Diario de una estudiante: Parte 2

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Ya llevo una semana en este colegio. Hay dos grupos: las españolas y las inglesas. No hago más que repetirme que es lo que hay y no hay otra opción, pero no logro encajar en el grupo. Sólo hablan de cosas que a mí no me van, y me dejan fuera a menudo. La semana pasada llegué todos los días llorando a casa, no pensé que me iba a costar tanto, pero el viernes conocí a una chica que se llamaba Teresa, y no iba con las españolas, parecía más simpática.

Eso me ha dado un poco de esperanza y de fuerza.

Hoy es Lunes, empieza otra semana, intentaré acercarme a ella a ver, no puedo estar así.

Recuerdo el Martes de la semana pasada, cuando entramos a clase de Humanities (Humanidades) Como las mesas estaban en filas, dejé mi mochila por delante de la mesa en la que estaba pegada a la pared, y cuando fui a sentarme una la había tirado al suelo. Me tuve que sentar delante con un chico que no es que fuera el más simpático del mundo. Desde ahí he intentado sentarme con las inglesas, que son mucho más simpáticas, y ellas nunca harían una cosa así. Pero tampoco encajo del todo. Llega un punto en que no me gustan las horas descanso porque no tengo a nadie con quién ir. Pero he decidido que eso se acabó, voy a intentar ser más positiva y acercarme a Teresa, ella parece ser buena conmigo.

La verdad es que no sé porqué tengo que ser la rara, pero lo que tengo claro es que no pienso cambiar por unas chicas amargadas.

A la hora del recreo veo a Teresa en las taquillas, y le pregunto si puedo ir con ella. Me dice que sí muy contenta y con una gran sonrisa. Al parecer ella iba con una chica de un curso menos que era amiga suya en su antiguo colegio.

Pasan los días y Teresa, Adriana y yo nos vamos haciendo amigas, hasta que tres días después, Adriana decide juntarse con las de su edad.

Pero a nosotras no nos importa, todo lo contrario, nos quedamos las dos y nos hacemos grandes amigas.

En la mayoría de las clases me siento un poco sola, ya que no estamos en la misma tutoría, pero almenos estoy mejor. Dos chicas más se unen a nosotras, y ahora somos 4 en el grupo. Las españolas continúan haciéndome la vida imposible, y es entonces cuando consigo que me cambien de tutoría. Dentro de lo que cabe, mi vida en el colegio va más o menos bien, pero hay algo de lo que no me he dado cuenta todavía.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2014 ⏰

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