comienzo

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" Un día común era para los hermanos Pines, actualmente reconocidos como los mejores cazadores de brujas por la zona en la que vivían. Pero, ¿qué es un día común exactamente?, por ahora, les contare qué es un día común para ellos.














Buscar rastros, encontrar chozas, cabañas, cuevas o guaridas de brujas, aveces cazarlas durante la noche, enterrarles una daga cubierta de agua bendita en el corazón, quemarlas, clavarles con la ballesta una flecha en la cabeza, dispararles con balas de oro benditas. Ese y muchos más es un día común para ellos, pero, vayamos al punto y comienzo de todo, lo que alguna vez pareció un cuento de terror, el comienzo de una pesadilla, el fin de la soledad y el renacer de la felicidad.






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El castaño se encontraba vulnerable cerca de aquella choza de brujas, el fuego de las antorchas cercanas se extinguían al igual que las esperanzas de salvar a su hermana, sus armas habían quedado fuera de su alcance, y aquella bruja le tenía aprisionado en una especie de hechizo, sin poder moverse ni un milímetro, riendo y balbuceando cosas sin sentido como "el poder infinito", tal parecia que aquella, que alguna vez fue una mujer, había enloquecido totalmente...como era de esperarse.
Los mellizos, o como su hermana les llamaba aveces misteriomelos o mistery twins, habían recibido la noticia de la desaparición de una pequeña de 3 años, y que se había visto volar a la bruja sobre el bosque y aterrizar cerca del único Cerezo cercano al y de el pueblo. Acudieron de inmediato, no dejarían que se saliera con las suyas, así que tomaron todas las armas que pudieron y se dirigieron hacía allí, encontrandose con aquella choza en la que ahora se encontraba su hermana, inconsciente, pues las únicas dos brujas que quedaron de las cinco que hubo en un comienzo, eran más fuertes de lo común y como generalmente debían ser, inclusive se mostraban con más demencia de la común, ya que últimamente se han topado con muchas así y les extrañaba demasiado, pero justo ahora el castaño solo se concentraba en hallar una, aún que sea una, manera de escapar de ahí, o poder tener la oportunidad idónea para matar a las brujas, clavarles una daga en la yugular no sonaba mal en estos momentos.



Aquella bruja que le tenía bajo un hechizo, al parecer de inmovilización, saco una daga, que al parecer guardaba en un bolsillo, la tomo, y la levanto apuntando al corazón del castaño.

-No dejare que mi estúpida hermana desperdicie esto entregandote a aquella idiota, tal vez podría sacar provecho de esto, sí, ¡¡SÍ!!.- habló la bruja riendose, en definitiva, había enloquecido, como todas.

A el castaño le invadió el miedo, "tantos años, tanto esfuerzo, y todo para acabar así", pensó el castaño, y cuando la bruja estaba apunto de enterrarle la daga, una flecha, al parecer, de una ballesta, irrumpió en lo que la bruja trataba de hacer, llevándola adentro de la choza junto con la otra directamente a la hoguera encendida que tenían ahí, quemándose. A lo cual, el hechizo que lo mantenía inmóvil se rompió y suspiro mientras se incorporaba, viendo un poco a su alrededor.

De los árboles salió un rubio, más alto que él, de un ojo azul hermoso y otro con la pupila de un felino y toda la zona que debía ir de blanco, de un color ámbar que pareciese que brillaba, vestía con una camiseta amarilla con un triangulo en medio formado por líneas negras, un saco negro desabrochado y que tenía partes al final más largas que otras, un pantalón igualmente negro y botas de el mismo, su cara tenía bastantes rasgos masculinos a decir verdad, y en su mano izquierda sostenía la ballesta.

-Denada.- menciono burlón el rubio.

-Lo tenía bajo control.- bufó el castaño y se levanto para comenzar a ir a donde su hermana.

-pues parecia que ella estaba apunto de matarte y después cenarse junto con su amiga a la chica.- le menciono algo burlón el rubio.

-como sea, da igual.....gracias.- murmuro lo último, tragandose su orgullo, ya que era gracias a el rubio que no estaba muerto en estos momentos, y tenía toda la razón, pero le costaba admitirlo, claro, una de sus tantas virtudes.

-Ah, ¿Qué paso?, ¿y mi unicornio?.- preguntó desconcertada la castaña re-incorporándose para seguido pararse.

-Mabel, 1. No existen los unicornios, y 2. Por lo tanto no tienes uno, ¿Cuantas veces te lo tengo que decir?.- hablo el castaño después de que un corto suspiro saliera de sus labios.

-eres un agua fiestas, además eso es ilógico, ¿por qué las brujas si existen y los unicornios no?.- se quejó la castaña caminando hacía su hermano.

-debemos tener más cuidado para la próx....- comenzo a hablar el castaño, ya que fue interrumpido.

-shsh, ah, ah, ¿Quién es el rubio que parece dios griego?.- habló Mabel al interrumpir a su hermano.

-ah....-comenzó dispuesto a contradecirle y hacerle entrar en razón, pero se retracto ya que sabía que sería un esfuerzo totalmente inútil.-¿qué me gano?, nunca cambiaras .- comentó el castaño, más para sí mismo que para los demás, el cual pensaba replicarle a su hermana que no era momento de tener romances o andar coqueteando por ahí.

El rubio solo rió ante la actitud de ambos castaños, al parecer gemelos.

-Bill .- comenzó a hablar el rubio para tomar la mano de la castaña hacer una reverencia y besarle la mano.- a sus servicios.- termino de hablar coqueto.

Mabel quedó roja como jitomate y Dipper se quedo sorprendido, así que solo se limíto a agitar su cabeza de un lado a otro un poco.

-Deja de coquetear con mi hermana, no creo que sea el momento justo al estar en un bosque donde puede haber más brujas acechando, y no creo que otro "salvador" rubio venga al rescate.- habló separandolos y tomando a su hermana para comenzar a caminar a casa, ya que ésta parecia aún embobada, mientras que Bill sonreía ladinamente, le gustaba ver al castaño molesto, y eso que apenas lo conocía, aun que, él puede conocer todo en un chasquido si asi lo desea. Solo se limito a seguirles y hablar.

-Oh, vamos pino, no arruines el momento y mi posibilidad de tener hijos.- reprocho el rubio, "aun que ya me has quitado la posibilidad de tener hijos, eres jodidamente tierno hagas lo que hagas", pensó.

-¿Pino?.- preguntó confundido el castaño soltando a su hermana. Entonces Bill señalo el tatuaje que el menor poseía, no muy grande, que tenía en el brazo derecho, comenzando en la muñeca, y es que se había arremangado antes de acabar con la tercera bruja.

-Ah...bueno, Mabel, vas a tener que dar malas noticias.- casi le ordeno el menor de los Pines.

-¿Qué?, ¿Por qué yo tengo que dar la noticia de que su hija murió?.- se quejo ella.

-Porqué sí.- respondió el castaño




Mientras la pequeña discusión seguía, Bill miraba divertido esa escena de hermanos, como extrañaba a Will, y como odiaba a Gleeful."

Witch hunters (billdip-yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora