Capitulo nueve

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La clase pasó increíblemente rápido. La maestra ya se encontraba anotando las tareas en el pizarrón mientras Lisa recogía los recados de sus compañeros.
NamJoon se encontraba revoloteando sus cosas en busca de tal papel.

—No lo traje.—gritó y luego suspiró pesado.

Jin sonrió orgullosamente y metió ambas manos a su propia mochila partiendo en dos su recado. Pensaba que si NamJoon se quedaba le haría falta compañía y a él no le molestaría en lo absoluto quedarse con él.

—¡Ah no! Lisa, ¡aquí está!—Nam sacó de su carpeta aquel escrito con la firma en grande de su madre.
—Que idiota.—murmuró Jin y recargo su cabeza fuertemente sobre su pupitre y rodó los ojos.
—¡Jin!—la voz de Jimin resonó por toda el aula.— Ya es hora, vámonos.

NamJoon comenzó a guardar sus cosas en orden despidiéndose de Jimin, Hoseok y Jin para luego caminar junto a Lisa fuera del salón manteniendo una cálida plática entre sonrisas.

—Voy a quedarme.
—¿Qué? ¿Por qué?—Jimin frunció el ceño realmente confundido.—¿qué no me aseguraste haber traído tu papelito?
—Si, pero creí que NamJoon lo había olvidado porque hace algunos momentos no lo encontraba.
—¿y?— añadío Hoseok y Jimin rodó los ojos, con un movimiento manual le indicó que prosiguiera y el pequeño con cabellos medios rubios se cruzó de brazos.
—Lo rompí para quedarme con él.

Jimin no aguantó más y rompió en carcajadas realmente fuertes seguido por la escandalosa risa de Hoseok. La maestra negó con la cabeza ligeramente y sonrío acercándose al pequeño grupo de chicos.

—Cariño, ¿puedes revisar los exámenes de inglés? Sabes que esta comisión no se la doy a nadie, más que a ti.— guiñó su ojo izquierdo sonriendo pícaramente y colocando el folder color amarillo huevo sobre el pupitre.
—Buena suerte, Jin, ¡te veo luego, tonto!— Jimin le dedicó un gesto facial para nada agradable y junto con Hoseok salieron detrás de la maestra.

Jin se encontraba fastidiado por los exámenes de inglés con demasiadas fallas, podría no ser el más aplicado en las otras materias pero era un cerebrito en esta.

94% de fluidez sin haber llevado la materia en la escuela primaria es demasiado genial, ¿no creen?

Dirigió su mirada hacia el colorido reloj cerca del marco de la puerta.

"Aburrido"

Recién habían transcurrido 40 minutos desde que la maestra, su mejor amigo y el cara de feto de gato lo dejaron ahí, torturándose con 52 exámenes más por revisar.

Acababa de tomar el examen número 13 cuando un chillido de emoción lo sacó de la burbuja y lo hizo gritar.

—¡Jin!

Era su madre que había ido al rescate y adivinen qué, NamJoon se había encargado de avisarle que su pequeño hijo estaba en apuros.

—¿Mamá? ¿Qué haces aquí?—preguntó el castaño realmente confundido y comenzó a guardar sus plumones en orden junto con el folder lleno de exámenes en su mochila.
—NamJoon me avisó que te habías quedado, ¿qué le hiciste a tu recado? ¿Te lo robaron?

"No madre, solo quería quedarme a solas con NamJoon para ver si sucedía algo, tranquila."

—Si mamá, me lo robaron.
Cariño, ya tenemos que irnos, anda.— la señora Kim estiró su mano hacia Jin y la tomó comenzando a caminar hacia la salida de la escuela donde la maestra se encontraba.
¡Te veo mañana para entregar los exámenes calificados, no te olvides!— dijo la maestra alegremente y Jin asintió con una sonrisa.

Madre e hijo se encontraban felizmente charlando durante el viaje camino a casa. Hasta que al desviar la mirada a un costado de la calle se encontraba el pálido cuerpo de un chico en el suelo.

Cariño, es NamJoon.— la voz de felicidad de la señora Kim fue reemplazada por una de real preocupación.

No puede ser NamJoon, seguro es su hermano gemelo. Si, seguro eso es.

N-NamJoon...?— Jin sintió sus ojos aguarse y bajó rápidamente del auto cruzando la calle, tomó el cuerpo del moreno entre sus brazos.—Moonie...—susurró y lo movió con suavidad.
Era la primera vez en toda su vida que lo llamaba por ese apodo en público.
—Sabia que vendrías a ayudarme.— murmuró NamJoon, casi inaudible y se desmayó.

Luego de eso Jin —con ayuda de su madre— lo subieron al asiento trasero manejando hasta el hogar del castaño. Durante todo el viaje SeokJin no apartó su mirada de él ni soltó su mano.

Realmente espero que no te suceda nada malo, cariño.

Teenage dream [namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora