Dr. Ivanov

Capítulo II

Alexander

Mi nombre es Alexander Mathew Ivanov, vivo en Houston, Texas. Soy uno de los médicos más reconocidos de todo Texas.

Me levanto desorientado, son las tres de la mañana y no he podido dormir bien las jodidas pesadillas me persiguen siempre es lo mismo, veo a una niña pequeña pidiéndome ayuda y siempre es lo mismo yo estoy inmóvil trato de hablar de gritar pero no puedo y lo único que veo es como muere frente a mí. He ido a psicólogos, pero siempre es lo mismo lo único que dicen es que solo es el estrés.

Bajo a la cocina de mi casa en la cual paso poco, ya que la mayoría del tiempo estoy en el hospital ayudando a las personas. Me preparo un café, cuando lo termino subo a darme una ducha, espero a que sean las 8:30 am y emprendo hacia el hospital. Al llegar me doy cuenta que hay una chica nueva en recepción paso de largo y me entretengo con un niño que va tras su pelota de tenis la tomo y se la devuelvo. Cuando voy a los ascensores veo que hay uno por cerrar apresuro el paso y entro.

Cuando me fijo esta la misma chica que vi al frente y por cortesía le digo

-Buenos días

-Buenos días- giro la cabeza a verla pero no me está mirando, tiene la vista al frente, eso me da ventaja para verla mejor, tiene un cabello rubio muy bonito y se me hace conocido, tiene unas curvas ¡Dios! Que curvas y debe medir como un 1.66 pero aun así es más pequeña que yo.

-¿Primer día?- le digo mientras viro mi cara al frente, en ese momento fija su vista en mi.

-La verdad, es mi primera entrevista- bueno quizás la vuelva a ver por aquí.

-Bueno, buena suerte- le digo cuando veo que el ascensor esta por detenerse en su piso, me giro a verla y ella fija sus ojos en mi, esos ojos azules me dejan desconcertado por un momento son hermosos tan azules como el mismo cielo.

-Gracias- sale y no puedo dejar de verla.

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Cuando salgo del hospital estoy completamente exhausto.

-¡¡¡Tío!!!!- me fijo y es mi sobrino de 6 años con un chocolate en la mano y la boca embarrada del mismo

- Pero que es esto, eres igual de cochino que tu padre- mi sobrino ríe y yo no puedo evitar soltar una carcajada cuando veo a mi hermano en el marco de la cocina.

-Ethan, como es posible que mi propio hijo se burle de mi – mi hermano para tener 31 años se mantenía en forma siempre íbamos ambos al gimnasio

-Oh vamos Aiden, ¿tu esposa no te dio hoy? O ¿Ya te boto de la casa?- mientras me fulmina con la mirada, me hecho a reír junto a mi sobrino.

-Tío, papá dijo que pronto me comprara un perro- lanzó una gran carcajada por la ocurrencias de mi sobrino, aún teniendo dos perros quiere más.

-Para contestarte tu estúpida pregunta, solo quería huir de mi casa para no tener que lavar la ropa-

-Enserio Aiden ya madura, soy menor que tú y yo mismo hago el aseo de mi casa

-Bueno si vivieras con una mujer amante del orden y la limpieza, cambias de idea- cuando abre la puerta se y me dice "cabrón" luego me guiña un ojo y sale del mismo.

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