Capitulo 2

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Martes

Hoy  mi tarea ha sido hacer una lista de las posibles KS y poco a poco ir tachando quienes crea que no son. Es más, la lista se llama así. 

Solo hace 24H que recibí la carta y ya me estoy volviendo paranoico, cada vez que me habla una chica le  hablo con cautela por si es KS.

En verdad la lista me ha quedado bonita, cada nombre de un color, se podría decir que matemáticas da para mucho:

"Lista de las posibles KS.

1- Laia Meres, demaisado Diva.

2- Camila Salez, Mejor amiga de la Diva.

3- Andrea Rosares, Acaba de dejarlo con Marc.

4- Irene Martin, mi mejor amiga así que no.

5-Mireia Liol, mi ex.

6-Sandra Recusa, No he hablado mucho con ella, es decir no la conozco mucho.

7-Claudia Nisa, Siempre esta en su mundo.

8-Hada Félix, Amiga de Irene.

9- Leire Teruel, me lie con ella una noche.

10- Isabel Monte, es nueva de este año."

Total, lo tengo crudo porqué no se nada de KS y digamos que las de la lista no parecen capaces de hacer unas cartas y dejarlas debajo de MI cajón. 

Debería apuntarme en la cabeza que no se debe mirar una lista de las chicas de la clase caminando  porqué, entonces, te chocaras con una de ellas: Camila la mejor amiga de Laia, no he hablado mucho con ella, pero no es para nada como Laia. A obviamente se me ha caído la lista al suelo y ella me la ha cogido, como en las películas, parece que últimamente sea parte de una, enserio.

-No debería preguntar sobre esto, ¿verdad?-Me dedica una sonrisa sincera mientras la lee y añade- Camila Salez, amiga de la diva, hombre que majo, suerte que no has puesto amiga de la diva tonta- Me dedica otra de sus sonrisas y me da la lista.

Obviamente la he cagado y mucho. También podría decirse que es muy incomoda y vergonzosa esta conversación.

-No es lo que crees ni nada para el estilo- Tartamudeo.

-Tranquilo, no tienes porqué darme explicaciones, puede que seas un tipo raro que hace listas raras. Todos lo somos. Por cierto La diva 1 se hace la interesante contigo, pero si es cierto que no le gustan los deportistas creídos- Me guiña el ojo- Adios, Eric.

-Adios, Camila- Es maja la verdad, y sus ojos los más grandes y brillantes que he visto nunca. Pero la virtud de la rarez también le pertenece. 

La buena noticia es que le intereso a Laia, aunque sea muy poco. Enserio, ¿Todo el mundo se ha enterado del día en que me dejo mal?


Una hora después, suena el timbre por última vez en este precioso día de otoño. Sí, es ironía. Busco a Ivan para que vayamos juntos a casa y lo encuentro hablando con Óscar.

- ¡EY! ¿Vamos a casa ya?- Le pregunto a Ivan.

-Si, claro ¡Adiooss Ósacrinnn!- Su intento de joder a Óscar surge efecto.

-Vuelveme a llamar Ósacrin y te juro que te quedas sin dignidad, Ay perdona que no tienes- Extresa su cara de pena burlona.

- Adios tio, hazme un favor y ten piedad, que sino me voy solo a casa- Le  prégo con las manos.

- Lo hare por ti- Ríe- Por cierto esta tarde vienes a entrenar no?

-Obviamente no te dejaría solo- Le giño un ojo.

-¿Recordáis que yo también voy con vosotros no?-Nos mira, Ivan, con cara de cahorrillo.

-NO -Decimos al unisono Óscar y yo para continuación reírnos.

Seguidamente empiezo andar y Ivan me sigue, Óscar se va hacía su casa, o hace ver que se va a su casa. Descubrí recientemente que al salir del instituto, se gira una calle antes de la suya. ¿El por qué? No lo sé. Podría preguntárselo, pero normalmente  las cosas personales las dejamos muy aparte, y mira que de todos es con el que tengo más confianza.

Cuando eramos pequeños vivíamos en el mismo bloque de pisos, íbamos juntos a clase y era mi compañero de juegos. Es el amigo de toda la vida que nunca se va, no digo que quiera que se vaya, obviamente. Me preocupa bastante lo que le puede estar pasando ,pero, seguramente sean paranoias mías.

Al llegar a mi Bloque me despido de Ivan, ya que el tiene que cruzar dos calles más para llegar al suyo, no hemos hablado mucho de camino, pero al mediodía siempre nos pasa lo mismo, demasiada hambre. Subo los seis pisos, a pie, que me separan de mi casa y finalmente ya estoy estirado en en mi cama. La felicidad me dura 2 minutos.

-¡Eric! ¿Puedes por favor poner la mesa?- Me pregunta mi padre alzando la voz.

-¡Te recuerdo que también esta en casa Ona!- Grito desde mi habitación para que me escuche en la cocina. Mi padre cocina super bien, eso si es cierto.

-¡Ona esta estudiando, ahora levanta tu culo y haz la mesa!- Seguimos con nuestros gritos de una habitación a la otra, pero total, ya es una rutina. En la rutina también incluye el punto en el que acabo perdiendo, es decir: me levanto, camino hacía la cocina pasando por la habitación de mi hermana y mirarla con asco, hacer la mesa y tumbarme en el sofa.

Al cabo de 15 minutos mi padre sale de la cocina y pone los platos encima de la mesa, justamente es cuando viene mi madre de trabajar. Trabaja de abogada y mi padre de profesor de música en una universidad. Mi hermana tiene dos años más que yo, y claro para mis padres, que su hija vaya de aquí unos meses a la universidad con unas notazas es lo mejor.

-Hola família, ¿que hay hoy de comer?-Pregunta a mi padre mientras le da un beso.

-Cous cous, hecho con amor- Le sigue el beso, y si, todo es bastante cursi.

-Hola mama- le digo desganado mientras me siento en la mesa.

-Vaya los "Hola mama" antes eran más animados- Me mira, pero por suerte aparece Ona que le da un super achuchon y empezamos a comer.

-Hoy me encontrado a la madre de Óscar- Suelta de repente mi madre, al cual yo le contesto asintiendo y comiendo.

-Me ha contado que el hermano de Óscar últimamente  esta un poco bastante rebelde, ¿lo sabías?- Y allí es cuando casi me atraganto.

-No, claro que no lo sabía, ¿Que hace?- El hermano de Óscar, Ian, tiene un año menos que el, pero no son hermanos de sangre sino de enlace. No comparten los mismos padres, El padre de Óscar esta a una hora de Barcelona, mientras que la madre de Ian murió cuando el tenía 5 años, era muy pequeño, pero por lo que me contaba Óscar le afecto mucho igualmente, nadie podía sacarle el tema de su madre. De todas maneras, no creo que, por eso, sea la causa por la que se le vaya la olla. El y su hermano en verdad llevan casi toda la vida juntos, y comparten un montón de expresiones y movimientos característicos de ellos. Si no los conociese, pensaría que son hermanos de sangre, los dos son rubios  y con los ojos claros grises.

-No me a contado todo, pero se ve que en la última semana, en su instituto, ha participado en una pelea y contesta fatal a los profesores. Me parece un poco exagerado, pero tampoco soy médico- Mi madre sonríe, con una de esas sonrisas compasivas- ¿Seguro que no te contó nada?

Claro que no mama, sino no me hubiera sorprendido.

-No nada- Le respondo sin más, sin ningún complemento que añadir, porque tampoco me pertenecen. Le pertenecen a Óscar, y cuando me lo quiera contar...Por allí estaré.

La comida succesa sin mi participación, estoy demasiado en mis pensamientos. Ahora sí, en acabar que no falte pedirme que quite los platos. Aunque ahora también a príngado Ona, así me gusta.

Voy al baño, y me miro en el espejo. Veo aún chico de ojos azules y pelo oscuro, es lo primero en que reparo. Lo segundo, es un pensamiento. 

Fugaz, pero pasa por mi cabeza.

Me apetece otra carta.





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