Accidental (Pearlnet) ~

"Un Deseo"

pov perla

estaba en las ruinas entrenando, lo que ya era costumbre después de un día de estar persiguiendo y atacando gemas corrompidas, es bueno tomarse un liguero respiro y que mejor manera que hacerlo en un entrenamiento relajado y tranquilo; el aire recorría por cada parte de mi cuerpo, entre una respiración relajada comencé a calentar, moviéndome al ritmo del viento, con la delicadeza de un pétalo de rosa empuñe mi espada, acto seguido aparecí una holoperla - prepárate para pelear - sonreí, el holograma se dirigió a mí a gran velocidad, esquive de un salto, esta salto conmigo, ambas nos encontrábamos en el aire chocando las espadas, a escasos unos metros del suelo girábamos en sincronía, esta se colocó encima mío, no faltaba mucho para llegar al piso, las espadas había salido volando, solo estábamos en una pelea de cuerpo a cuerpo, a dos metros del suelo me gire e impacte con ella por delante, una tiniebla de polvo cubrió todo a mi alrededor - je... - me levante - eso realmente fue emocionante - levante la espada, cuando la levante sentí una presencia atrás de mí, me gire dejando mi espada al ras del cuello de amatista.

- ¡espera soy yo! - decía una y otra vez, esa pequeña siempre llega por la espalda cautelosamente.

- amatista te he dicho que no llegues así cuando estoy entrenando ¿qué tal si te llego a lastimar pensando que eres una de esas gemas corrompidas? - baje la espada, la pequeña amatista realmente se asustó.

- lo siento, es solo que comenzó a llover en el templo y garnet no estaba... no quería estar sola - bajo la mirada y quedo en silencio.

- entiendo... - suspire - ven, volvamos al templo.

las cosas aquí han cambiado desde que rose se fue, ahora solo somos nosotras tres, steven aun es un bebe así que por lo pronto solo somos, garnet amatista y yo... aun se siente ese vacío, es triste esta realidad que estamos obligadas a vivir, garnet se volvió la líder después de que rose dejara su forma física, la pequeña amatista intenta fingir que no extraña a rose solo para no preocuparnos a garnet y a mí pero todas la extrañamos, después de mil años jamás imagine que un día así llegaría, todo parecía tan... eterno, todo era tan bello para ser cierto, así se dieron las cosas, así fue su voluntad y por ello lo respeto, aun llego a pensar que todo esto es solo una mala broma...

- ¡perla, garnet volvió! - estaba en la habitación de amatista haciéndole compañía, apenas escucho el portal salió corriendo de ahí.

salí tras de ella con los brazos cruzados y me recargué en el marco de la puerta, amatista le abrazaba la pierna a garnet - hola - le dije con media sonrisa en el rostro.

- amatista no puedo caminar - dijo bajando levemente la cabeza para verla - hola perla - ella traía en la mano una burbuja.

- ¿otra de esas gemas? - me acerque a ella con curiosidad, tome la burbuja entre mis manos.

- amatista vamos - dijo mientras sacudía la pierna de un lado a otro, amatista solo reía - esa gema me causo muchos problemas...

la gema era brillante, lo que realmente llamo mi atención fueron sus colores.

- aparte de ser enorme y fuerte, tiene la habilidad de hacer realidad lo que desees - decía garnet - estoy cansada de destruir monstros que algunos humanos desearon - amatista seguía en su pierna - amatista suéltame - dijo finalmente con una voz seria.

- ¿lo que desee? - me quede viéndola hasta que garnet me la quito, una idea paso por mi cabeza.

- ni lo pienses perla, lo que esta cosa hace es jugar con los deseos, convirtiéndolos en pesadillas - garnet acomodo sus lentes y entro a su habitación.