Capitulo cuatro

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Jin sintió sus mejillas arder al escuchar esas palabras salir de la boca de NamJoon, ¿de verdad estaba sintiendo lo mismo por él?
Durante los minutos en los que ordenó sus ideas para saber decir lo correcto sin quedar como un completo bobo enamorado al observar a NamJoon en ese estado por fin decidió hablar.

–¿Necesitas que te preste algo de ropa?– soltó rápidamente y se mordió el labio inferior con nerviosismo.
–Si, por favor, mañana tengo cosas que hacer en la biblioteca y no me gustaría ir haciendo un escándalo de estornudos.– río, con suavidad.

Jin se apresuró a sacar sus mejores prendas del closet, unos jeans de mezclilla, un camisa blanca con una frase motivadora, una sudadera azul pastel y un bóxer con patitos, vergonzoso.

–Ten.– le entregó todo completamente ordenado y se sentó a su lado.– Aunque pensándolo bien, toma una ducha si quieres, mientras estaré abajo preparando algo para ver una película.

NamJoon asintió y caminó hacia el baño de la habitación y cerró. Jin, por su parte, corrió abajo con suma vergüenza y se botó en el suelo, sonriendo con toda la emoción del mundo, ni siquiera supo que tan rápido pasó el tiempo mientras él estaba fangirleando con Nam que el mencionado ya estaba en la escalera, observándolo con una cara divertida.

Maldición, este debe ser el día de ridiculizar  a Jin, ¿no?

–¿Y-ya acabaste? – NamJoon asintió y camino en dirección a él, con los cabellos aún húmedos estorbando en su hermoso rostro. 

Por un momento Jin creyó que iba a suceder, ¡qué estaba sucediendo! Que NamJoon luego de 6 años de haberlo visto tan estúpido por él al fin aceptaría que él también tiene sus cosas lindas y que formarían una tierna pareja del colegio.

Ajá, como si esas cosas de verdad pasaran.

La respiración de ambos se fundía, estaban demasiado cerca uno de el otro, y entonces pasó. Jin entreabrió los labios y cerró los ojos, y entonces se escuchó un risita suave frente a él que le hizo saber que otra vez la había cagado.

–¿Qué? ¿Quieres que te bese ya? –soltó el moreno sin dejar de reír, por su parte el castaño quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera muy lejos de ahí.

Jin se dio la vuelta y sin decir nada camino hacia la cocina, maldiciendo en voz baja por ser tan apresurado, pero es que ¡demonios! NamJoon es una completa obra de arte que SeokJin, sabiendo que no es correcto tocarlas, quiere hacerlo con todas sus ganas.

Una vez que tuvo lista la variada comida chatarra que sacó de la alacena comenzó a llevarla con dificultad a la sala. Acomodo todo en la mesa de centro con un ligero puchero al derramar un poco de salsa en la alfombra, lo dejó pasar y para cuando volteó otra vez ahí estaba NamJoon, frente a él, con una cara que ni el castaño puede explicar.

Demasiado perfecta, quizá.

Teenage dream [namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora