Primera parte

1K 62 7
                                    

Uno: Infierno, Cielo y Tierra, tres mundo

Al excelentísimo, su majestad, emperador. Nuestro Rey y Señor.

Como capitán de la guardia a cargo de su Excelentísima, ha sido mi deber examinar y castigar a un tal Hatake Kakashi, Conocido como: El hijo bastardo de las tinieblas. Como su excelencia sabe, este tal Hatake no es más que un sangre impura, concretamente pertenece a esa categoría de sangre mezclada mejor conocido como mestizo, acto y consecuencia del señor de los infiernos que sedujo y sometió a una bella mujer humana dando así concepción a este impuro -en todos los sentidos de la palabra-; examinar a este pecador y ser de oscuridad no ha sido la tarea más agradable. Confieso su excelencia que lo que se me ha encomendado es más difícil y odioso que cualquier otro trabajo; iniciamos el trabajo con métodos que los humanos usaban para castigar a los pecadores y los sin vergüenza-, pero estoy seguro de que vuestra excelencia conoce bien cada uno de estos hechos-. Comprendí que este bastardo, hijo del maligno no era un demonio ordinario, por lo que me encargue de buscar los castigos mas atroces y abominables que los humanos se atreven a usar y decir que es en su nombre... empezamos con el método de la cuerda y el agua, en el cual colocamos cuerdas anudadas alrededor del miembro el prisionero y las ceñimos girando una vara. Sin embargo no pudimos usar las cuerdas en su cabeza por la absurda y denigrante sangre que corre por su cuerpo, la sangre del maligno. El tratamiento de cuerda y agua funciona bien con aquellos humanos llamados bribones, bribones como este bastardo mestizo. Puesto que vuestra excelencia considera que es probable que el, inadvertidamente pueda cambiar un poco y eliminar la oscuridad en su corazón, por el momento lo he despojado de su ropa y esta levantado hacia arriba con los brazos hacia atrás.

Para servir a usted, Excelencia.
Mizuki, Capitán de la guardia de Ángeles de la muerte.


. . .

¿Cómo es posible que un Ángel y un Demonio -o un semi-demonio- puedan coincidir con semejantes ideas y decisiones?

Maestro, mi señor del mal. Yo no presto atención a esta loca charlatanería de un demente... ¡De un ser de luz! Maestro, presentaré y daré testimonio del castigo que aplicare a ese blasfemo de lo herético.

Tengo entendido que nuestro príncipe recibe castigos humanos, por lo que he decido aplicar los mismos en este ser de luz. Empezare a tratarlo con golpes con un látigo cuyas cuerdas de cáñamo están empapadas en una solución de sal y azufre y tienen incrustados pequeños trozos de hierro, esto puede reducir la piel de los tejidos en pulpa en muy poco tiempo, quizás incluso pueda destruir sus alas y dejarlo inmóvil durante un tiempo, adiós a los viajes por los cielos. ¡Que diablo! ¿No lo cree maestro?

Los Ángeles son sin razón, sin embargo este alega que en todos nosotros se encuentra un poco de bondad, estúpido piojo cuidador de humanos, pero tranquilo maestro, conmigo este angelito dejara de ser tan bondadoso y haré que se arrepienta de su asquerosa de existencia.

Informando para usted, maestro de oscuridad. Tenzo Yamato, Guardia principal del infierno.

. . .

Iruka

A lo largo de mi vida como servidor de luz, debo confesar que he sido despojado del amor, honor, estando al desnudo ante Dios y las ratas con las que frecuencia debo combatir. Sin embargo en mi corazón aún reside un poco de empatía hacia mi trabajo -y deber-. Observaba a los humanos, seres hechos a la semejanza de Dios y de uno de su hijos, algunos arrojados a las calles y sin protección, los humanos son débiles de cuerpo, alma y pensamiento pero saben sobrevivir como cualquier ser vivo, aún cuando la tierra parecía un infierno. Por lo que mi trabajo -como el de muchos otros Ángeles- consiste en chupar sus problemas como sanguijuela para que ellos -los humanos- puedan vivir en armonía. Ahora tengo una misión encomendada por Dios, la cual es proteger a un humano de las garras del maligno, con algo de cansancio abrí mis alas para emprender el vuelo al portal que me llevara al mundo humano, mas sin embargo en mi camino me di cuenta que un joven rubio venia en un vuelo apresurado pasando entre ángeles y serafines, estaba seguro de que en cualquier momento este chocaría con alguno de los transeúntes.

infierno y cielo  (KAKAIRU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora