SNAPCHAT↪EUNSAN

007.

Simplemente no podía soportar a mis primos, todos eran unos mocosos sin sentido común. Al único que soportaba y era casi como mi otra mitad era YuGyeom.

Lo llamaría mejor amigo si tan sólo no se hubiera ido a estudiar a los 10 años a Tailandia, prácticamente me abandonó, pero bueno, por suerte había conocido a Bin a los 11 años.

Las ganas de llorar volvieron a mí, había perdido a mi mejor amigo por culpa de una red social, por eso no me gustaban. Bin era una de las personas más importantes que tenía y pensar que no me volvería hablar por una simple foto me llenaba de tristeza.

Miré la hora en mi celular, JinJin y Rocky quedaron ayer de llegar a las 12, pero no se veía ni rastro de los dos chicos.

Mi familia había organizado una reunión hoy domingo ¿una fecha especial? claro que no, solo se reunían para hablar sobre diferentes cosas que les había pasado. Mi casa siempre era el lugar de reunión preferido por diferentes razones: era el que quedaba más cerca, era grande y la principal de todas: teníamos piscina, sí, nuestros familiares se aprovechaban de eso.

Me recosté en mi silla y observe como uno de mis primos se lanzaba a la piscina, mis demás primos lo alentaban, al principio no comprendí el por qué, paso casi un minuto y él no salía de la piscina, fruncí el ceño y apoyé mis codos en mis rodillas observando atentamente todo lo que los mocosos hacían, me llevé una sorpresa cuando todos parecían alarmados y miraban hacia la piscina.

KyuHyun —el típico primo mayor que te hacía bullying— salió de la cocina de mi casa hacia donde nosotros estábamos, no se había dado cuenta del alboroto que habían armado los mocos y caminó hacia mí.

—¡Kyu-Oppa! ¡Chan se tiró a la piscina y aún no sale!—Chilló JiSoo.

KyuHyun rápidamente volteó hacia donde se encontraba todo el grupo de mocosos, parecía como si los estuviera contando para ver si estaban completos al darse cuenta que no, se sacó rápidamente la camisa —vaya que tenía buen cuerpo... ¡ah! ¿pero qué estoy pensando— luego se sacó los zapatos y se tiró a la piscina.

Debido a que el grupo de mocosos estaba armando un alboroto, los adultos no tardaron en salir a ver lo que pasaba. Para suerte de muchos, KyuHyun salió de la piscina cargando a un Dino casi desmayado; Mi tía, al ver a su hijo en ese estado, chilló y se acercó corriendo hacia él.

—¡Chan! ¡Mi bebé! ¿Estás bien?—Comenzó hacer preguntas mientras zamarreaba a su hijo para poder despertarlo, Dino comenzó a retorcerse en el piso.—¿Acaso no había alguien mayor de 15 años que te ayudará, bebé?

Ya valí.

Todos los adultos me miraron, incluidos mis padres y KyuHyun, los miré de regreso sin saber que decir.

—Hijo.—Habló mi padre.—¿Acaso no viste que Chan se estaba ahogando?

—Y-Yo no sabía que Dino no podía nadar, creí que era uno de los tantos jue-juegos que tienen mi-mis pri-primos, n-no quise arruinar s-su di-diversión—Lágrimas cayeron por mis mejillas.

Sabía cómo ganarme miradas comprensivas de los adultos, por algo había creado una imagen tierna frente a todos, gracias a esto me había librado de muchas.

—No te preocupes, cariño, Chan tiene la culpa por meterse al agua sin saber nadar—Dino ya se había compuesto y mi tía le daba palmadas en la espalda.

Sonreí tiernamente y con las manos limpié mis ojos, mi mirada fue a parar a la puerta de la cocina donde se encontraban dos figuras muy conocidas: Luhan-hyung y Chanyeol-hyung—el típico primo que de pequeño veías como hermano mayor y ahora lo ves como un inútil bueno para nada, pero aun así lo sigues respetando—. Ambos negaron con la cabeza mientras me miraban, ellos sabían muy bien que las lágrimas habían sido falsas, ellos dos fueron los que las crearon de pequeños cuando me obligaban a llorar para que me regalaran dulces, ah, aquellos tiempos.