Ya era el fin de semana y mientras muchos hacían planes para salir con amigos al cine o al centro, yo hacía planes para ir a aquel lugar en donde me quede de ver con el chico de la red social, estaba muy nervioso, era la primera vez que lo hacía, no sabia que podría pasar, se habían escuchado tantos rumores de personas violadas y secuestradas, bueno, al menos solo me preocupaba el ser secuestrado, porque por sexo ya iba.
No sabía qué decirle a mi madre, mientras hacía mis actividades cotidianas recordé que no entregue un libro a la biblioteca, así que si, los libros son cómplices de esa aventura.
En el camino a la biblioteca, mi mente imaginaba todo lo que pasaría, de echo podría decir que estaba muy emocionado de lo que estaba a punto de suceder.
Esperaba al bus con destino al inicio de mil aventuras.
En el bus iba muy nervioso, mis manos sudaban, sentía que mi corazón aumentaba su ritmo cardiaco, una semi erección que me excitaba se apoderó de mi, a la vez me apenaba ya que el bus estaba completamente lleno.
Después de 45 minutos llegue al lugar en donde quedamos de ver, yo vestido con un short muy pegado, de color blanco con palmeras azules y negras, una camiseta de basquetbol número 33 de Chicago; el bestia de camisa blanca negra y un pantalón de vestir, a simple vista podría jurar que acababa de salir de trabajar o algo parecido, nada estaba fuera de lo normal hasta que me señaló su carro, empece a caminar con el hacia su automóvil, abrí la puerta del copiloto y sin pensarlo dos veces entre con el, puso el auto en marcha y empezaba a platicar.
-Te miras muy joven, ¿Cuántos años tienes?
*Los suficientes para no estar en el automóvil , pero mira, henos aquí .
-Así que te gustan los peligros.
*No mucho, me gusta saber de todo pero hay cosas que no haría.
-¿Qué no harías?
*Contarte esas cosas, son muy mías.
El ruido de los autos y el aire que entraba por la ventana empezaron a llenar el lugar, hasta que empezó a disminuir la velocidad, se empezaba a desabrochar su camisa y a tocar mi entrepierna.
-Se te mira muy bien el short, me excita.
*Pues si te excita es mejor que todo lo que vayas a hacer no sea dentro de esta mierda.
-Perdón, de verte se me paro y pensé que aquí se podría.
No sabía qué decir, si ceder o decir que ya no, aunque yo también estaba ya muy excitado.
*creo que...
-está muy cerca mi casa de aquí, ¿Aún quieres ir?
*No lo sé, supongo que ya me hiciste gastar dinero y tiempo, al menos recompénsame bien.
Arrancó el auto y en 15 minutos llegamos al fraccionamiento donde viví el, ya en su departamento se disculpó por el desastre que tenía, era el único que vivía ahí, su ex pareja de 18 años lo dejo en cuanto pudo conseguirse a alguien con más dinero y posibilidades que el.
Me senté en el sillón mientras el estaba en el wc, no podía dejar de mirar la casa, platos por todos lados, la consola de videojuegos conectada a la tv y en la mesa un montón de libros sobre la educación.
Salió del wc y se dirigió a mi diciendo:
-Pues aquí vivo, no es fácil trabajar, mantener la casa y dirigir un equipo de fútbol LGBTTTI al mismo tiempo.
Empezamos acariciarnos cada parte de nuestro cuerpo, con un tono nervioso dijo:
-vamos a la cama.
Deje que sus manos ásperas me tomara de la cintura y me llevará.
Ambos nos desvestimos, no podía dejar de mirar su cuerpo, era exactamente como me gustaban, se abalanzó sobre mi y caímos en la cama.
Sus labios se dirigían a mi boca, era tan obvio que deseaba un beso, a lo cual me negué debido a que el beso para mí es algo tan intimo que solo las personas que se interesen sentimentalmente en mi podrían probar.
-¿No quieres besarme?
No respondí, simplemente gire mi cadera de tal manera que mis nalgas rozarán su sexo.
Ya muerto de ganas se preparo para entrar.
*Espera, ¿El condón?
-No tengo.
*¡¡¿Qué?!!!
-Pensé que los traías tu.
Me quede pensando un instante, el deseo estaba a todo su nivel.
*Bueno, pero terminas afuera.
Sentí como su sexo jugaba con mis nalgas, cada roce hacia que me ponga la piel china, cuando estaba en el lugar precioso hizo un brusco movimiento.
*¡¡Espera!! No soy puta.
-Perdón, tendré más cuidado.
Prosiguió con delicadeza, sentía como abrió cada centímetro, al principio eran movimientos delicados, cada vez que me ponía más flojo él aumentaba la velocidad de las embestidas, el calor se apoderaba de mi, sentía su calor dentro de mi, no decía nada, sólo se movía provocando que la cama empezará a rechinar, su respiración la sentía cada vez más cerca hasta que sentí en mi espalda un chorro algo espeso, me limpio con una toalla que tenía y se recostó sobre la cama.
-¿Te gustó?
*Si
-Tenía como 4 meses sin tener sexo, lo disfruté mucho hacerlo contigo.
*Gracias a mí igual.
Su mirada empezó a recorrer de nuevo mi cuerpo y se detuvo en mi sexo.
-Está algo grande y gruesa, si está así ahorita que estás chico no puedo imaginar cuando seas mayor. ¿Solo eres pasivo?
*No, soy inter.
Su mano empezó a masturbarme hasta que tuve una erección, bajo si cabeza, sentí como su lengua tocaba el tronco, bajo a mis testiculos y jugaba con ellos, lo mismo con el glande, hasta que se lo metió todo a la boca, no podía con tanto placer, le quite mi pene de su boca con un tirón de su cabello, hice que se pusiera en un tipo de arco sobre mi.
- Pensé que no te sabías esta posición.
* Pues ya vez que si.
Entre en el, no fue difícil, lo que me hizo dudar sus 4 meses sin sexo, sentía como apretaba.
- Hasta el fondo, te quiero dentro de mi, méteme tus bolas.
Ese comentario me éxito más.
Cambie la posición, sentía que ya iba a terminar, pero lo haría afuera.
-Te quiero adentro, me gustaría que ahí estuvieras.
*Pero yo no.
Terminé en sus nalgas, agarre su toalla y me limpie.
- Oye, esto... ¿esto se repetirá?
* No, no lo creo, solo hablamos para sexo casual y así fue. ¿Tú boiler está caliente?
-No lo sé, supongo que si. ¿Por qué?
*Pues para bañarme, no quiero oler a mierda cuando llegue a casa.
- Saliendo del cuarto a mano derecha, es la primera puerta.
Me llevé mi ropa y otra toalla que tenía, entre al baño y enseguida el. Abrí la llave y deje que las gotas recorrieran mi cuerpo para después coger el jabón. Me lo quito de las manos y empezó a tallar la espalda.
- Estás muy rico.
* Gracias.
De nuevo agarro mi sexo.
- Vaya que está enorme, lastima que no será mío.
* Aún así, gracias.
Me enjuage, cerré la llave de la regadera, me seque lo más rápido posible y me vestí. Él hizo lo mismo.
* Pues bueno, estuvo rico pero ya me voy.
- Espera, me iré contigo, mañana salgo de viaje, iré con mi madre a cenar.
* Ok, apúrale.
Tomó su maleta, salimos del departamento y nos dirigimos al taxi.
* ¿A dónde irás?
- Tengo que supervisar documentación en Guadalajara, hay chicos que tienen hasta 5 becas y cobran más de $5000 pesos al mes, me encargo de quitar a los que no lo necesitan.
Todo el camino hasta el bus fue silencio total.
- ¿Tienes zello(1)?
* Si, pero lo utilizo muy poco, en realidad solo lo tengo porque con eso platicó con mi tío que aunque vivimos muy cerca ya no quiere usar la mensajería instantánea.
- ¿Me lo pasas?
* No, lo voy a quitar.
Me despedí con un fuerte apretón de manos, me dispuse a tomar el bus que me llevaría a casa, me fui satisfecho y contento.
Pasaron días y ya no supe de su existencia, mientras se quedaba en el olvido, alguien más llegaba.
(1) Zello es una aplicación de walkie-talkie a tiempo real para comunicarse al instante con un amigo o grupo de amigos sin tener que escribir o leer.
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Solo el amor lastima así.
Teen FictionCiegamente hacemos cosas que nos dañan, que nos apagan el alma, que nos destruye más que el cigarrillo y nos roban esa sonrisa tan natural del rostro, pero no es el final, después del holocausto llega la luz de esperanza y anhelos que únicamente nos...