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Cuando era niño e iba de una casa a  otra, descubrí en mi imaginación que el amor entre las personas era escaso, reservado y privado para quienes lo manifiestan.
Más sin en cambio necesitaba algo en donde me sintiera deseado por alguien, no buscaba el amor, pero si el deseo.
Era una noche en donde la lluvia se apoderó del cielo, afortunadamente llegue a casa antes de que la tormenta empezará a ser más fuerte, emocionado de comprar unos de los primeros teléfonos celulares con Android que tanto anhelaba cuando escuche de ellos, como todo geek, me dispuse a configurarlo.
Después de la euforia tecnología que sufría, al navegar por la tienda, me encontré con las típicas aplicaciones por defecto, hubo algo que me detuvo y centre la mira en ese icono naranja con dos puntos y una p ":p", no lo pensé, en seguida descargue sin leer para qué servía, me di cuenta que era un tipo Facebook en donde el propósito final era interactuar con la persona que se encontraba de receptor en casi cualquier parte del mundo. Los primeros días en esa App eran normales, recibía y mandaba solicitudes de personas lo más cercanas a mí que por lo general se encontraban a media hora de mi comunidad, todo normal hasta que mi cuerpo mandaba esos mensajes que salen en todo adolescente como yo, quería recrear aquella escena erótica que había experimentado aquella vez; fue así como mis dedos lo más rápido se puso a configurar su cuenta con la siguiente descripción:
Chico gay, con ganas, inter, me gustan gorditos y mayores que yo. Dispuesto a trasladarme.
Debido a esto, mi número de amigos pasó de 20 a más 1000, muchos de otros lados, feos, gordos, morbosos, mentirosos y sucios. Esto a mí no me frenaba para nada, mi cuerpo quería ser deseado, el más cotizado y el más caliente; tiempo después ocurrió algo que me abrió algo más que los ojos....
Continuará....

Solo el amor lastima así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora