El perro callejero ||MCHANZO||

Final

Las incontables lamparas de papel que adornaban el cielo nocturno aquella noche le daban un toque mágico al cielo, con la enorme luna llena de otoño siendo el principal entre todo. El sonido de la ciudad se amortiguaba con el de los grillos cantando su orquesta nocturna siendo su único espectador un pequeño moreno que miraba con nostalgia las estrellas; no eran las mismas que las de casa, todas esas noches en soledad le bastaron para memorizar aquel cielo nocturno del medio oeste. No reconocía ninguna de ellas, era como si no solo lo hubieran sacado de su país sino también del planeta y lo hubieran arrojado al espacio por su cuenta.

Tenia muchos pensamientos sobre el espacio en ese momento ya que la noche anterior se habían desvelado observando una cinta sobre alienistas, y aunque en si toda la película no le asusto el final le puso los pelos de punta. Se había vuelto rutina el ver un filme de terror cada noche, la colección del pequeño peliverde parecía interminable, tenia desde que este aun no nacía hasta las que hace poco habían salido en cines. Tanta era la emoción por este genero que convenció a su padre de llevarlos a todos, incluyendo al vaquero, a la ciudad ah ver una película que hace poco se había estrenado. Ese día fue la primera vez de jesse en un cinema, al igual que la primera vez que entablo una conversación de mas de 3 palabras con el mayor de los shimadas. Desde aquel día que los hermanos lo derribaron desde su ventana Hanzo mantuvo una extraña distancia entre el moreno y el, distancia que se fue acortando mediante las noches pasaban y la intensidad de las películas aumentaba, tenia que admitirlo, no soportaba ver los filmes solo, y ir a una sala donde no podía mantener mucha distancia mas que la que las butacas ofrecían le dio la oportunidad perfecta al moreno de acercarse a el y agradecerle como era debido todo lo que estaban haciendo por el. Después de eso, ya en el castillo, ambos empezaron a charlar el uno sobre el otro, conociéndose a fondo desde como fue el vivir solo casi toda su vida y el como era tener el peso de todo un imperio sobre tus hombros, ambos sorprendidos de la calidad de vida totalmente diferente que tenia el otro.

Aquella noche se completarían 4 meses desde que había sido secuestrado y llevado hasta ahí, ah una cultura, lenguaje y gente completamente diferentes. Estaba tranquilo, pero en su interior sabia que no pertenecía ahí, estaba decidido a encontrar su lugar en el mundo y los shimadas ya le habían quitado las cadenas que no le dejaban avanzar, era su turno de hacer el siguiente movimiento.

En el enorme recibidor de la torre Hanzo se encontraba bajo los pies del gran nombre shimada, meditando con su arco y flechas siempre a su lado. Jesse lentamente trato de pasar a su lado pero rápidamente fue detenido por una flecha apuntándole al sombrero.

-¿Mccree?¿Que ocurre?  Penseque eras...-

-Lo siento-le interrumpe-No quería molestarte.

-No importa, pero me espantaste.¿Que ocurre? ¿Ya es ora de...las películas?-pregunto no muy entusiasmado

-De hecho pase por la habitación de genji y estaba totalmente agotado,¿Que hicieron hoy?

-Nuestro padre le ah implementado un nuevo entrenamiento, el sabe que es solo un niño pero los sabios del clan recomiendan que debe tener el mismo nivel que yo.

-Eso es presionarlo demasiado-

-Lo se...-

-Ademas de que...lo que tenemos en cierta forma nos favorece,¿lo has notado?-

-Desde siempre, cuando mi hermano alcanzaba a oler la comida recién hecha de nuestra madre yo ya hasta sabia que ingredientes había utilizado desde mucho antes de que estuviera lista, oh cuando escuchaba los pasos de mi padre hacia mi habitación desde el jardindándome tiempo  de sobra de esconderme -Narraba Hanzo mientras veía con nostalgia el árbol de cerezos que recién habían florecido- oh cuando supe desde antes de que naciera Genji que seria niño...