Arrepentimiento.

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Lamento mucho la tardanza, todo por eso, les traigo su hard :'). Leve, pero allí está.
Viva Delfino x astuto \>:'v/

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Consiguiendo toda esta información, Seungbae ya se había dispuesto a salir de aquel lugar, en espera de llegar a su departamento y dormir un poco.

El chico que lo acompañaba estaba sentado junto a él, su pálida mejilla recargada sobre la palma su diestra, miraba con recelo al moreno que ante él, bebía presuroso de una botella de cerveza barata. El castaño sonrió mientras se erguía un poco antes de hablar.
–No se precipites, todo estará bien...– Bromeó, mientras soltaba una risita, Seung dejo en paz la botella y lo miró por unos momentos, poco después, una resplandeciente sonrisa apareció en sus labios.
El menor lo miro prácticamente en cámara lenta, el policía era realmente deseable; no estaría mal tirar una vez más con el, pensó.
En cambio Seung estaba totalmente perdido en lo que aquel mesero le había dicho. "Ese chico era muy guapo, pero dudo realmente si tenía muy malos gustos o solamente era estúpido." El moreno bajó la mirada, mientras volvía a quedar en silencio; Oh Sangwoo no era estúpido, de eso estaba seguro, aún que también estaba seguro de que, el tipo era un gran actor, oh si, cada vez más creciente era su sospecha hacia el muchacho, y era simple intuición. "Aún que poco después de eso, fueron a los baños... Supuse que algo había pasado allí... Pobre chico..." Seung comenzó a ensamblar eso último con la desaparición del pobre hombre; realmente comenzaba a tener un tanto de lástima, al fin y al cabo el tipo lo había perdido todo, que vida.
–Oye...– el jovencito movió una mano frente a él, llamando su atención, el mayor se giró y lo miró fijamente.–Deja de ignorarme... Te preguntaba... Si podía pasar la noche contigo...– El castaño sonrió de una forma preciosa, era tan adorable que Seung asintió al instante, pero arrepintiéndose interiormente.
"Eres idiota, Seungbae..."
Ambos se levantaron de sus asientos, mientras el mayor dejaba el dinero de su cuenta; caminaron hacia la puerta, pero algo los detuvo, alguien más había tomado del brazo al chico, quien logró llamar la atención de Seung antes de que fuera tarde.
Era un nombre de no más de 30 años, era grande, bastante atractivo a la vista; tomaba al muchachito por el cuello con el antebrazo, rodeando su delgado cuerpo mientras pasaba suavemente la mano por sus tenues curvas; el menor jadeo al sentir menos oxígeno entrar a su cuerpo. El policía, sin pensarlo, pateó el costado del más grande, logrando que soltara al menor, el chico se alejó jadeando por aire, mientras se daba la vuelta para encontrar a Seung siendo sometido por aquel tipo precoz; el jovencito acudió rápidamente a intentar lo que fuere, gritar, golpear e incluso patear al enorme gorila que sometía a su compañero.
–Eh. Cálmate, ¡sólo bromeaba!– el más grande dejó a Seung y sin mayor espectáculo, soltó su cuello.
El policía comenzó a respirar con fuerza para que el oxígeno llegara de vuelta a sus pulmones.

Llegaron a un pequeño grupo de edificios bastante cerca del barrio, esto impresionó un poco al muchachito, pero solamente se había limitado en aferrarse al brazo del moreno.

