Capítulo 2 ¿Quién es él?

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El tiempo había transcurrido, Xiumin y KyungSoo ya estaban en último año; ambos hacían absolutamente todo juntos, eran tipo cómplices en cualquier cosa que hiciéramos los dos, si el malévolo Soo le decía “matemos a alguien”, era más que seguro que Min no se habría negado.

Y es que su amistad desde ese día se había fortalecido más y más, ambos se veían el uno al otro como más que unos simples amigos. Su amistad había tomado otro rumbo, ambos consideraban al otro como su hermano de otra madre. A tal grado llegaba su amistad.

Muchas veces pasaban la tarde juntos viendo videos o hablando horas y horas, jamás el tiempo era suficiente para compartir con alguien que aprecias, o eso era lo que pensaban. Era una tarde calorosa de Febrero, la sensación térmica era intolerante para cualquier persona de la ciudad y aún más una tarde de viernes.

Ambos adolescentes estaban en la habitación del pelinegro, con la música de moda en sus parlantes, Kris no estaba y seguro no llegaría hasta el anochecer por su nuevo trabajo.

Aunque se habían ingeniado miles de formas para soportar el calor, todo ello fue inútil ya que ambos no contaban con que la temperatura fuera tan exasperante, además que el viento ese día particularmente había decidido tomar un descanso, dejando que el pelinegro y el castaño deliraran exageradamente, al no tener medios para refrescarse.

Enano, creo que me derretiré en tu piso… -murmuro el castaño con un tono de voz bajo por la falta de hidratación que tenían-

Juro que puedo ver tus mejillas derretirse… vete al baño a derretirte así es más fácil limpiar –Respondió el pelinegro de la misma manera, molestándolo con una broma para muchos pesada, pero en su relación de amistad ya era cotidiana. -

¡No molestes!  –exclamo fingiendo seriedad y algo de molestia el pequeño castaño de doble parpado, recostado en el frio suelo-

No me ensucies el piso, Kris me hará limpiar a mí –exclamó nuevamente Soo, tratando de hacer una  expresión  de seriedad- Bueno mejor vamos a caminar, así nos refrescaremos cuando el sol empiece a caer.

Ambos tomaron una botella de agua y empezaron a caminar por la calle; promediaban las 4 de la tarde y el sol aun irradiaba un calor intenso, el bajito de mejillas regordetas bromeaba exagerando el calor mientras caminaban. Y sin darse cuenta ya se encontraban en la plaza, donde se reunían todos los jóvenes de la ciudad.

Soo y Min caminaban conversando mientras rodeaban la plaza, hasta que el calor descendió y pudieron sentarse y disfrutar de la brisa fresca de la primavera. Era una conversación más de las tantas que tenían, algo normal. Pero algo cambio mientras conversaban, la mirada del pequeño pelinegro que previamente la tenía hacia su amigo, se desvió a una persona quien desde el otro extremo de la plaza observaba al curioso Soo.

Aquel chico sentado como uno de esos rebeldes, que se ve únicamente en las películas de los sesenta, observaba fijamente al pequeño de enormes ojos. Ambas miradas se cruzaron, haciendo que el pequeño Soo se quedara en blanco; a pesar de que podía tener un carácter único, este individuo lograba desconcertar sus sentidos con solo mirarlo, con esa mirada tan profunda que lograba penetrar sus ojos, para que sea indescifrable el secreto que acababan de despertar ambos.

¿Quieres que te traiga un balde?, para que babees por ese chico –pregunto molestoso el castaño, al observar que fue excluido del espacio y tiempo que creía estar junto a su amigo, por causa del tercero-

¿Cuál balde? Quien babea…yo no lo hago –musito el chico de enormes ojos oscuros, fingiendo estar desentendido con las palabras del castaño- en vez de decir babosadas vamos a tomar un helado, yo te invito –comento pensando que esa frase lo lograría sacar de esa situación por haber sido descubierto-

¡Y porque no lo mencionaste justo cuando moríamos de calor! –Exclamo molesto el castaño de doble parpado, expresando una pequeña molestia hacia su amigo- KyungSoo eres malo…

Tal como quería Soo había logrado escapar de aquellas afirmaciones de su muy observador amigo, Xiumin. Eso lo alivio mucho. Para cumplir con el capricho del castaño, Soo no tuvo más opción que comprar los helados y como conocía el gusto de su berrinchudo amigo, pidió el sabor que le gustaba, “vainilla y dulce de leche”. En cambio el pelinegro era completamente distinto, para el sabores dulces no eran tanto de su agrado. Soo pidió un cono de “Limón y Chocolate”, ambos sabores eran una combinación exquisita en el paladar del mismo.

Luego de haber comprado y pagado por ambos helados, Xiumin y KyungSoo degustaban de los mismo, cada uno con una particular expresión. Min parecía igual que un gatito tierno con su sonrisa y esa expresión de felicidad mientras lamia el helado. Para Soo era difícil no mirarlo con rareza cuando comían un helado. Pero algo no estaba bien dentro del subconsciente del pequeño de ojos enormes, la intriga y las cuestionante surgieron, haciendo que sea inevitable el tema de conversación.

Xiumin… tú me conoces bien, creo que mejor que mi hermano…-La expresión de felicidad que tenía el joven castaño,  fue borrada al escuchar el tono de voz y la expresión que Kyung tenía-

Sí, a donde quieres llegar D.O –Respondió algo más serio ante el cambio repentino que tenía su amigo-

El chico que decías por quien babeaba… -Soo rememoro el momento en que sus miradas se cruzaron. Eso hizo que pudiera expresarse de mejor manera tras recordar todo ello- es raro, por  un momento sentí que solo él y yo estábamos en la plaza observándonos, como si con nuestras miradas pudiéramos comunicarnos el uno con el otro a la misma vez.

Wuuuuu –musito Minseok molestoso a las confesiones sinceras de su novato amigo- mi querido dodo… creo que te gusto ese chico…-sonó con ese estúpido tonito, del cual se usaba para molestar a un enamorado en negación -

-la expresión facial de Soo cambio totalmente, de sus ojos irradiaba una molestia. Trato de controlar sus impulsos y dejo que el abrumante comentario quede en el olvido- y arruinaste el momento, come mejor, antes que tu helado termine en el suelo…

¿Por qué le molesto tanto el comentario de su amigo? ¿Era posible que las aseveraciones de su amigo fueran ciertas, razón por la cual reacciono así? Eso no lo tenía en claro, pero al fin de cuentas sus cuestionante del joven Soo quedaron olvidadas, por esos momentos mientras terminaban de disfrutar del helado. Hasta que en un determinado momento él castaño se tuvo que ir, en contra parte el pequeño Soo debía quedarse esperando a su hermano mayor, Kris

El ojoso Kyung, esperaba impaciente sentado en aquella plaza mirando a los lados por su mayor. Pero en un giro inesperado se percató que aquel muchacho con quien previamente cruzó miradas, caminaba hacia él. Estando solo unos metros, se podía sentir la tensión que causaba en el pequeño Soo y más al observarlo mejor. No todo era tan mal para el nervioso KyungSoo, estando a una corta distancia del desconocido pudo ver sus atributos de una mejor manera.

Un chico alto con una sonrisa encantadora, marcada por sus hermosos pómulos que delineaban mejor esa perfecta sonrisa, ojos cafés, junto a una mirada que era capaz de desconcertar a cualquiera que fuera atrapado por ellos, cabello rizado y alborotado. ¡Dios! todo en él lograba hacer que Soo no dejara de verlo ni por un segundo.

Y llámese intromisión del destino, mala suerte, o incluso ¡Maldición!, pero a pocos metros una voz muy familiar retumbó sus oídos, sacándolo de ese trance. Un resoplido fue la evidencia de esa molestia en el menor mientras se alejaba del inmóvil desconocido, quien no tuvo más opción que plantarse en su lugar mientras observaba que el pelinegro se alejaba del mismo.

Kyungsoo vámonos qué esperas... –Exclamó Kris desde la calle en su auto, mientras observaba a su pequeño hermano caminar con pesadez, como si cada paso fuera el mismo que daban los cautivos de libertad-

-Soo suspiró y una vez cerca del auto, giro su cabeza mirando al chico quien al igual que él, se veía desilusionado, aunque el importunó llamado Kris llego a arruinar el momento, kyung sintió que lo mínimo que podía hacer era sonreír, porque a veces las cosas no se dan como uno quiere, tal como lo había presenciado- si lo siento, vámonos Hyung –contesto finalmente hacia su mayor dentro del auto, mientras que desde la ventanilla podía ver como el desconocido, se quedó en ese lugar inmóvil y desconcertado-

(…Dos semanas después...)

Ya habían transcurrido dos semanas desde aquel encuentro con el desconocido. Kyung dejo que el olvido actuara en esos recuerdos, y que mejor manera de hacerlo que saliendo a una fiesta con su mejor amigo.

D.O  ya deja de estar estresado, se supone que vinimos a bailar y divertirnos –le reprocho el castaño de doble parpado, mientras bailaba al son de la música, pero aun así podía ver la preocupación de su amigo marcada en su rostro -

si lo siento, es que sabes que a Kris no le gusta mucho que este en estos lugares, no sé qué llegue a pensar si se entera que vine aquí –Habló al oído de su amigo el pelinegro, pues era claro, Kris le había otorgado el permiso al menor, pero el chico de enormes ojos oscuros no esperaba que el lugar estuviera lleno de bebidas alcohólicas-

pero D.O no le mentiste, le dijiste que venias, -Min trataba de calmar la conciencia de su joven amigo. Pero como por arte de magia, si se le puede atribuir, su mirada se desvió hacia un lugar o mejor dicho hacia alguien en el lugar- además mira… es tú amigo de la otra vez –dijo el castaño con una sonrisa molestosa, pues sabía que él había fracasado en distraer al pelinegro, pero estaba seguro que el desconocido no fallaría en el intento -

¿Por qué me molestas con él?, solo lo vi una vez… -Respondió el muy nervioso Soo al darse cuenta que si era el mismo extraño de aquella vez-

¡Y que!, De todas formas te conozco Kyungsoo sé que te atrajo de alguna manera…-Y tal como lo dijo Min, sus afirmaciones eran ciertas y fundamentadas, porque después de verlo aquel día, Soo se la paso buscando el momento para hablar de ese chico. Así fue por dos días seguidos, hasta que Min suplico a Soo que dejara de pensar en ese alto. Pero ya habían transcurrido catorce días y el destino o casualidad decidieron cruzar sus caminos nuevamente - Ahí viene… -musito el castaño fingiendo una tos para alertar a su amigo-

Los nervios se pusieron a flor de piel en el pequeño Soo, su cuerpo se tensó tanto que de repente sus pasos de baile eran iguales a los de una tabla, rígidos. Pero ¿porque rayos se puso así? ¿Quién era este chico para causarle tanto estrés con solo tenerlo a unos metros?

Hola, ¿qué tal? –una voz ligeramente gruesa se escuchó en el oído del ahora nervioso Soo- Soy Park ChanYeol, nos vimos el otro día.

-de forma lenta el pelinegro se giró, quedando frente a frente o mejor dicho frente a pecho de un alto ChanYeol, prosiguió a responderle- Ah hola, mucho gusto soy KyungSoo pero mis amigos me dicen D.O –Respondió un rápido Kyung, que trataba de no mostrar su nerviosismo a un calmado ChanYeol- y si… no lo recuerdo, pero de alguna forma si me pareces conocido.

-Era obvio para ChanYeol que lo último era mentira, sabía que lo recordaba perfectamente por lo tenso que estaba el bajito, pero le fue inevitable no reír por el intento que realizo el mismo- ¿Quieres bailar?

Xiumin ya que había sido dejado de lado en la conversación, como si a su amigo se le había olvidado con quien venía, se fue a un lado de la pista con su vaso de gaseosa, mirando la escena riendo al ver a su amigo en tal situación.  Hasta que lo vio dirigirse a la pista de baile, con el aun extraño.

Ciertamente debemos decir que el baile no era el fuerte de KyungSoo, pero sin duda alguna podía defenderse con sus pasos. La noche avanzaba y mientras Soo bailaba lo más normal posible, Yeol le mostraba lo extravagante que podía ser con sus pasos, y lo molestoso que era para Soo que llamase la atención de todos. Ya era hora de que se fueran. La fiesta terminó, Minseok y KyungSoo salieron a la calle esperando por los padres del primero.

¿Qué dices D.O, te llevo? –pregunto un Minseok cansado y soñoliento por haberse reído toda la noche, viendo la incomodidad de su amigo en la pista de baile-

KyungSoo, ¿Qué dices si te acompaño a tu casa? –Dijo desde atrás el alto ChanYeol, con algo de incomodidad, ya que sabía que Soo no disfruto para nada el baile junto a él. Después de haberlo dejado con la excusa que iba a los baños, pero en realidad se fue a bailar con su amigo Min-

Y bien, ¿Qué harás Kyung? –Replico dudando el castaño al ver la cara de póker de su amigo pelinegro-

Y aunque Kyung no disfruto nada del baile, había algo que lo intrigaba, una pequeña voz que desde su interior que le suplicaba ir con él y saber más de su persona; así que abrumado por esa voz decidió ir a casa con él.  El Pelinegro le pidió expresamente a Xiumin, que no revelase a Kris que se fue a casa caminando, y es que sabía que su hermano mayor era un tanto paranoico con la inseguridad; era natural que su mejor amigo no estuviera de acuerdo tampoco, pero no tuvo más opción que aceptar.

ChanYeol y KyungSoo caminaban juntos por la calle, conversando y conociéndose, mientras sus palabras y expresiones corporales se hacían más ligeras, más simples, llenas de confianza.
Y es que quizás esa vocecita interior tenía razón, ya que pudo conocer otra faceta de Yeol, quien parecía un chico muy diferente al de la pista de baile, más tímido.

Ya veo… –soltó una pequeña risa, de la cual Soo se empezaba a llenar de simpatía cada vez que lo oía- pero KyungSoo, porque no me  preguntas hasta ahora todas tus dudas…de hecho es la primera vez que no me dicen ¿ porque los invito a bailar? o ¿porque me llevas a casa?...-Dijo Yeol con una sonrisa ligera, pero muy intrigado al ver tanta cautela en el bajito-

-las palabras del alto habían causado una sonrisa acompañada de un risa leve en el Pelinegro, por ser tan sereno ante sus cuestionante- porque quizás espero que tú me lo digas con sinceridad… -“Y es que el tiempo se va mientras uno conversa”, pensó Soo ya que estaba en plena esquina cerca de su casa - bueno me debo ir, mi casa está ahí, gracias por traerme ChanYeol –KyungSoo muy respetuoso y agradecido, levanto su mano derecha haciendo una señal de despedida, girando en sus talones para empezar a caminar los pocos metros que lo separaban de la puerta de su domicilio-

Claro, no fue nada KyungSoo –Hizo una pausa breve el alto, para luego al fin decir lo que realmente quería decir desde aquella vez que fue infortunado- KyungSoo, me gustaría invitarte a una salida…-dijo algo tímido, mientras trataba de aliviar la misma rascando su cabeza-

Eso es, ¿una cita? –Soo se veía contento por la petición del alto, pero no quería pensar lo que no era, por lo que trato de esperar una reacción de negación por parte del contrario a su interrogante-

Pues sí, vengo por ti mañana a las cinco ¿te parece? –Esta vez respondió más seguro de sí mismo y solo esperando que el pequeño aceptara a sus planes sin objeción alguna-

Está bien pero más te vale ser puntual, adiós. –Soo estaba feliz, pero no por eso debía demostrárselo. Caminó sin mirar atrás con una sonrisa en su rostro entrando a su casa; la sonrisa se le borro al ver a Kris parado enfrente de él cruzándose de brazos-

¡¿Crees que estas son las horas de llegar?!  ¡¿Acaso no sabes lo que es un horario?! ¡Te dije que llegaras a las 12 de la noche no a las 2 de la mañana!, Entra a tu habitación ¡Estas castigado! –El mayor lo reprochó obviamente muy molesto, ya que como lo dijo eran las dos de la mañana, al chico de enormes ojos se le fue la hora-

… -Kyung guardo silencio y camino por su lado, diciéndole solo unas palabras que quizás harían que se apiadara de él o al menos, ganasen la ternura de su hermano mayor –Buenas noches Hyung Te quiero~

Tras ello camino muy feliz a su habitación, no sabía la razón pero estaba más que contento con la cita que tendría con Park ChanYeol; aunque era tarde igual llamo a Xiumin, como buen amigo debía contarle todo lo que había transcurrido desde que se despidieron de la fiesta. Hablaron casi una hora por teléfono, aprovechando que Kris estaba dormido. Después  de contarse lo que debían, la llamada tuvo que finalizar, ya que Minseok estaba cansado.

KyungSoo se consideraba una persona que obtiene lo que quiere, y sea como sea mañana debía salir con él y tener esa dichosa cita, aunque tenga que usar los métodos necesarios para doblegar la decisión de Kris.

DESOLADO (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora