Capitulo 2

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  Capítulo 2

-Que bonito día hace hoy ¿No?-
¿Qué acaso era costumbre que los taxistas hablaran con sus pasajeros como si los conocieran de toda la vida?
Aquello pasaba por la mente de Camila, quien no respondió.
-Sí, muy bonito día.- afirmó Lauren, quien agitaba rápidamente su rodilla, estaba nerviosa.
Camila la miró, luego a su pierna.
Rechinaba levemente.
El sonido a penas se distinguía, pero le molestaba de todos modos.
-Un bonito día para un paseo en la playa, ¿Eh?- comentó el hombre, delgado y de la tez morena, algo avanzado de edad.
-Sí, aunque nos dirigimos al centro, si es que tenemos que decirle dos veces.-
Movió la pierna más rápido, rechinó más.
La suela de su zapato contra la alfombrilla de goma.
El subir y bajar de su rodilla.
Camila notó cada detalle.
Cada detalle.
Hasta cosas que no quería notar, más al norte.
¿Estaba de verdad nerviosa o solo estaba masturbándose ferozmente?
-Deja de mover la pierna, me estresas.- masculló, deseando que el taxista no haya escuchado, para no recibir algún comentario.
Lauren no dijo nada, solo bufó a un volumen bajo y cesó los movimientos.
Pero un impulso lo incitaba a seguir haciéndolo.
《Ya qué, no hay que molestar a la realeza》
Rodó los ojos.
Camila volvió a darse vuelta hacia la ventanilla, se afirmó con el codo.
Llevó la punta de su mano a su boca y mordisqueó la uña de su dedo índice, presionando con sus dientes delanteros hasta que ésta crujió.
Hizo lo mismo con varios dedos más.
Lauren la miró con desagrado al sentir los irritantes ruidos.
-Y tu deja de comerte las uñas.- dijo en tono agudo elevanto el tono de voz, sonrió con ironía.
Camila la ignoró por completo y siguió en su acto.
Ésta notó su rechazo, y con furia acumulada, volvió a agitar su pierna con más rapidez, haciéndola rechinar más.
Camila le dirigió una mirada disimulada, y mordisqueó otro dedo ejerciendo más presión.
Y así continuaron con su ridícula guerra por todo el viaje.
La pierna de Lauren se fatigaba y a Camila ya casi no le quedaban dedos por roer.
-¿Dónde los dejo?- aquella pregunta las interrumpió.
Lauren dejó de moverse y Camila retiró su mano empapada en saliva de su boca, con las yemas ardiéndole.
Divisó el paisaje y trató de ubicarse.
No lo logró.
-Por aquí cerca.- dijo de todos modos, podían caminar.
Lauren pagó con lo poco que le quedaba –como habían acordado... o algo así.- y bajó primero, ya que estaba del lado de la vereda.
Ya en la acera, se puso a un lado de la puerta e hizo un elegante gesto con su toque de ironía hacia Camila, indicándole que bajara.
Esta captó su intención de inmediato, la conocía hace poco pero le era sencillo saber lo que pretendía.
Se bajó dirigiéndole un desprecio.
Lauren se encogió de hombros y volvió a su posición normal, cerró la puerta del taxi.
-¡Tengan un lindo día!- exclamó el conductor desde adentro justo antes del portazo.
No había sido tan desubicado como creyeron que sería.
Algo bien, por fin algo bien en estos días de porquería.
-Entonces...- musitó dando un paso lento hacia ella -¿A dónde hay que ir?-
Giró la cabeza y se encontró con sus ojos hermosos bien abiertos.
Volvió a girarla nuevamente.
Se sintió algo intimidada.
Se miró los dedos, sus uñas estaban hechas un desastre.
Qué infantiles habían sido.
Sacó su celular del bolsillo y fue a la aplicación de notas.
-Eh.- suspiró mientras miraba hacia todas partes.
Abrió la aplicación del GPS para ubicarse mejor.
-Creo que habrá que caminar más de lo esperado.- torció la boca.
Lauren entrecerró los ojos y giró un poco su cabeza hacia un costado.
-No tenías idea de donde estábamos cuando detuviste al taxista ¿O sí?-indagó.
Camila hizo una mueca, la cual intentó disimular.
-Ah, ¿Qué querías que hiciera? Entré en pánico, y todo gracias a tu absurda peleíta.-
-Tú empezaste.-
-Calla y mueve las patas, estúpida .
Además que ahora por ti tendré que comprarme uñas postizas.-
Lauren se cruzó de brazos y soltó una fuerte carcajada.
-No tienes para uñas postizas.-

Caminaron, Lauren estaba atrás a unos metros de Camila, siguiéndola.
Dieron mil vueltas, pero dieron con el lugar.
"Cotton Paradise"
Un local colorido cerca de muchas otras tiendas.
Una no a propósito aterradora cara de oso de logo en el letrero de entrada que a Lauren le causó escalofríos.
-¿Qué carajos es este lugar?- preguntó perturbada, lo cual a Camila le dijo que aquel era el lugar ideal.
-Dinah dijo que acá necesitaban personal y es donde más pagan y a un horario conveniente. Solo hay satisfacer a los niños vendiéndoles animalitos de felpa y que los decoren y vistan y esas cosas.- le informó.
-¿Dinah? ¿Tu amiga rubia del otro día?-
-Exacto.- dio un par de pasos hacia adelante.
-Espera.- le dio breve apretón a su brazo para detenerla.
Ésta se dio vuelta, disfrutando de su nerviosismo.
-¿Segura que es el mejor lugar? Digo, podríamos trabajar en un local de hamburguesas, o tacos, o hasta churros.- tartamudeaba, arrepintiéndose de haber ido con ella.
Pero debía hacerlo, ganar la apuesta ahora era tan importante para ella como para ella.
-Si, segura de que estoy segura.- rió, tomó a su compañera de piso de la muñeca y la arrastró hacia el interior del local.
Ésta solo se dejó llevar, tenía qué.
Aunque el apestoso olor a que algo iba a salir mal rondaba por todas partes e invadía su sistema respiratorio.

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Holaa, disculpen por la demora, fue larga, lo sé, pero aquí un nuevo capítulo, espero que lo disfruten y que estén pasando una hermosa navidad
-Ally 💕

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2017 ⏰

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