Muy bien, analicemos un poco esto. El Diablo, el Diablo está sentado en mi sillón. ¡No, eso no tiene sentido! Me gire a ver a mi mejor amigo, el también lo hizo. Le hice un gesto para que se fuera, el negó con la cabeza. Lo mire más fijo aun. Suspiro levemente y salió de allí.
- Dime que es una broma – le dije mientras ponía distancia entre nosotros.
Se puso de pie y tomo un lápiz. Lo mire fijo y pronto se hizo cenizas entre sus dedos. Abrí bien mi boca.
- Se que por ser el Diablo te deben haber dicho que soy mentiroso y muy, pero muy malo – me dijo.
Retrocedí alejándome un poco más de él. Coloco sus manos en sus bolsillos y saco una rosa roja como la sangre. Se acerco más a mí, que no pude seguir retrocediendo ya que la pared me lo impidió. Estaba tan cerca que podía sentir su caliente aliento chocando contra mi rostro. Levanto la rosa y rozo mi mejilla, bajó hasta mis labios.
- Pero puedo asegurarte que lo soy – me dijo y de repente la rosa desapareció.
- ¿Qué… que haces aquí? – le pregunte con un poco de dificultad.
- Quieres venderme tu alma – dijo. Lo mire fijo a los ojos y recordé mis palabras de ayer en la noche.
- ¡Demonios! – dije por lo bajo.
- Shhhh – me dijo el apoyando uno de sus fuertes dedos sobre mis labios – Ya te dije a ellos nos les gusta que los llamen así – miro a su alrededor – Ellos son mis hermanos, y son demasiado temperamentales. Cada vez que alguien los llama así, una persona muere en alguna parte del mundo.
Lo mire bien, aun estaba cerca de mí y yo contra la pared. La comisura derecha de su boca se elevo hacia arriba, al ver que yo no dejaba de mirar esa parte de él. Levanto mi mirada a través de sus pestañas. Para ser el Diablo debo decir que es demasiado hermoso. Su cabello rizado, sus ojos verdes y esa sonrisa matadora. La tentación en vivo y en directo. ¡Oh! ¿Hace cuanto que no estoy con un hombre así? Un minuto, nunca he estado con un hombre como este.
- ¿Cómo te llamas? – le pregunte mirándolo fijo.
- Mi nombre es Harry – me dijo. Lo mire algo sorprendido.
- ¿Harry? – dije y él sonrió.
Se alejo de mí y suspire aliviado. Creo que unos 2 minutos más y me encontraba encima de él quitándole la ropa.
- Harry Styles – me dijo. Arquee una de mis cejas y me guarde la risa.
- Eso no suena muy aterrador para el nombre del Diablo – dije algo tentadao a reírme.
- Lo sé, lo sé – me dijo y me miro fijo – Pero es original, ¿No te parece?
Se sentó de nuevo en mi sillón y comenzó a girar. Yo solo lo observaba, parecía más un niño que el Diablo. Dejo de girar y clavo su profunda mirada en el escritorio.