Ella y Blanca (1a parte)

Capítulo 26: Juntos otra vez, Navidad

(Ella)

Era el día de Navidad. Juntos otra vez. Mamá se extrañó al ver a Papá. Parecía una alma muerta.
Como hacíamos antes, Blanca y yo hacimos galletas de Navidad para Papá Noel.
(Ya sabemos que es un plan infantil pero bueno...)

Pues eso. Mientras las galletas se estaban horneando fuimos con Papá y Mamá. Ers una situación dura.
Todo era hielo. Puro hielo de la Antártida.
Probé de romper el hielo varias y varias veces. Pero nada funcionó.

Sonó el timbre del horno. De que ya estaban las galletas. Fui y las serví en la mesa.

- Olivia. Ven. Siéntate a mi lado. Celebremos esto juntos. (Dijo Papá)

Me puse los pelos de punta. Pero me callé. Miré a Mamá y vi su cara de rareza. Me dolía ver el engaño, pura falsedad.

- ¿Álvaro, podemos hablar? (Dijo Mamá)

Se fueron a la cocina y hablaron....
Olivia me miró y me guiñó el ojo, con cara de sonríe y calla.
Nunca antes había visto esa cara. Ers diabólica...

(Lucía, madre de Ella y Blanca)

- ¿Álvaro, que haces? ¿Dejas a la señora de la limpieza sentarse a tu lado y cenar con nosotr@s? ¡¿Estás loco!? (Dijo Lucía muy enfadada)

- Lus, deja de cabrearte conmigo. Olivia lleva 18 años con nosotr@s. ¿Crees que a horas de ahora no se puede quedar? (Dijo Álvaro)

- Venga ya Álvaro..... lo vi. Mis ojos no engañan. Os vi. Te estabas follando a Olivia, me estabas engañando, me hiciste daño.

- No dejo de quererte. Aunque todo cambió desde el incidente. No dejaré de amarte, no te dejaré ir Lucy. Mi Lucy.....

Álvaro me acarició la cara y de pronto noté mis labios de melocotón con sus labios.
No diré que me gustó.
Cuando abrí los ojos miré arriba. Estábamos debajo el muérdago.

- Bajo el muérdago... Interesante.... (dijo Álvaro)

Me giré y cuando estaba a punto de salir por la puerta vi a Olivia correr. ¿Nos había visto?
Estuve muy nerviosa.
Volvimos a la mesa y yo estaba sonrojada. Las niñas me miraron de forma rara. Cómo si deseasen haber visto la escena. ¿Nos habían visto también?

- Mamá, ¿estás bien? (Dijo Ella)

- Claro hija. Fenomenal, Extraordinario día, te tengo a mi lado hoy. ¿Qué más puedo desear?. (Contesté nerviosa)

- ¿Seguro que estás bien? (Me preguntó con cara extrañada)

- Sí hija. Sí.... estoy bien.