capitulo 1

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Para Shaoran Li la vida en esa pequeña ciudad de nombre Tomoeda era extraña, un día podía estar poniendo en peligro su vida para proteger a la torpe pero hermosa elegida de Keroberus y otro pasando su fin de semana en la biblioteca tratando de resolver los ejercicios de japonés; no era tonto, en definitiva no lo era, había pasado por los mejores profesores particulares del Clan Li y había asistido a la mejor escuela de todo Hong Kong, simplemente el japonés era un idioma muy confuso. Los kanjis eran parecidos a su idioma natal pero a veces había excepciones bastante absurdas, lo hablaba perfectamente, igual de fluido que el inglés, su segundo idioma, pero la escritura le daba muchos dolores de cabeza, y esa tarea en especial le estaba colmando la paciencia ¿Por qué Clow no inventó una carta para poder hacer tareas de japonés? Definitivamente le preguntaría a Eriol Hiraguizawa, un día que estuviera de buen humor y no le respondiera con un acertijo o burlándose de él.

Harto de todo decidió cerrar el pesado diccionario y descansar un poco, pero su mirada se posó involuntariamente en los ejercicios dejados por la profesora Yoshiko, encargada de la materia de japonés; debía aparecer esa profesora y su tonto programa de enseñanza acelerada y la maldita idea de inscribirlos en la competencia de gramática, él participaría de seguro en matemáticas ¿Por qué debía hacer esos estúpidos ejercicios después de todo?

-¿También tienes problemas con los ejercicios Shaoran?-la dueña de esa vocecita miraba fijamente al chico de mirada chocolate, dirigiéndole una hermosa sonrisa.

-Algo así-no le gustaba quedar como tonto frente a ella- los kanjis tienen distintos usos, y esa profesora no hace más que confundirnos.

La ojiverde le hizo una seña para pedir permiso de sentarse a lo que el chico aceptó.

-Usa kanjis muy avanzados para nosotros, anoche vino Yukito a casa y le pedí ayuda, pero ni él pudo contestar todos.

-¿Tampoco él pudo?-el chico se sorprendió al escuchar esto, si ni una persona de universidad tan inteligente como ese sujeto había podido entonces sería imposible para él.

-Ahh si ¿quieres copiar mi parte? Tal vez entre los dos podamos...

-No gracias, la profesora se dará cuenta de que tenemos exactamente los mismos ejercicios resueltos- la verdad no quería aceptar que esa no era su materia fuerte y no tenía ni idea de cómo comenzar- es mejor que lo intente por mí mismo, nos vemos después Sakura.-el chico comenzó a recoger todas sus cosas rápidamente y salió corriendo del lugar dejando a una chica muy sorprendida ante tal reacción.

Una vez en casa tomó un trozo de pan y corrió a su cuarto, debía terminar esa tarea, la profesora había sido muy clara, si no la entregaban quedarían reprobados y el heredero del Clan Li no podía darse el lujo de reprobar una materia por insignificante e inútil que pareciera; además su madre no estaría muy feliz si se enteraba, y tampoco podía permitirse que Sakura Kinomoto lo viera de esa forma.

Nuevamente sacó el cuadernillo de trabajo y releyó las maltratadas hojas ¿Cómo podía contestar las preguntas acerca del recorte del periódico si ni siquiera podía leerlo? Está bien lo intentaría, pero solo porque no tenía otra salida, a buena hora se le había ocurrido a Wei viajar a China.

Al otro día la cara de todos reflejaba cansancio y preocupación, aún era temprano, incluso él debía admitir que estaba cansado, pero no podía llegar tarde por una tontería como esa, en cuanto entró al salón vio a todos pasándose lo resuelto, quiso acercarse pero... su orgullo se lo impedía, no había terminado era cierto pero no podía permitirse esa humillación.

En ese momento entró Yamazaki sonriendo como siempre, al ver a Li se acercó rápidamente.

-¿Terminaste los ejercicios Shaoran?-una profunda amistad los unía, eran amigos desde la primaria, incluso en el tiempo que Shaoran había vivido en China se seguía comunicando con él, además después de aquella obra fallida ambos se habían vuelto aún más cercanos.

un reto para shaoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora