Prólogo

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—Mami, voy a la casa de Pixy a jugar— le gritó a su madre desde la puerta de su casa— Dijo que vendría ella pero seguro se le olvidó, como siempre.

—¿No prefieres que te lleve yo cariño?—preguntó la madre saliendo de la gran cocina.

—No mami, ya tengo 7 años y soy mayor, además así le mostraré mi nueva bicicleta— finalizó mientras salía de su casa.

—Este niño... tendría un gran problema si no estuviera en el mismo vecindario.

Tres minutos después de salir de la casa en su bicicleta, el pequeño ya podía divisar el portal de la casa de su amiga.

—Pixy, Pixy— la llamó a gritos mientras tocaba al timbre— soy yo, Drew, vengo a jugar contigo.

—Joven— salió el ama de llaves al escuchar los gritos fel niño— la señorita Paige, salió hace una hora hacia su casa.

—No, a mi casa no vino—dijo Drew con los ojos bañados de preocupación.

¿Qué le habría pasado a su linda Pixy?

Actualidad:

—Joven Davenporth, a llegado esta carta para usted— informa la ama de llaves al entrar en la habitación del joven.

—Gracias, puedes irte— dice secamente el joven—¿Quién envía caras en estos días?—se pregunta con un deje de burla para proceder a leerla.

Querido Drew:

Esta sera una carta corta y concisa...

Agente 333 (Proximamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora