Han pasado tres años desde la ultima vez que vi a Andrés, muchas cosas han pasado desde entonces: Pedro a los 15 se cansó de sus padres y huyó de casa, no se sabe su paradero desde entonces pero se rumorea que se fue a la capital para estudiar donde siempre quiso, aunque dudo que sea así. Yo ahora mismo estoy terminando de empacar para ir a estudiar fuera de mi ciudad ¿A dónde? Se preguntan, pues a la capital, ¿por qué todo el mundo va a la capital? Porque ahí se encuentran las mejores escuelas y universidades del país. Simple, además, ya conseguí alojamiento en la misma universidad y después de eso no me puedo negar ni pensármelo dos veces.
Otra cosa que pasó fue que Andrés si cumplió su promesa, me mandaba cartas todos los días sin excepción, las cartas empezaron muy amigables, decían cosas como: "Querido idiota, digo, Marco. Las cosas no han estado tan mal en mi nuevo colegio, un pequeño problema en el almuerzo donde sin querer me metí con uno de octavo grado, pero al final todo terminó "bien" :D. ¿Y a ustedes como les ha ido? Los extraño idiotas. Pd: No esperes de pie esos 10 dólares Marco XD." Pero con los meses que pasaban se fueron volviendo más serias y ¿formales?: "Querido Marco, lamento no haberte escrito esta semana, estaba ocupado con varios trabajos de la escuela. ¿Recuerdas al chico de octavo? Lo expulsaron después de una pelea que tuvo con otro chico (no era yo, como para que no te preocupes). Espero que tu y Pedro estén bien. Atte. Andrés" Con el tiempo se volvieron más cortas y menos constantes y un día simplemente dejo de mandarlas. Para ser honesto me preocupaba que le hubiera pasado algo, entonces le mandaba cartas casi todos los días pero ninguna resultaba con respuesta. En este punto de mi vida donde mis únicos amigos me dejaron "solo" me hace pensar que las amistades no son para siempre.
Cuando terminé de empacar casi todo mi cuarto (Literalmente) bajé hasta la sala, -¿Ya terminaste de empacar cielo?- Preguntó mi mamá, estaba en la cocina preparando el desayuno. -Si, tengo 20 minutos para llegar a la estación de tren, así que voy bien- Dije mientras me sentaba en la mesa. Mi mamá y yo nos volvimos bastante unidos desde que mi papá nos dejo por "algo mejor" y no lo culpo, en su momento yo también hubiera querido huir de todas mis responsabilidades por "algo mejor" (Por favor que se note el sarcasmo). Terminé de desayunar y tenía 10 minutos para llegar, me despedí de ella y caminé hasta la estación.
Cuando llegué mi tren estaba por irse, cuando entré no había casi nadie dentro, pero a juzgar por la hora que era no era sorpresa (eran las 5:15 am), tomé cualquier asiento y me quedé mirando por la ventana el resto del trayecto. Cuando el tren se detuvo en una de las estaciones solo recogió a unas tres personas, cuando fijé mis ojos en un chico bajo que usaba una chaqueta café y lentes, se me hizo conocido, pensaba que podía ser Pedro, pero eso era una tontería, hasta que lo miré bien y efectivamente era el.
Me quedé inmóvil y no dejaba de verlo, ¿Cómo me di cuenta que era el? Su siempre tonto y gracioso peinado que era reconocible a 4 metros de distancia, estaba sorprendido por dos cosas: primero, ¿como alguien puede cambiar tanto en 4 años? Y segundo, ¿como era posible encontrarme con el así porque si? Era extraño, pero no era hora de preguntas. Me levanté de mi asiento y... No sabía que hacer, todos mis nervios y mi emoción estaban a mil por minuto y no sabia si acercarme o volverme a sentar, hasta que el tren frenó y me caí.
