Belleza Mortal

0.- ¿Muerta?

Melbourne se hallaba silenciosa. Quizá sea de las ciudades más animadas de Australia, pero hoy no es el día.

Brooklyn se despierta a mitad de la noche con el tono de su teléfono sobre el armario. "¿Quién me mandó meterme a mi para policía?" decía para sí mismo mientras cogía el teléfono.

- Brooklyn, del distrito 43, al habla.

+ Brooklyn, te necesitamos en la oficina ahora mismo.

- Para llamar a estas horas, será porque es un caso grave, ¿no?

+ Ha habido un incendio en una casa del distrito 49. Creemos que se empezó a propagar en la casa de la familia Bellerose. Hay un cuerpo, creemos que pertenece a la señorita Cynthia Bellerose.

Brooklyn, nervioso, coge las llaves del coche, se sube y parte al distrito 49.

"¡¿Dónde esta?!" gritaba abriéndose paso entre la gente que miraba atónita la escena. 

El cuerpo se encontraba intacto en una camilla dentro del coche del hospital. Brooklyn lo miraba sin poder articular palabra.

"Ese pelo rubio largo, ojos marrones, nariz alta y chata, labios carnosos y rosados, cuerpo flaco... decía mirando el cadáver con lágrimas en los ojos y tiritando. "Todo eso desapareció. Solo queda un esqueleto con la pierna rota..."
Brooklyn se derrumbó, no era capaz de pensar, no era capaz de moverse.

-¡¿Qué coño ha pasado, jefe?! ¡Por favor dímelo!- le gritaba con ira.

- Según los testigos, cuando el primero llamó ya se estaba incendiando el jardín. La forense analizó los huesos coinciden con la fisionomía de Cynthia.
A la señorita Bellerose la encontraron muerta sobre uno de los bancos de éste, junto al rosal. 
Su jefe lo abraza como si fuese su hijo. "Por suerte pudimos salvar un par de fotos que se encontraban en un álbum de fotos. Mejor que las mires en casa, con tranquilidad. Te daré este fin de semana libre para que te intentes recuperar, no puedo darte más tiempo."

Brooklyn y su amigo Mike estaban en comisaría. Se acerca su jefe.

- Querríamos saber de sus padres, Brook. No pudimos conseguir su teléfono para llamarles.

- Bueno, el principal problema de ser superestrellas es que no dan ni reciben los numeros de teléfono a sus vecinos. Llame al primer testigo por teléfono, Mike. (le da una nota en la que lo tiene apuntado)

- Siempre tuve la duda, Brook. Conocemos que los Bellerose tienen mucho dinero, ya solo con ver su mansión me puedo hacer una idea, ¿pero a qué se dedican para ganar tanto dinero?

- Bueno, su madre era una cantante famosísima en Francia "Bel-aire" se llamaba, pero su nombre real es Claire. Hoy en día solo va a conciertos benéficos, pero quizá uno al año. Aunque se pasa viajando toda la vida fingiendo que se relaciona importante por todo el mundo.

En cuanto al padre, era modelo en Francia y Bélgica. Se hizo famoso por un anuncio de línea de bañadores en el 2002. Era conocido como "el buenorro del anuncio", comenzó a conseguir muchos seguidores en sus redes sociales y muchas visitas en sus blogs de moda. En 2005 Vogue lo colocó en el top 30 de chicos más guapos del mundo. Y ahora, retirado de ese mundillo, hace lo mismo que su esposa, viajar por el mundo.

Y hasta entonces, ha sido la familia más envidiada de Francia.

- Wow, menudo currículum (ve llorar a Brooklyn) Mira, sé que esto es difícil y muy noble por tu parte...

- (le interrumpe) No, no importa. Tengo que detallar lo más posible para resolver qué narices ha podido pasar.

- ¿Sabes quién ha podido hacerle daño? ¿Tenía alguna cuenta pendiente, enemigos...?

- Bueno, le contaré sobre ella:

Cynthia nació en Lyon, una de las ciudades más caras de Francia, estuvo en la ciudad hasta que acabó el instituto. Sus padres y ella se mudaron a Australia por motivos laborales y aquí comenzó la carrera de Derecho, en la universidad de Melbourne. Comenzó como un alumno más de la universidad, nada atípico, hizo amigos, también tuvo algún novio... Nunca se llevó mal con nadie. En 2º curso, comenzó a escribir para una revista benéfica, se adentró en actividades extraescolares y en campañas de la universidad. Consiguió ser una mujer "popular", conocida por todo el mundo, o eso decían sus redes sociales. Desde ese momento comenzó a cambiar, vestía con ropa de marca francesa, de la más cara que había, empezó a desafiar a la competencia... La verdad, todas le tendrían envidia, guapa, lista, rica, con buen cuerpo y con unos padres que faltan prácticamente todo el año. Y claro, tiene una mansión para ella sola.

- Más despacio, ¿tienes el número de sus amigos?

- No, pero si preguntamos en la Universidad quizá nos lo den. 

- Mañana ya es sábado, aprovecha los días libres.

- Mañana iremos a por Harry, el amigo de Cynthia. Ya el domingo descansaré.

- Por hoy nada más, Brook, eres un tío 10. (le pone la mano en el hombro) Ojalá teniendo tu fortaleza, compañero. Mandale recuerdos a Olivia, que me la tienes que presentar algún día.

Brooklyn llegó a casa. No podía esperar más para ver las fotos que se recuperaron del álbum de novios. 

"Tan preciosa como siempre..." murmuraba mientras agarraba las fotos. Estaba temblando, al borde de llorar de nuevo, sujetando con su otra mano el anillo de boda que tenía para ella. 

-¿Mamá?
- Me enteré de lo ocurrido, cariño. Y no quería dejarte llorando en el cuarto.
- Mamá...
- Lo has hecho lo mejor que has podido. Deja de sufrir...
- Todos me miraban, yo estaba paralizado, no hacia más que llorar y llorar mientras se la llevaban en la camilla.
- ¿No es hora de que te tomes un descansito?
- La amo mamá. (lloraba)
- Lo sé, cariño. Deja de llorar y echate en la cama. Intenta descansar. Todo pasará rápido. Se hará justicia.