1. ❌ Cuando te fuiste, hyung ❌

1K 96 8
                                    

❌ Cuando te fuiste, hyung ❌

Song Minho había destruido todas las señalizaciones, cada mapa de los caminos que me llevaban hacia el calor de los labios de su hyung, logro diseñar ochenta tácticas, veintitrés estrategias y dieciocho planes para alejarse años luz de cada recuerdo, nostalgia, reflejo o ganas que le inyectaran el deseo de tenerle.

Había detenido trescientas tres veces a sus inquietas manos de peores dedos cuando desesperados en su abstinencia, intentaban marcar sus gloriosos números en el teléfono de sus días y de sus noches.

Había amputado las alas de todos sus pájaros para luego encerrarlos en jaulas de diez candados antes de verlos en eterno vuelo recorriendo distancias de escándalo en pos de hallarle, no importaba cómo ni cuándo ni dónde ni con quién, pero hallarle.

Había conseguido sobornar al brillo de sus ojos y a los latidos de su corazón para que la indiferencia los inste a no observarle, a no esperarle, a no quererle, a no desearle con esos deseos enfermos que se enredaban en sus huesos y le apretujaban en el alma.

Cortó las yemas de sus dedos con el cuchillo oxidado del desamor y encadenó sus manos al pie de la cama para no escribirle una sola palabra más, pero todo había sido en vano... el cielo es cielo a pesar de que la luna lo hace noche y el sol lo descubre día.

Mientras más fuerza utilizaba en no recordarle, mientras el deseo de borrarle de su historia se alzaba con más ímpetu, más violenta y poderosa se levantaba la polvareda de su imagen, más pronunciados los contornos de sus te amo perdidos en la solapa de ese adiós, más sola su soledad helada bajo las sábanas de su ausencia.

Puso todas sus fuerzas en el lomo de sus decisiones. Había creído y perjurado que bastaba solo con desearlo y desaparecería de cada rincón de su existencia y así el dolor se diluiría. Había invertido decenas de madrugadas buscando fórmulas secretas, pociones mágicas, recetas caseras para disipar su presencia o su ausencia presente.

Y sí, pudo sentirse victorioso, lejos de su nombre, cerca del olvido. Había convertido su cama en el escenario de batallas carnales. Lo había logrado, lo juró, pero Jinwoo irrumpió su invierno una tarde de verano, porque el destino es cruel y es perro y mata, porque hay ciertos regresos que se devuelven desde cero, porque allí aparecio con su anular ocupado y su beso en la mejilla ... El amor de Mino sin su amor.

- Hola - Dijo Jinwoo sonriendo

Y el amor que Mino tanto deseaba enterrar regreso en un santiamén.

- Te amo - Finalmente Mino hablo, para luego aferrarse a la cintura de su hyung.

мιɴwoo oɴe ѕнoтѕ    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora