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Rachel

(21 años después de su nacimiento)

  Estaba en la cascada cerca de mi casa descansando los pies en el agua. Entonces me puse en pie y cerré los ojos y concentre mi energía para sacar una esfera de agua. Abrí los ojos y ahí estaba.

  Hice un movimiento hacia la derecha y se movió con mi mano. Entonces con mi otra mano hice que se dividiera la misma en dos.  Empecé a jugar con ambas esferas y luego con mucha fuerza y energía las lance hacia una roca e instantáneamente se quebró.

   Quedé sorprendida ya que nunca había pasado algo así. Me levanté sacudí un poco mi ropa tome mi bulto y me fui a mi casa. Al entrar estaban mis padres preparando la cena.

—Hola hija, ¿Que tal la practica?—Dijo mi madre mientras amasaba un pan.

—Bien, madre. Hoy anote mucho el entrenador dice que tengo futuro.— Le menti y  me senté en la mesa. —¿Que hacen? Nunca los había visto tan entretenidos a la cocina.—dije sirviéndome agua

—Hija hoy cumples tu mayoría de edad. ¿Sabes lo que eso significa?—

—Bueno, al fin ¿me vas a votar?— Ella negó. Entonces me encogí de hombros y empecé a tomar mi agua.

—Hoy es tu último día con nosotros. Te irás al internado de Inglaterra.— Enseguida escupi el agua.

—Madre, sinceramente tengo miedo. No quiero separarme de ustedes. ¿Cual es mi destino?¿Porque yo?¿Quie...—  iba continuar pero mi madre me hizo un gesto para que me calmara.

—Rachel, hija se que tienes muchas preguntas y las respuestas yo no las tengo. Pero mira el lado bueno nos veremos los días festivos.— dijo echando al horno la masa.

— Bueno que así sea entonces. Me iré a cambiar.— dije tomando mi bulto y empezar a subir las escaleras.

— No tardes la cena ya casi esta.—

Entre a mi cuarto y me empecé a desvestir para darme una ducha. Al terminar busco un cambio de ropa ligero y voy al comedor donde mis padres me esperan con la cena en la mesa. Pavo, papa majada, pan, arroz y ensalada. 

—Wow, que rico se ve.— me senté hicimos la oración y entonces se repartieron los alimentos. De verdad estaba todo bien bueno.

—Vuelvo ahora olvide algo.— dijo mi madre levantándose.

   Entonces cuando volvió vino con una tarta y cantando el cumpleaños feliz. La puso frente a mi y en estos momentos no se que cara poner. Cuando termino cerré los ojos y sople. Mi madre la tomo y la corto. Me sirvió un pedazo y se veía exquisita. Era de chocolate y tenía crema de chocolate por encima y muchas fresas tal y como me gusta.

30 minutos después de compartir familiar

   Me fui a mi cuarto me quite los zapatos cuando iba a recostar una voz me llamo. Se escuchaba un poco tenue. Gire a mi alrededor con un poco de miedo. Entonces volvió a llamarme y se escuchó desde la ventana. Me acerce un poco y vi una luz blanca alejarse un poco.

Me cambie rápidamente y sali a perseguirla talvez sea una antorcha. Seguí caminando hasta llegar a la cascada. Entonces la misma voz volvió a hablar.

—Rachel, he aquí te habla tu Guardiana. El Dios que te dio tu elemento me ha encargado de darte hoy todo tu poder. Te ha seleccionado porque eres hija pura, eres su creación. Tu eres el elemento que purifica. Limpia y da fuerzas. Hoy te daré todo ese poder. Tu misión o propósito en este lugar es acabar con el todas las personas que imparten el mal como si fuera algo bueno. Quieres recibir y completar tu misión? — asentí porque sabía que tenía un propósito que cumplir. —Ahora que has aceptado deberás reunirte con los demás en las cuevas allí me presentaré ante los Cuatro y les dare dirección y respuesta a todas sus dudas. No temas por tus padres la carta del internado fue hecha por ese motivo.

  Entonces la sombra desapareció. Y desde la cascada salió una esfera color azul intenso y la marca de mi espalda empezó a brillar también. Se acercó y se detuvo enfrente mio. Entonces la toque se sentía como una burbuja de agua. Entonces ella se acercó y empezó a entrar a mi. Sentí un cosquilleo en el área de mi pecho y de un minuto a otro cesó. Me sentía tan activa. Con tanto poder. Entonces se vio una relámpago seguido de un trueno. Empezó a llover.  Levanté una mano y el agua se quedo estática, como si hubiese una capa trasparente deteniendola, la baje y continuó lloviendo.

  Seguí caminando hasta llegar a la casa y al entrar y verme tan mojada desee estar seca y de la nada toda el agua en mis vestimentas y cabello empezó a irse. Quería saber que más hacer pero estaba agotada. Así que me acosté. Al despertar hice mi rutina de la mañana y al terminar de vestirme me mire en el espejo y me veía diferente.

  Mis ojos ahora son de azul fuerte. Baje las escaleras y aún no había nadie despierto. Me quedé pensando en mi misión de acabar con en mal de mi mundo y decido levantarme del comedor ir a mi cuarto y hacer una mochila con una muda de ropa y comida. Tome la mochila y salí de la casa al caminar un poco me giré y mire a mi ventana pude ver a mi madre diciendo adiós con la mano. Imite su gesto y me coloque la capucha para seguír con mi camino. Algo me decía que la volveré a ver.

—Te quiero ma, no te voy a fallar.— y sin más seguí caminando sin saber a dónde ir. Lo que si sabía es que debía reunirme con los otros tres. Algo en mi interior me lo decía.

Omnisciente

   Y así sin más Rachel continuó su camino. Sin saber que le depara el futuro. Sabía que nada sería fácil pero que obtendria la victoria junto con sus otros compañeros.

  Decidió acampar en una montaña con un bosque hermoso cerca de un río. Donde podia cazar varios peces y comer hasta la llega de los otros tres Elementos.

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