"1r Viernes, octubre: La historia de los patitos de Goma.
Hola, Eric, espero que hayas pasado una buena semana.
Yo sí.
No me voy a enrollar mucho, tengo que contarte una historia, como puedes observar por el titulo.
Así que empecemos:
Era mi primer día en natación y el primer día en que te vi a tí. Ibas con un bañador ajustado azul y con el gorro del club de natación de nuestro instituto. Justo habías salido del agua, después de haber jugado un partido de waterpolo; te quitaste el gorro, te pasaste la mano por tus pelos oscuros y me encontraste con tus ojos azules, los ojos más cristalinos que había visto nunca. Viniste hacía mi con una sonrisa en tus labios, cualquiera se habría caído a tus encantos.
Yo estaba sentada en un banco blanco a unos cinco metros del borde de la piscina, con mi bañador turquesa y con mi gorro nuevo del club en la mano, seguramente mi cara gritaba ayuda desesperadamente porqué me dijiste:
-Hola, ¿eres nueva verdad? No te preocupes aquí todos son muy majos, ¿ves a ese hombre del final?- Yo asentí tímidamente, las mejillas me ardían, pero tu seguiste intentando que me sintiera cómoda- Se llama David, seguramente será tu entrenador, puedes ir a preguntarle lo que quieras y te responderá encantado.
Aunque la idea de ir a preguntarle a un desconocido donde debía ir, ya me preocupaba, gracias a ti ya tenía algo para empezar.
-Por cierto me llamo Eric. Eric Olire, juego al waterpolo aunque para eso también tengo que hacer natación- Me diste la mano para que te la estrujara, cosa que hice, ¿timidamente?, sí. Pero lo hice. Seguidamente tocaba mi presentación.
-...Yo solo voy a estar en natación- Conseguiste que te sonriera. Aunque no era muy difícil. Hacías sentir mal, que después de tu encantadora ayuda, yo no mostrara mi amabilidad (Seguramente té decepcionaste al ver que me saltado la parte donde debía ir mi nombre).
Tus amigos te llamaron, gritando y riendo " !!Olire que te quedas sin ducha de agua caliente!! ". Un amigo tuyo, concretamente Gabriel, soltó:
-Siempre ayudando, que raro he- Se puso a reír, y tus amigos se rieron también. No te voy a mentir, lo estaba pasando mal, me sentía como si fuera un blanco. No hacía nada allí, pero tenía que estar allí. Tu simplemente chillaste:
-¡¡Ahora voy pesados!!- Me miraste y me dijiste- Bueno si me necesitas por alguna cosa dímelo, estaré por aquí, buena suerte.
Dicho esto te fuiste corriendo con ellos.
Y así es como te conocí. Sentí que podíamos ser amigos, pero yo tenía miedo de que no quisieras juntarte conmigo, de que no me aceptaras. Así que siempre deseaba, cuando te veía por natación, que me hablaras. Alguna vez había caído un "Hola" o un "Que tal", pero nada mas que eso. Tampoco fui yo a buscarte, como hicieron otros.
La verdad es que de esto ya han pasado 4 años, y podría haber sido todo muy diferente, no voy a decirte que no. Cada cosa que hacemos siempre podría ser diferente, pero decidimos, simplemente decidimos.
Al año siguiente de mi primer año de natación empezábamos el instituto, y justamente allí, estabas tu. En mi curso.
Te dado una pista, que fui a natación. Puede que aún este allí, o puede que no.
Quiero advertirte de que se que me estas buscando, yo haría lo mismo si recibiera unas cartas muy extrañas. Te voy a dar un consejo que te favorece, o no, quien sabe. No te centres solo en los que están en tu clase. Abre tu alrededor, también te aconsejo eso, con toda la gente que podrías conocer, y que te encantaría.
También te a consejo que simplemente me dejes de buscar.
Te he contado esta historia, porqué se que como te conocí yo, para mi fue un recuerdo especial. El primer recuerdo de esa piscina cubierta, el primer recuerdo de ti. La cuestión esta en que para ti ese día, fue un día más, otra niña que se apuntaba y que intentabas ayudar. No tengo ninguna duda que intentaste ayudarme, pero solo fue eso. Tampoco te culpo, supongo que era una costumbre que debías tener o tienes, y como todo el mundo sabe... Los recuerdos que se gravan son los que tienen algún detalle diferente a los otros. Es como en el cole, yo no recuerdo después de un año que hice en esa clase ese tal día. Pero si recuerdo la fiesta de final de curso del año pasado. Fue donde dí mi primer beso.
¿Es extraño no? Que podamos crear recuerdos juntos, pero cada uno guardará lo que quiera de ese recuerdo, mientras lo hemos vivido los dos.
Así es el ser humano, diferente al del lado.
Somos como dos patitos de goma, nos dejamos llevar por la corriente: puede que choquemos, que nos toquemos, que nos besemos, que nos demos la espalda, o simplemente que acabemos muy separados casi imposible de que la corriente nos vuelva a unir. Dicen que nada es imposible. Pero yo digo que somos impredecibles.
Hasta el lunes, espero que esto te vaya gustando, ya que las cartas no van a parar de llegar.
Eric Olire, gracias por leerla. Tenía que decirlo.
KS"
Miro la carta unos segundos más, la pliego tal como lo hizo KS y la meto en el sobre. Pienso, Pienso en lo que he leído. Y pienso que mientras lo leía me sentía en paz, como si por una vez en mi vida leíera algo con sentido común. También me siento mal, por no recordar quien es. Es cierto que en esa época me encantaba acoger a la gente nueva, y gracias a eso conseguí hacer bastantes amigos, cosa que me encantaba. También me hice conocer sin yo conocer a la mayoría. Ellos hablaron conmigo, yo simplemente repetía los mismos temas. Hace ya tiempo que no lo hago, simplemente me cansé o ya no tengo porqué hacerlo.
Guardó la carta en un cajón de mi escriptorio junto con la otra. Son solo las seis de la tarde. Me sobran 30 minutos antes de que tenga que ir a waterpolo, Así que decido imaginarme como debe ser KS.
Me imaginó que debe de tener muchísimo carácter, pero con buen corazón, paciente y especial. De momento no puedo unir más cosas a mi imaginación.
Cojo la bolsa de waterpolo, las llaves y chillo" ¡ADIOS!". Cierro la puerta detrás de mí mientras empiezo a caminar hacía la piscina donde conocí a KS, sin saberlo.
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La próxima carta
Romance¿Os imagináis que un día normal y corriente , sobretodo de lo más aburrido, empieza a hacerse más interesante, al ver que te llega una carta debajo de tu mesa? Precisamente esto le sucede a Eric Olire, un Chico de 16 años amante del waterpolo y c...