Capítulo 4 "Primer Amor" (Parte II)

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Era sábado por la mañana, Soo no tenía tarea alguna por hacer o planes para ese día, así que se disponía por estar todo el día en pijama sobre su cama, viendo su celular y las fotos que tenía con ChanYeol.

Era raro pero cuando estas en pareja, el tiempo puede llegar a pasar tan rápido que no te das cuenta del tiempo que llevan juntos, de los recuerdos acumulados en fotos y en la misma memoria.

Un sonido sacó a Kyung de sus pensamientos, observo la notificación en su celular y la misma decía “7 meses con Yeol”, una sonrisa se formó en su rostro al leerlo, ya que con siete meses de relación todo era diferente, ya podía responder con precisión la pregunta que tuvo alguna vez hace cinco meses atrás.

Como era mediado de septiembre, Soo se  disponía a mandar un mensaje de “Buenos días” a Chanyeol pero él le gano, por así decirlo, su tono de mensaje se lo advirtió.

Tras haber quedado con él, Soo estaba ansioso, por lo que era de esperarse que estuviera todo el día alistándose exageradamente

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Tras haber quedado con él, Soo estaba ansioso, por lo que era de esperarse que estuviera todo el día alistándose exageradamente.

Es ilógico pero cuando te enamoras por primera vez, sientes que todo es maravilloso, que la otra persona no tiene ninguna imperfección, es como si tu vista se cegara para solo ver lo bueno de esa persona, o como Xiumin se lo decía “lo que quieres ver y no lo que debes”. En fin, el amor es un sentimiento tan desconocido, que es capaz de desconcertar hasta al mismo Einstein como lo hacía con el enamoradizo KyungSoo.

Las horas pasaron en un abrir de ojos, faltaban 20 minutos para que dieran las siete de la noche y Soo aún no terminaba de alistarse, casi como era de esperarse, llegaría tarde. Kris le permitió salir como si nada, ya que sus calificaciones eran buenas, aunque no tanto como un buen estudiante pero si aceptables para su hermano mayor. Kyung Corrió a la calle y lo primero que hizo fue levantar su mano, para que un taxi se detuviera y pudiera llevarlo a su tan ansiada cita.

En unos pocos segundos después se encontraba dentro de uno, mientras su mirada se posaba hacia la ventana, observando como la noche caía en la ciudad y el azul cobalto se posicionaba por todas las nubes blancas. Sería una noche sin el cielo estrellado. El aire que pasaba por la ventanilla hacia su rostro  era tan fresco, tan estimulante. Soo llevaba una fina tela como suéter veraniego color piel, era más que seguro que no le serviría de nada esa noche.

Casi como lo había previsto llegó en 10 minutos al lugar de su cita, era una plazuela con algunos juegos infantiles, era un lugar pequeño, comparado a los demás de su ciudad. Y aunque este era un lugar alejado de la ciudad; el panorama eran unos sube-bajas, algunos columpios y una pequeña casita de juegos para niños junto a un resbaladero, todo ello rodeado por algunas bancas alrededor del mismo, y aun extremó una cancha poli funcional. Ese era el lugar de las frecuentes citas de ChanYeol y KyungSoo.

Por primera vez en siete meses Soo había llegado puntual, pero sin embargo Yeol aún no había llegado, así que el pelinegro decidió sentarse en su banqueta especial a esperarlo.

Los niños seguían jugando en los juegos del lugar, mientras Soo miraba su teléfono esperando que Yeol le mandara un mensaje, que le dijera, que le pasó algo y tardará, pero era inútil. 7:20 p.m. marcaba la hora en su celular y aun no tenía respuesta alguna, la noche era tétrica, los nervios le ponían tenso mientras miraba el contacto de Yeol, tratando de decidir si lo llamaba o no.

Soo estaba intranquilo, las preguntas lo atormentaban, ni si quiera ver el cielo cubierto de nubes lograba despejar sus temores, ya no esperaría más, estaba dispuesto a marcharse en ese instante. Hasta que por arte de magia su dedo parecía tener autonomía, ya que se disponía a presionar en el icono de llamada en el contacto de Yeol.

