Cigarettes in a Book ❀ jungkook

v e i n t i s e i s

*La de multimedia es Yong*

J. La letra j fue la afortunada de la noche. Y sólo sabía de una persona con la que quisiera estar cuyo nombre empezara por esa letra. Jungkook.

— Conque J, ¿eh? — me dijo Yong mientras yo seguía mirando la foto que nos habíamos hecho. — ¿Conoces a alguien que cumpla la norma?

— Sí; creo que conozco a alguien. — Le contesté yo, pensando únicamente en él.

Yong se levantó de golpe, cogió su mochila y caminó hacia la puerta. Se apoyó en el marco de la perta y me dijo "¿vamos o qué?". Le dije que me esperara abajo, y yo intentaría quitarme la letra de la frente. Antes de que ella saliera por la puerta escuché como dijo un casi inaudible, "buena suerte con eso", seguido de una pequeña risa malévola. Pero no sabía qué quería decir.

Cuando se fue, me dirigí al baño, y de camino le di un golpe a algo con el pie. Me agaché a ver qué era y vi que se trataba del rotulador que había usado Yong para escribir en mi frente. Y entonces me di cuenta de lo que había querido decir con aquel "buena suerte". El rotulador era permanente. Genial. Simplemente, genial. 

Cuando me hice a la idea de tener que ver a Jungkook con su inicial escrita en mi frente, decidí bajar al aparcamiento donde me esperaba Yong. Pero antes de salir, me fijé que encima de las cajas estaban las cartas que Yong había usado. Me acerqué para verlas, y vi que todas las cartas eran iguales. Todas tenían la letra J.

*

— Joder, ¿qué hacías? ¡Venga! — Dijo haciendo palmas como si yo fuera un perro. Y cuando llegué a su lado me acarició la cabeza, pasó su brazo sobre mis hombros y echamos a andar en busca de Jungkook. 

Durante el camino Yong no dejaba de hablar y de contar chistes malos. De vez en cuando reía para que pareciera que estaba escuchando, pero en realidad no podía dejar de pensar en el hecho de que todas las cartas fueran de aquella letra. ¿Por qué Yong hizo eso? ¿Conocía a Jungkook? ¿Sabía que me gustaba? Demasiadas preguntas que, finalmente, decidí no hacerle.

Llegamos a casa de Jungkook. Cuando estábamos frente a su casa, saqué el móvil y marqué su número; mientras Yong se sentaba en el borde  Sonó un tono, dos...pero no contestaba.

— ¿Qué pasa? ¿J no lo coge? — Me preguntó ella. Yo negué con la cabeza mientras guardaba el móvil en mi bolso. Yong se agachó y empezó a buscar algo por el suelo.

— Yong. ¿Qué haces? — Ya me empezaba a acostumbrar a sus locuras y a sus actos repentinos. 

— Si no contesta, — empezó mientras se levantaba del suelo, con piedras en la mano. — tendremos que recurrir al medio tradicional. — Y tiró una piedra hacia una ventana de la casa. Ni siquiera sabíamos si esa era su habitación; pero Jungkook sólo vivía con su madre. Había un 50 % de posibilidades de que lo fuera.

— ¿No es más fácil llamar a la puerta?

— ¿No era más fácil preguntarte a quién querías invitar, en lugar de lo de las cartas? ¿En serio crees que a mí me gustan las salidas fáciles? Si lo hiciéramos todo tal y como lo establece la sociedad, ¿cómo nos divertiríamos? — Me dijo mirándome a la cara, para después tirar otra piedra hacia la ventana.

Y entonces, después de escuchar lo que me dijo y pensar unos segundos en ello, me agaché a coger unas pequeñas piedras y unirme a Yong.

Llevábamos ya un rato tirando piedras y aún no nos cansábamos; pero de pronto a mí me cayó una pequeña piedra en la cabeza. Me quejé y llevé mi mano a mi cabeza, para frotar la "zona afectada", mientras me daba la vuelta para ver quién había sido el causante.

— "Si no te gusta que te tiren piedras, no se las tires a los demás" — Me dijo el "agresor " gesticulando con las manos, y mirando al infinito. — Es el lema de mi ventana. La pobre está my afectada.

— Jungk— Empecé, pero Yong me interrumpió empujándome a un lado y diciendo:

— Así que tú eres J. — Dijo ella mientras sacaba un guante de su mochila y se lo colocaba en una mano. Un guante que estaba cortado por la zona de los dedos. Era un guante de piel, por lo que tenía que dar bastante calor.

— ¿J? — Preguntó Jungkook extrañado. Yong le tendía la mano con el guante puesto, esperando que él le cogiera la mano. Pero al ver que eso no sucedía, ella cogió su mano y la estrechó contra su guante.

— Sí. Y oye, J, es de buena educación devolver el saludo. — Le respondió ella.

— ¿Y tú quién eres? 

— Oh, perdona. Olvidaba que cuando conoces a alguien nuevo lo normal es decirle tu nombre. Soy Yong. Y nosotros tres — dijo señalándonos a todos — vamos a pasarlo genial.