El chico fue hasta mi y me preguntó -¿Está bien?-, rápidamente me levante del suelo y limpié mi ropa -Si, no se preocupe...- levanté la vista un poco y efectivamente era el. -¿Pedro?- Pregunté con un poco de miedo a que me dijera que me equivocaba de persona y al final quedara como un tonto. -¿Cómo sabe mi nombre?- preguntó, se quedó viéndome por unos pocos segundos y su cara parecía iluminarse -¡¿Marco, de verdad eres tu?!-, sonreí al saber que no me equivocaba, era el, después de casi tres años. -Claro que soy yo nerd- lo golpeé amistosamente y nos dimos un corto abrazo. Justo en ese momento llegué a mi estación -Yo también me bajo aquí- dijo el mientras tomaba su maleta del asiento, bajamos juntos y caminamos un poco antes de llegar a la ciudad en si. -¿Dónde estuviste todos estos años? Pensé que te habías vuelto un vagabundo- ambos reímos y luego me contó que cuando salió hasta la capital se puso a trabajar para ganar dinero y terminar sus estudios. -¿En qué trabajaste?- No me respondió, parece que quiere guardarlo en secreto... Por alguna razón. -Gané suficiente dinero como para terminar la secundaria y ahora entraré a la universidad en unas semanas- Explicó, al final los rumores eran ciertos. Me detuve enfrente de mi universidad -Es aquí- dije para mi mismo, Pedro retrocedió y vio el lugar, parecía triste -¿Estudiarás aquí?- asentí con la cabeza y al instante supe que Pedro estudiaría en otra escuela. -Si pero, no te desanimes, podemos vernos en las tardes ¿no? No es como si fuera a pasar lo de hace años-. Nos abrazamos por segunda y ultima vez en el día para despedirnos, yo entré al campus y el se quedó fuera. Cuando fui a ver donde rayos quedaban los dormitorios terminé en la cafetería (No se como), ahí me quedé sentado esperando a que una maldita "señal divina" me indicara donde ir.
Pasaron unos minutos, estaba con la cabeza recostada en mis brazos cuando alguien me tocó el hombro. -Oye... ¿Chico, Esta vivo?- era la voz de una chica, levanté la cabeza y la pude ver un poco, era de piel morena y cabello castaño oscuro, aunque tenía una parte azul amarrada con una moña. -Si, si estoy vivo- volví a poner mi cabeza en mis brazos. Ahora no estaba para conversaciones, estaba bastante frustrado por no encontrar los dormitorios cuando se suponía que debía saber donde estaban. -Eres nuevo y estas perdido ¿Estoy en lo correcto?-. Parecía adivina, por otro lado podía ser muy obvio que estaba perdido, -Si, estas en lo correcto- me senté derecho y la vi, era más alta de lo que pensaba. -No encuentro los dormitorios, ¿Tu sabes donde están?- sonaba como niño que acababa de perder a su madre en el supermercado.
-Sígueme- Me tomó del brazo y me jaló, tuve suerte de agarrar mi maleta a tiempo, me llevó fuera de la cafetería hasta una parte apartada del campus donde habían dos pequeños edificios. -¡Bienvenido a los dormitorios Freshman! (N/A: Freshman es el termino que se usa para llamar a los de primer años en una universidad en los Estados Unidos). -Gracias, pero puedes llamarme Marco- lo dije cansado después de tanto correr, la chica era rápida -Claro, Marco~- lo dijo en un tono burlón mientras reía -Soy Sam, un gusto- Me tendió la mano y yo correspondí el gesto para luego acomodar mi maleta en mi hombro. -Oye, ¿desayunamos mañana?- Sonreía cuando lo dijo -Claro, ¿por qué no?- se despidió de mi mientras yo entraba a los dormitorios. Primer día y ya tenía una amiga, y Pedro pensaba que era un fracasado para socializar... ¿Quien ríe ahora?
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*Inserte confeti* Ya, sean happy (?) Lo sad ya pasó así que ya no me tienen que matar :D
Bueno, no se olviden de votar y comentar, me ayuda a saber que les gusta la historía y que quieren que siga. Hasta el próximo Jueves <3
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Ser Detectives Es Facil... ¿Verdad? [[nevermind]]
RandomPedro, Andres y Marco eran mejores amigos desde siempre. La pasaban bien en los veranos jugando a quien sabe que ocurrencia tenian entre los tres. Hasta que un día Andrés tiene que mudarse a la capital y deja a sus dos amigos en su pequeño barrio. ...