Impacientes entraron en uno de los desgastados aposentos del lugar, era frío pero acogedor, la obscuridad inundaba el lugar, acabando con ella al encender la brillante luz blanca de la lámpara, el lugar era espacioso para que una sola persona viviera allí.
"Bonito hogar..." El joven se soltó del brazo contrario, admirando sus alrededores, era un lugar hogareño, y para ser un hombre tenía bastante ordenado. Se dio la vuelta para mirar con serenidad a Seung, quien yacía plantado en el umbral de la puerta, cerrándola detrás de sí, comenzó a despojarse de la gran chamarra negra que siempre cargaba, las noches eran normalmente frías.
Cayendo en cuenta de la curiosa mirada de su compañero, el sólo se quedo inmóvil antes de dejar la prenda sobre el sofá.
–¿Algo que desees antes de dormir?– de nuevo se reprendió, planeaba acompañarlo hasta un lugar cercano a su hogar, o simplemente dejarlo allí, pero la mirada del chico lo tenía perdido, era encantador; el muchacho sonrió levemente mientras igualmente retiraba la cazadora de sus hombros, se acercó un poco más hacia el policía y robó un casto beso de los labios del moreno. El se alejó algo desconcertado ante este acto, tocando con suavidad sus labios, sentía que ardían, todo su rostro estaba caliente.
–Sólo... Quiero estar contigo de nuevo.– Confesó el muchacho mientras tomaba sin preocupación asiento en el sofá, Seung casi se atraganta con su propia saliva, optó por recargarse sobre una pequeña barra que llevaba a la cocina, mientras negaba presuroso con la cabeza.
–No, entiende que eres un menor de edad....–
–¿Y eso que? ¡No es ilegal si el menor lo acepta!– Exclamó mientras se cruzaba de brazos.
–Deja de confirmar leyes que no son ciertas, quieras o no eres un menor y eso está terriblemente penado.–
–¡Eres un estúpido! Yo quiero... ¡Deseo estar junto a ti!–
–¡Imposible...!–
El chico bajó la mirada y suspiró con desgane, mientras se recargaba pesadamente sobre el respaldo del sofá, parecía estar a punto de hacer una rabieta, pero nada pasó.
Seung rodó los ojos con nerviosismo, mientras se despegaba de la barra, se acercó al muchachito.
–¿Tanto así lo quieres...?– El joven alzó la mirada, encontrándose con la del mayor, era benévola y serena, sólo se limitó a asentir mientras se sonrojaba levemente.– Como quieras...– Dicho esto, Seung lo tomó entre sus brazos, firme y suavemente lo llevó a la habitación. El menor solamente comenzó a reír alegremente, mientras que durante el camino tomaba algunos besos de los labios contrarios, mientras se aferraba a sus hombros.
–No pude conocer a alguien mejor...– Masculló un vez estando sobre la cama, recibiendo un pequeño ataque sobre su cuello, enredando sus delgadas piernas a la cintura de su compañero. De un momento a otro, el menor se alejó con lentitud, mientras recibía una mirada desconcertada por parte de Seung; ahora era el quien estaba sobre la cama, las gafas estaban cayendo así que se las quió, dándole ese toque atractivo una vez más. El muchacho lo miro con picardía mientras bajaba su rostro al pantalón del moreno, entendió a la perfección lo que venía y aceptó deseoso mientras asentía, dándole conocimiento al menor de que lo hiciera. Sin pensarlo, el castaño observo el enorme y creciente bulto en el ajustado pantalón de su querido policía; desabrochando el botón y bajando el cierre, despojándolo de su ropa interior, en pene de Seung salió a la luz. Era enorme y apetitoso para el chico, que sin duda, lo tomó entre sus delicadas manos. Pasando su lengua por el gran falo, saboreando lentamente desde la base hasta la punta.
Seung echó la cabeza hacia atrás, soltando un leve alarido de placer.
El menor ya había guardado todo el miembro en su boca y por un momento el policía pensó que su acompañante se atragantaría allí mismo —Aún sin ser presuntuoso en el aspecto del tamaño, temía por el muchachito—
Y sin más, el menor comenzó a mover lentamente su cabeza, jugando con su lengua en cada leve estocada. Seungbae no pudo evitarlo, había tomado por los cabellos al pequeño muchacho; jadeaba y murmuraba cosas que carecían de sentido, cegado por el placer. Ambos estaban centrados en sus acciones, era exquisito.
Se corrió de una forma un tanto precoz. No pudo alejar al chico a tiempo, y el al parecer tampoco quería dejarlo inconcluso.
Sonrieron mutuamente mientras el policía soltaba de a poco el cabello suave enredado en sus dedos. Solamente se limitaron a observarse por varios minutos, pero Seung lo interrumpió limpiando con una sábana el rostro marcado por su esencia. Inevitablemente se sonrojó.
–Lo siento...– Masculló, acariciando suave te las hebras obscuras del jovencito, quien se limitó a sonreír con timidez, alzó los hombros y se levantó, acto seguido, tomó asiento en el regazo del mayor, recargándose en su pecho.
–Si empiezo algo es por que lo voy a terminar...– Dijo suavemente, pasando su delgado dedo a lo largo del pecho de su compañero, quien se limitó a reír levemente.
Lo rodeo de forma protectora, firme, entre sus brazos.
"A la mierda todo..." Pensó el menor, rodeando el cuello del moreno con delicadeza, su aroma a loción le parecía exquisito. Así que hundió más su rostro en el pecho ajeno.
"Imposible..." Pensó Seung, mientras bajaba la mirada, acariciando la espalda del chico.
"No..." Continuó, un sudor frío lo recorrió, cerró los ojos.
"No puedo estar enamorado de él"
Y todo el lugar se sintió tenso.






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De nuevo perdón, es que bueno, ya deberían saber, la escuela.

Fuera de eso, espero que les haya gustado :')
Yo siempre amaré esta pareja, siempre estará en mi kokoro :c9.

😈🐻Fercii-chama😈🐻

-Giacometti.

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