Mishu –dijo una voz familiar y ya más cerca lo pudo distinguir. Era Yeol con una sonrisa acercándose al molesto pelinegro- Perdón la tardanza tuve un pequeño problema.

¡Condenado Yeol, Que no sabes que existe el teléfono! –Respondió molesto Kyung, parándose de la banqueta mirándolo y tratando de fingir que no estuvo preocupado por el despreocupado gigante -

Lo siento, lo siento amor –Dijo abrazándole con sus enormes brazos al aun molesto Soo, mientras dejaba besos en sus mejillas buscando la calidez de su pequeño-

Está bien… -Casi como un sedante, el pelinegro había cedido ante sus mimos y su tono de voz tan cariñoso de el alto-

Ven vamos a sentarnos –dijo llevándoselo nuevamente a su banqueta especial – “Feliz siete meses mi mishu” –Musito  con alegría sacando de entre su ropa una pequeña cajita, para dársela al sonriente Soo-

Gracias, pero no debiste. Además pensé que no nos daríamos regalos –respondió tímido el bajito, ya que no tenía regalo alguno-

Lose, pero tú me diste un regalo hace unos días atrás, así que quise hacer lo mismo en este día especial –Dijo mostrándole el brazalete que Soo le había obsequiado, y es que Yeol lo quería tanto que KyungSoo se lo compró-

-Una vez convencido Soo abrió la cajita, quitando el listón que tenía y al ver en el interior tenía un fénix de plata– vaya…-dijo sacando el collar para apreciarlo mejor,  y ciertamente era lindo, pero al ver atrás el pelinegro vio que tenía una inscripción gravada- “Tu eres mi amor” -la ternura del regalo de Yeol habían logrado que Soo estuviera conmovido, y sin esperar más se lanzó a sus brazos besándolo con el amor que sentía por él- Gracias por este regalo amor –musito el chico de enormes ojos, mientras indicaba que le pusiera el collar para portarlo con orgullo –

Tras aquel momento, ambos enamorados se pusieron cursi el uno con el otro, mientras miraban el cielo y aunque no era precisamente un cielo estrellado, estaban tan acaramelados que no les importó. Reían hablando de tantas cosas y una de esas cosas era sobre un futuro juntos.

Mishu, ¿cómo crees que sean nuestros hijos si nos casamos?–Dijo Yeol con un tono suave, mientras sostenía la cabeza del pequeño en su regazó-

-la pregunta no fue incómoda para ninguno, al contrario para Soo le dio tanta felicidad escuchar de los labios de su novio aquello, que respondió con la misma ternura con la que se le había preguntado-  No lo sé, pero si tenemos hijos espero que sean igual a ti

Pero con tus bonitos ojos –Comento al instante mientras acariciaba el rostro del pelinegro, para luego unir sus labios de forma cálida en un beso único, como si al sentir los labios ajenos Yeol podía hacer que Soo tocará el paraíso-

Quizás pensar eso o hablar de ello con solo siete meses de relación, parece muy apresurado, pero muchas veces en una relación de pareja se habla de estas cosas tempranamente, como el sexo, la confianza y otras cosas más, que seguro alguna vez pensamos dialogarlo con nuestra pareja. Así que para Soo, fue lo más natural hablarlo en un momento especial, como lo era cumplir siete meses, ya que eso mostraba el futuro que ambos querían.

Y mientras ese beso se volvía perfecto, una enorme gota caía sobre la frente del chico de enormes ojos, aun así no le dio mucha importancia, ya que no quería que se interrumpa ese profundo beso, era lo que más quería en ese momento.

La lluvia se había tornado aún más agresiva, haciendo que ambos tortolos se levantaran de la banqueta tratando de buscar resguardo en algún lugar, mientras los niños huían como locos gritando a todo pulmón hacia sus casas.

A los pocos minutos la lluvia se tornó aún más intensa, haciendo que Soo y Yeol se mojaran, pero aun así  yeol abrazaba a su pequeño Soo tratando que no se mojara aún más, pero todo fue en vano, así que ambos cruzaron miradas y sonrieron como si la lluvia fuera una alegría inmensa en sus vidas. Y aunque muchas veces la lluvia los había tomado por sorpresa en sus citas nocturnas, no era cosa del otro mundo para alguno de los dos, pero todo cambio cuando presenciaron una tormenta eléctrica.

Amor vamos a la casita de juegos de los niños, hasta que pase la lluvia –dijo un preocupado Yeol tomando la mano de su pequeño mojado, llevándolo a resguardarse de la tormenta -

Ambos adolescentes corrían tomados de la mano mientras llegaban a la pequeña casita, y aunque la estructura del mismo era diminuta para la estatura del gigante Yeol desde afuera, por dentro era totalmente diferente. Era lo suficientemente alta para que el alto entrase justamente, aunque su cabeza chocase con el techo. Lo cual causaba una pequeña sonrisa en D.O al verlo.

¿Estas mojado cierto?, ven quítate el suéter –Musito Yeol preocupado por su pequeño mojado, mientras le quitaba el suéter escurriendo el agua del mismo. Por otra parte Soo se abrazaba a si mismo mientras el viento era percibido por su cuerpo haciendo que temblara como un gatito mojado- listo, eso será mejor para que no te enfermes. –Afirmó mientras empezaba a ponerle de nuevo el suéter a su tierno Soo-

Pero cuando el pequeño pelinegro se proponía a agradecerle, una luz blanca muy fuerte deslumbro sus ojos y casi a la misma velocidad, el sonido de un estruendoso trueno, que claramente se podía decir que toco tierra a unos pocos metros de los mismos. Todo paso en unos cuantos segundos de la caída de aquel trueno, cuando la luz de todo el lugar y de toda la zona, no que va,  de toda la ciudad seguramente se había apagado, dejándolos en penumbras en media calle a Yeol y Soo en medio de una estruendosa tormenta.

¡DIABLOS! –Se escuchó claramente un grito temeroso y asustadizo, era Kyung-

Tranquilo, yo te cuido, estoy aquí contigo amor –Dijo un Yeol Tranquilo poniendo sus brazos alrededor de su pequeño temeroso, apoyando su cabeza entre su pecho para darle la seguridad que necesitaba su novio-

Los rayos aun caían por las cercanías, uno más estrepitoso que el otro, era un espectáculo único, pero aun así no dejaba de ser motivo para que Yeol no contuviese a Soo reconfortándolo.

Gracias… -logro pronunciar el menor levemente, mientras en la oscuridad trataba de divisar su rostro, pero fue infructuoso ya que los labios ajenos lo habían tomado por sorpresa, haciéndole olvidar lo que pasaba a su alrededor-

Tras una hora y media la lluvia había cesado, la luz había sido restaurada en la ciudad. Ambos  adolescentes tomados de la mano jugaban mientras caminaban por las calles mojadas, como unos niños pequeños.

Así fue hasta que Soo se despidió de su gigante, subiéndose a un taxi. Sin duda esta noche jamás la olvidarían y no solo por la estúpida tormenta que los sorprendió, sino por los nuevos recuerdos que crearon juntos esa noche, al menos para Soo era así.

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Al fin!  Termine de subir todos los capítulos que se me borraron ︶︿︶.....
Bueno como les decía corregí todo de nuevo, por lo que esta vez si creó que esta bien...  Les pido una disculpa por haberles hecho esto y es que es mi primera vez y aun soy una novata. No se ni como corregir a veces xD

Bueno por último les pido por favor que voten y recomienden la historia, se los agradecería mucho!

Les Agradesco a todos los lectores que se toman su tiempo para leer esta historia, también quiero agradecer a mis amigos que me dan el aliento necesario para que no me desmotive.

También un agradecimiento especial a mi amiga Chennie quien me ayudo con lo de WhatsApp, muchas gracias!! 

El viernes subiré un nuevo capítulo!  Gracias a todos!!

DESOLADO (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora