Capítulo 5: Hechizo de ojos verdes

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Fox puso a cargo a Kiazaryn para crear un equipo de cinco que escoltara a Ignos y Maelstrom hacia la nueva ciudad aliada de Fortaleza. Con Francis muerto, y su cabeza aún colgando en la entrada de la muralla, la siguiente en ascenso tomó su lugar convirtiéndola en un mejor lugar para vivir:

Clara:-no parece algo difícil...-.

Ignos:-¡claro!, solo vamos a irrumpir sin avisar y pedir se nos permita destruir una tumba protegida para revivir un muerto-.

Clara:-no seas tan sarcástico, eso me molesta-.

Alejándose del grupo Kiazaryn volvió a su habitación pensando en lo que iba a pasar y si debía mencionar lo descubierto sobre el Elixir, algo que le causaba un gran temor que no quería admitir. Entró y cerró la puerta con llave para luego sentarse frente al esqueleto metálico de la Seed mecánica que había creado, todavía con el pecho vacío a la espera de un corazón:

Kiazaryn:-has sufrido mucho, viejo...has pagado tu castigo y varios más. Jamás creí que aún vivirías a mi despertar pero tengo miedo de que esto salga mal...-.

Molly:(en su forma humana)-no te preocupes, yo te protegeré si algo sale mal-.

Kiazaryn:-no es solo eso, ¿has visto como se consigue el Elixir?-.

Molly:-sabes que debes informar esto. Si lo traes de nuevo y por alguna razón lo matamos los demás se enojaran con nosotras-.

Kiazaryn:-Mina habría sido de utilidad ahora...-.

Molly:-llama a Merylaurii, que sepa que su Seed no murió en vano-.

Merylaurii llegó a la habitación con Rukia y Kazu unos minutos después. Fox ya se encontraba allí algo sorprendido por el pedido de la Teniente:

Kiazaryn:-gracias por traer la espada, Fox...es una pieza muy importante para lo que voy a mostrarles-.

La Teniente sacó del cajón junto a su cama una caja de madera en la que se hallaba la esfera de Elixir. Al abrirla el brillo y el aroma dejaron a Fox abrumado:

Fox:-jamás creí ver algo tan poderoso en mi vida-.

Kiazaryn:(algo triste mientras observaba el objeto)-según mis cálculos esta pequeña esfera puede alimentar Fortaleza por diez años a máxima capacidad-.

Rukia:-creí que el Elixir era infinito...-.

Kiazaryn:-el Elixir debe ser alimentado por la interacción mágica de su entorno para subsistir. De lo contrario comienza a debilitarse y se gasta con facilidad-.

Fox:-dime por qué pediste la espada, Teniente...-.

Merylaurii:(interrumpiéndola) -es para corroborar que sea él, ¿verdad?-.

Kiazaryn:-Mery tiene casi todos los componentes que al viejo le faltan e Ignos tiene sus memorias. Si pudiera unirlos todos, mi mascota volvería a la vida en este armazón mecánico-.

Fox: -es un poco peligroso, Teniente-.

Merylaurii:-lo hare. Mina no ha muerto en vano-.

Sobre la gran mesa que Kiazaryn utilizaba en su habitación desenvainaron la oxidada espada conocida como "Imperidón de ocho filos". Su hoja estaba mellada, quebradiza y no se distinguían correctamente los ocho símbolos que representaban las llaves y cerrojo de la puerta sagrada hacia el más allá. La maga Valcana la tomo por la empuñadura y concentró todo lo que Mina había conseguido provocando un verde resplandor sobre el arma. Luego se produjo un cambio en ella. Un hueco se abrió en el cuerpo de la espada entre la hoja y la empuñadura, claramente para la esfera de Elixir que fue depositada por Kiazaryn. La reacción fue majestuosa; el arma volvía a relucir tan bella como cuando se forjó en manos del Guardián de Luz hace miles de años atrás envuelta en una brillante aura amarilla en señal del Elixir y luego se desvaneció. La Teniente tomó con cuidado la esfera y la devolvió a la caja:

La Villa en la Montaña 2: La Maldición Del RayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora