amor de mi vida y madre de mis otras dos hijas?

-A Verónica- respondí con lágrimas en los ojos, sé que Vero no hubiese querido eso, pero tenemos a dos hijas más que necesitan a su madre, y yo la necesito a ella, puede sonar egoísta, pero es la realidad

-Bien, ahora debe salir- me dijo el doctor y lo miré atemorizada –No puede estar aquí, es una operación de riesgo, debe ir a la sala de espera junto al resto de los familiares- dijo y casi me botó de la sala, una vez fuera miré por la pequeña ventanita de la puerta y vi como todos los médicos de la sala atendían a mi ex-esposa, me permití llorar, porque en estos momentos, Vero, se está debatiendo entre la vida y la muerte, al igual que mi hijo... porque, a pesar de todo, ese bebé era mío, y si sobrevive lo voy a amar con todo mi ser, al igual que a mis otras dos pequeñas

Limpié un poco mis lágrimas y caminé lentamente hacia la sala de espera, posiblemente no habría nadie, pero el doctor me dijo que esperase allí, y eso haré

-¿Mami?- escuché una dulce voz rota, miré hacia el lugar donde provenía y vi a mis hijas junto a Camila, Lauren, Dinah, Normani y Keana

-Hola cielo- susurré con la voz igual de rota, no me molesté en ocultar mis lágrimas porque allí todos estaban casi igual

Mis hijas corrieron hacia mí y me abrazaron, me arrodillé para quedar a su altura y las envolví en un fuerte abrazo, necesitaba a estas pequeñas más que nunca

-¡Lucía, te mato!- el grito de Camila retumbó en la sala y vi como Lauren la sujetaba –todo esto es por tu culpa- gritó de nuevo –La dejaste tirada, el estrés, los nervios y el agobio hicieron que Vero esté en esta situación ahora, y la causante de todo eso eres tú- escupió molesta –No sé qué mierda haces aquí-

-Camz, tranquila- le dijo Lauren tratando de calmarla mientras las lágrimas brotaban de mis ojos, tenía razón, soy una mierda, abandoné a mi mujer y a mis hijas en el peor momento y todo esto es por mi culpa

-Mami, ¿Ya no nos quieres?- preguntó Hailee con los ojos llorosos

-Cielo, yo os amo, nunca pienses lo contrario- dije limpiando mis lágrimas

-Si nos amaras no te hubieras ido todo este tiempo- dijo Emma, se me olvidaba que esta niña es demasiado lista, por eso trataré de explicarle

-Emma, necesitaba irme, necesitaba estar tranquila, pensar, desconectar... seguro que ya mamá te ha contado lo que pasa ¿Verdad?- le pregunté y ella asintió triste –Yo estaba muy triste porque yo amo muchísimo a vuestra madre, yo no quería dejaros, pero necesitaba alejarme y pensar... yo aún amo mucho a vuestra madre y no quiero dejarla nunca, pero ella me odia... y tiene motivos para hacerlo, entonces decidí irme para no empeorar las cosas- dije triste y ellas parecieron comprender la situación