Las historias estan ahi afuera.

Hoy soy alguien nuevo

Resulta que hoy soy alguien nuevo. Mejor aún, resulta que en esta última hora sufrí una metamorfosis completa. No puedo asegurar que tengo alas y soy tan bello como una mariposa, aunque sí me siento capaz de volar.

Pasa que hoy a las siete de la mañana me desperté como Julián, a las ocho ya era Martín y a las nueve sufrí otra transformación y ahora soy Julián Martín. Sé que en la próxima hora dejare de serlo, seré a lo mejor un Julián Martín del Valle, hijo de algún antiguo monarca de gran reputación a costa de manchar un apellido.

Lo raro es que ayer me acosté y hoy me levante siendo Julián. Son recién las 9 y ya fui Julián, Martín y Julián Martín. A medida que pase el día, seré aparte un del Valle, quizá en algún momento me saldrán alas y antenas, quizá termino cambiando mi apellido, mi corte de pelo, y a eso de las 7 de la tarde, entraré a mi casa que en realidad no es la mía, y todos me mirarán entre una mezcla de confusión y espanto, porque quién es ese extraño que entró en la casa que tanto aire tiene a Julián pero que no se le parece en nada.

Me hallaré confundido en la confusión del resto y desorientado, me iré de esa casa pensando que ya no es la mía. Comenzaré a caminar sin rumbo por las plazas que más le gustan a Martín y luego por los pasajes que ama Julián. En algún momento me compraré un choripán para saciar a un Pedro que apareció a la hora de la cena y seguiré vagando, de la mano de los tantos nombres que ahora soy, hasta encontrarme exhausto y perdido.

Me frustraré como se frustra Julián, lloraré ante el desconcierto, y lágrima a lágrima iré evaporando cada nombre que este día me hizo ser quién soy.

Volveré a mi casa arrastrando los pies, aceptaré la bienvenida que me espera, escucharé con atención el relato de un extraño entrando en la casa por equivocación y, luego de cenar, me meteré en mi cama con la sensación de que no es la mía, me iré a acostar siendo Julián, sin saber quién seré mañana.