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Puta por fuera, añicos por dentro.

El frio se mete en mis huesos y las rodillas vuelven a dolerme, la noche es muy oscura y peligrosa pero aquí me encuentro, temblando de frio, odiándome, sintiendo asco de mi misma y de lo que otra vez voy hacer.

Erguida, sonrisa amplia, sacando busto y cola o como a los clientes les gusta decir, tetas y culo, otra noche más esta prostituta está de turno.

Un coche frena frente a mi.

–¿Cuánto el turno perra? –La sonrisa amplia mientras que por dentro pienso las mil maneras de matar al cerdo que me trata así.

–$400 papi –Le respondo guiñándole un ojo. Resopla frustrado el imbécil.

–Mas te vale que valgas cada peso perra –Me hace una seña para que entre a su importado.

Los cerdos también se visten de traje y andan en autos de alta gama. Llegamos en silencio al hotel de mala muerte que me trajo, pide un cuarto para un turno y medio.

La puerta de la habitación se cierra y al darle la espalda a mi cliente puedo sentir que me inclina haciendo que mis manos se apoyen en la cama, levanta mi falda y la palma de su mano impacta fuerte sobre mi nalga izquierda.

Escucho el cinturón de su pantalón desabrocharse y este caerse al suelo, siento como sin premeditación me penetra, jala mi cabello, me estrangula, me insulta y yo DEBO GEMIR, decir –Sí, sí, así, más duro. –Mientras me quiebro por dentro, mientras sufro y pienso en que solo quisiera estar en mi cama hecha un ovillo sintiéndome tibia y protegida.

La tortura acaba al cabo de dos horas y media en las que me he sometido a insultos, golpes, humillaciones y solo he podido mirar sensual y gemir y al final el cerdo sonriente y mirándome con asco me tira el dinero al piso, mientras lo recojo me empuja con su pié haciéndome caer, rápidamente cuento el dinero, son $1500 así que lo miro y sonrió. Lo odio pero clientes así me convienen.

–¿A dónde te tiro perra? –Pregunta terminándose de cambiar.

–En otra esquina, no en la misma. Yo te indico.

Una vez el cerdo se encuentra lejos, camino unas cuantas cuadras y por fin llego a casa. Hoy trabaje menos y ahora sé que mañana podré comprarle a mi hija las zapatillas que tanto quería.

No siempre fui esto, pero el día en que mi madre murió y el banco nos dejo en la calle todo cambio, quedamos desprotegidas.

Nunca tuvimos mas família que mi madre y mi padre, primero fue él quien falleció producto de un fallo cardíaco, luego mi madre que no supero la partida de su gran amor y cargar con el peso de un gran secreto de mi padre. Problemas con el juego, deudas.

Cuándo ambos me dejaron, quede sola, el padre de mi hija jamas se hizo cargo y esta vez no sería la excepción.

Nadie le daba trabajo a una joven con una bebe, sin disponibilidad horaria, ni ropa cara, por mas estudios que tuviera madie me quería como su empleada, no.les interesaba si quiera darme una oportunidad. Estaba sola y entonces conocí a la que hoy es mi mejor amiga. Ella es prostituta por elección, pero me dio una salida rápida y desesperada. Hoy en día alquilamos juntas y trabajamos turnándonos una noche y una noche para poder quedarnos a cuidar a mi hija.

Calculo que pronto podré dejar esto, ya pude comprarme ropa mas formal y estoy buscando trabajos, ya no estamos en la calle y tengo ahorros para contratar a alguien que cuide a mi pequeña. Hoy tenemos un techo y para comer, no me avergüenzo de quién soy, pero sé que puedo ser algo mejor.

Tanto dolor y tanta tortura serán recompensadas.

SitucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora