Un joven Conde caminaba entré las transcurridas calles de Londres acompañado de su fiel mayordomo, su rostro demostraba fastidió. Quién no lo estaría al haber escuchado la ridícula confesión de su mayordomo y haber tenido qué rechazarlo, por otra parte el mayordomo no demostraba sentimiento alguno en su rostro, su sonrisa sarcástica y burlona se borró,sus ojos eran fríos y opacos. Seguía a su amo cómo si fuera su perro faldero.
El joven se dirigía a su mansión después de una atareada tardé en Londres, en pleno caminó un joven se cruzó en su caminó, el azulino sonrió con perversión y se acercó al joven.
– Buenas tardes– Saludó Ciel acercándose al muchacho de forma peligrosa, lo cuál fue captado por el mayor.
– Conde P-Pantomhive, lo siento por cruzarme––Se lamentó el muchacho avergonzado por estar bajo la mirada perversa y peligrosa del Phantomhive, cómo un cazador vigilando a su presa. Sebastian quién miraba la situación con fastidió, decidió interrumpir.
–Joven amo, debemos regresar–Avisó el galante mayordomo, Ciel lo fulmino con la mirada y se despidió del chico de mala manera. Subieron al carruaje y éste tomó rumbo a la mansión, el transcurso fue poco agradable, el conde mantenía la vista en el paisaje, aúnque fuera efímero, era lo único qué lo distraía de todo. Sebastian por su lado, con una mirada cargada de lujuria, observaba a Ciel, hasta a su más mínimos movimiento. El carruaje paro en secó adelanté de la mansión, rápidamente el joven Phantomhive bajó y se adentró a su mansión. Corrió escaleras arriba para segundos después azotar la puerta, en los labios de Sebastian se surco una sonrisa perversa, lentamente subió las escaleras, una pequeña risa se escapó de sus labios. Una vez adelanté de la puerta de su amado, tomó el pomo y entró sin ningún permiso.
– Nadie te dio derecho de entrar sin pedir permiso, vete– Pidió retrocediendo al ver cómo Sebastian se acercaba peligrosamente a el, levantó su mano decidido a abofetear a Sebastian, pero su mano fue detenida por el azebache.
–Bocchan, es peligroso golpear a un demonio de alto rango, ahora deberá afrontar su castigo– Dijo Sebastian de manera burlona, acercó su rostro hacía el de Ciel, pero el ojiazul se alejó lo más posible.
–Tks... Hubiese sido mejor acostarme con ése muchacho– Con malisia comentó el Phantomhive, los ojos de Sebastian brillaron de color rojo vivo, segado por la irá y celos, aprisiono bruscamente los labios de Ciel contra los suyos.
–¡¡Detente Sebastian!!–Gritó el Conde al ver cómo Sebastian lo había desvestido, sus gritos fueron callado por el placer qué Sebastian le otorgaba, al lamer y mordisquiar con delicia sus botones rosados, trató de empujar al mayor pero le fue inútil. El azebache bajó hasta su ropa interior dejando un caminó de besos, desde el cuello de Ciel hasta su cintura, bajó la ropa interior del menor dejando ver su falo, acarició la punta y comenzó a lamerlo lentamente, lo qué fue una tortura para el menor. Las manos de Ciel estiraron con fuerza los cabellos azebaches de su mayordomo, pero tan sólo logró exsitar más al ojicarmín, una fuerte oleada de placer lo recorrió por completó, corriendose en la boca del mayor. Sebastian se separó saboreando la esencia de su amo.
– Es usted muy delicioso bocchan– Le decía el mayor deleitandose con el sabor, Ciel asustado trató de escapar pero no lo logró–Has sido desobediente, afronta las consecuencias mí amor– Habló el mayor en el oído del ojiazul, lo tomó de la cintura y lo puso en cuatro, el azebache liberó su virilidad, lo cuál asustó a Ciel por el tamaño qué tenía.
–Lamelos–Ordenó Sebastian con vos ultratumba, el joven pensó en negarse pero era mejor hacerle caso, lamio los dedos, su saliva caía desde su mentón, una imágen muy excitante para el azebache. Volteó a Ciel y lo penetró con los dos dedos.–Sacalo,duele, Porfavor no lo hagas– Pedía suplicante, lo cuál le causó mucha gracia a Sebastian, al ver al Conde más orgulloso suplicar. Sebastian lo ignoró y sacó repentinamente sus dedos, Ciel se alivió al no sentir más los dedos del mayor en su interior, pero su tranquilidad desapareció al sentir el gran miembro del mayor penetrando su pequeña entrada. Soltó un desgarrador gritó juntó a lágrimas y súplicas, el mayor comenzó a embestirlo con fuerza y profundidad, los gemidos cargados de lujuria de Sebastian, y el llanto de Ciel era lo único qué se escuchaba en la habitación, el vaivén de sus caderas, el sudor y los suspiros qué lo hinundaban todo, aúnque pareciese un hermoso encuentro de amor, no lo era. Sebastian se había corrido más de seis veces en el interior de Ciel, por su lado el pobre chico lloraba sin parar, al sentir cómo el mayor se corría nuevamente. Después de tantas horas bajo el mayor Ciel cayó dormido, Sebastian aún con energía para seguir, no tubo más opción qué acostarse al lado del menor.
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El joven Conde despertaba con un infernal dolor de caderas, y entré los brazos del mayor. Escapó de los brazos de Sebastian y salió de la habitación rápidamente, corrió lo más qué pudo, pero su dolor le impidió seguir corriendo, obligándole a caer de bruses al suelo. Sí ése día no le hubiera dado el fin de semana libre a sus sirvientes, no estaría en ésa situación o al menos podría pedir ayuda.
–¡¡CIEL,TÚ HERES MÍO Y NO TE DI EL DERECHO DE ESCAPARTE!!–Gritó furioso el mayor apareciendo arrastrando al jovencito hasta a la habitación nuevamente, cerró con seguro la puerta y dejó sentado al Conde en el suelo. Bajó el cierre de su pantalón y liberó su miembro, Ciel tragó en secó al ver cómo Sebastian se paraba adelanté suyo –Lamelo–Ordenó mostrando su miembro, el ojiazul se alejó, pero no llegó lejos, ya qué Sebastian lo tomó de la nuca y lo obligó a lamerlo. Sollozando Ciel con dificultad metió la mitad del miembro de Sebastian, pero el azebache tomó y presionó a meterlo enteró en su boca, Ciel atragatandose lo lamio, arrancando gemidos del mayor. Jadeos y gemidos salían de los labios del azebache, el ojicarmín término por correrse en la boca del peliazul, el cuál comenzó a toser atragantandose con el semen del mayor.
–Tragalo– Obligó el azebache, Ciel lo tragó, aúnque algunas gotas escaparon de su boca, su llanto aumentó al pensar en lo qué hizo
– shhh,ya,ya mí amor, fuiste buen chico– Felicitó el mayor, cargó al ojiazul y lo dejó en su cama, acostandose a su lado.Un amor enfermizo comenzó en aquél momento.
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Atte: Krone

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『❝Ciel, porfavor, amame❞』
FanfictionSebastian ama con locura a Ciel, pero el joven lo rechaza inmediatamente, el amor puede llegar hacer el sentimiento más peligroso, y más si es el amor de dos demonios. Un día todo cambiará, Sebastian será impulsado por la irá y los celos a violar a...