honey and milk; taekook

sempiterno

desde que taehyung conoció a jungkook, tiene la definición exacta de lo que es amar a alguien. sabe que no todos comparten el mismo significado que él le da a ese sentimiento de lluvia confortable que le inunda cada extremo y esquina de su alma y corazón. y sabe también que a pesar de que se lo haya repetido cada mañana entre los edredones de su cama, a ese ser sublime que apareció en su vida como una curita a sus heridas, siente que debe recordárselo cada segundo para que se sienta amado, protegido, contenido. que sea consciente del amor que le tiene, de que lo vuelve loco cada segundo, que su corazón se acelera cuando lo escucha reír y que lo ama, principalmente que lo ama, con todo su ser, desde el primer momento, o incluso antes, en que los abrazos se convirtieron en besos y lo poco se convirtió en suficiente. desde que crecieron demasiado y que a pesar de tener sus diferencias, tuvieron los mismos tropezones. y a taehyung le encanta escucharlo hablar, cuando suspira sobre su pecho exhausto de parlotear sobre lo que sea y porque probablemente cree que taehyung está cansado de escuchar sus extensos pensamientos y que su arduo trabajo de todos los días lo tiene con el cuerpo y mente cansados, que solo quiere dormir. pero aún más le gusta cuando jungkook se separa de él y lo mira como pidiéndole perdón por ser tan insistente, tan enfático en compartir sus preocupaciones y hasta sus inalcanzables sueños; y se miran a los ojos, le encanta porque sus almendrados ojos tienen ese brillo entusiasta y jovial, tal como cuando apenas rozaban los quince, aquel brillo que lo deja sonriendo y que provoca los aleteos delicados de mariposas encerradas en su interior. aquella mirada directa que lo posee y encierra cada fibra de su cuerpo en un manojo de sentimientos suaves pero fuertes. entonces lo toma del mentón, lo besa lento, y le expresa cuánto lo ama junto a caricias que estremecen al menor, le promete su eterno amor con susurros en el oído y pequeños besos en la tibia piel de su cuello. se enroscan las piernas y para cuando jungkook duerme, taehyung puede asegurar que la única razón de su vivir es él, el ser bello que dormita entre sus brazos, con la cabeza suavemente apoyada en la almohada y las finas hebras de su cabello alborotado cayendo por su rostro.

la luz de la luna entra por la ventana, se cuela con parsimonia a través de las cortinas danzantes y acaricia cada centímetro de la piel del amor de su vida sereno, iluminando de manera tenue pero suficiente al apreciar, haciendo brillar las pestañas que adornan sus ojos convirtiendo el rostro del joven en el mismo cielo nocturno, de estrellas esparcidas sobre su piel y taehyung le acaricia el cabello sintiendo como estambre aterciopelado de nubes entre sus dedos, la gloriosa sensación de tocar cielo cuando le besa las mejillas y los labios rosados dulcemente.

él, como el más fanático del arte que se considera, observa cada relieve y detalle del rostro de su amante, de su pareja, de la persona que le dijo tantas cosas hermosas, de la persona con la que quiere pasar el resto de su vida y sabe con seguridad que sus caminos en la vida los quiere recorrer así, admirando una de las más bellas obras de arte que el cielo le trajo. juega con sus mechones lentamente, para no despertarlo de su ensueño, y cuando está lo suficientemente consciente de que el cachorrito que se abraza a su cintura, es real, y que todo lo que sucedió en los últimos doce años no es solo un sueño bonito del que aún no despierta, deposita un largo beso en su frente que le asegura a través del sueño a el menor que lo que siente sigue tan vivo como la primera vez, y que va a seguir igual o más potente en el transcurrir de su vida. acomoda su cabeza en su cuello para dormir, sabiendo que al final, siempre en el comenzar de sus días tendrá la oportunidad de decirle a su ángel que lo ama y lo amará siempre.

y cuando la luz del sol no es la única que le acaricia el rostro, posa sus manos en las delicadas que tornean su mandíbula y los dedos que se ocultan entre sus cabellos. taehyung tiene sus partes favoritas de un día, y este es uno; cuando abre los ojos y antes de que pueda murmurar los buenos días a su ángel, una lluvia de besos le caen desde arriba cuando jungkook se sube juguetonamente sobre él y entrelaza sus piernas.